Diario del Cesar
Defiende la región

Crear 860 mil empleos: otra mentira

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Los gobiernos de turno cuando ven que su política económica es un fracaso y ella tiene sus primeros impactos negativos en la clase obrera colombiana, se inventan pactos hasta con el diablo, a fin de poner a salvo lo que les queda de capital político. Y desde luego la actual administración que preside Iván Duque no se podía quedar atrás. Ayer celebró un Pacto con algunos sectores empresariales – porque hay que decirlo, no todos le comieron el cuento al Gobierno—para generar más de 860.000 nuevos empleos, meta que ni el mismo Duque se la cree.

El Pacto de mentira, que bien podría ser llamado el suscrito ayer con los empresarios de 45 gremios, determina 12 pactos por el crecimiento y el desarrollo económico del país para los próximos 3 años.

Los acuerdos con más de 60 instituciones del Gobierno, con lo que se espera un crecimiento sostenido por encima del 3,6 % y un aumento de las exportaciones que supere los USD $3.000 millones de dólares. Frente a ello valdría la pena escuchar la opinión del Banco de la República, en especial de su gerente y de aquellos codirectores que no están comprometidos con el Gobierno. Pero además, la administración Duque

espera que con la transformación de la economía del país, se alcance un ingreso per capita superior a los US$25.000 anuales, así como un aumento en la producción $13,4 billones de pesos.

Dice el documento que el Gobierno identificó 211 cuellos de botella en los diferentes sectores que se verán beneficiados, y que fueron priorizados para tomar las acciones que permitan dinamizar la economía. Los sectores priorizados son cacao, carnes, alimentos procesados, industrias agroforestales, químicos, plásticos, pinturas, cosméticos, moda, construcción, astilleros, la industria aeronáutica, el sector automotor, turismo, BPO, Software-TI y Economía Naranja.  Y se espera que para el segundo semestre de este 2019, se firmen nuevos compromisos con otros sectores de la economía que buscarán ser dinamizados en lo que resta de esta administración.

Uno de los sectores ´engolosinados´ con las ofertas del Gobierno fue el de la Industria de la Construcción, que no ha podido despegar muy a pesar que es un sector que dinamiza la economía del país. Y su estancamiento obedece mas bien al galimatías con el que se dirige el Ministerio de Vivienda, donde quien lo orienta no ha podido despegar ni si quiera repartiendo la plata de los subsidios. El Pacto para esta industria incluye incentivos para la producción de cementos, ladrilleros, el sector cerámico, del acero y la construcción en general. En materia de empleo, se buscará la formalización y la formación del capital humano en el nivel técnico y tecnólogo correspondiente.

En cuanto a la economía naranja, para este sector, integrado por las áreas de artes y patrimonio, culturales, creaciones funcionales, nuevos medios, software de contenidos, arquitectura, moda, publicidad, copy publicitario y dirección de arte, el Gobierno buscará impulsar a millones de colombianos para que establezcan nuevos  emprendimientos. Con ello, dice, se estimulará un clima de negocios confiable y amigable con las pequeñas, medianas y grandes empresas, fortaleciendo la economía legal, enfrentando la economía ilegal, el contrabando y los grupos criminales que se nutren de actividades ilícitas y, en especial, del narcotráfico. En materia de inversión, se promoverá el aprovechamiento de las líneas de crédito para el desarrollo de infraestructuras creativas y culturales, mediante asistencia técnica para la formulación, viabilización y ejecución de proyectos. Pero la realidad es otra, y hoy el emprendimiento en el país es casi que letra muerta.

Como lo podemos ver, el desespero del Gobierno, acosado por el desempleo galopante que hay en el país, lo llevó a considerar una estrategia distinta con la que llegó, porque la enorme improvisación de sus políticas lo han desnudado y ahora como cualquier bote a la deriva buscan quien lo pueda rescatar.