Diario del Cesar
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Hospitales no están preparados para atender a los heridos por terremotos

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Hasta el momento, en el hospital Eduardo Arredondo Daza de Valledupar “no hemos recibido la visita” del equipo de ‘Hospital Seguro’ del Ministerio de Salud; “estamos esperando que la realicen”, aseguró el gerente del Hospital Eduardo Arredondo Daza, HEAD, Jhonny Rojas.

Tal y como lo demuestra el registro del Servicio Geológico Colombiano, el país ha sufrido varios movimientos de tierras en lo que va del 2019; sectores como Los Santos y Zapatoca en Santander; El Nevado del Ruíz en Huila y Pueblo Bello en el Cesar, son algunos de los puntos que más reportan sismos.   Este último, fue percibido incluso por algunos habitantes de Valledupar y municipios como La Paz y San Diego.  Además, Aguachica y Pailitas, también han registrado movimientos de tierras al estar cerca del departamento de Santander.

Debido a la alta sismicidad en el país, el Ministerio de Salud se vinculó en el 2005, al programa ‘Hospital Seguro’, de la Organización Mundial de la Salud, OMS, y la Organización Panamericana de la Salud, OPS. A través de esta actividad, se quiere vigilar que los centros asistenciales sean resistentes a cualquier eventualidad catastrófica.  “Para cualquier comunidad, sus hospitales, centros de salud y las actividades sanitarias representan un valor social y político mayor que otros establecimientos esenciales (…) por lo que su pérdida puede causar una afectación moral y una sensación de inseguridad e inestabilidad social y para el Estado, representan uno de los recursos que garantizan el goce del derecho fundamental a la salud”, dice el Ministerio de Salud colombiano.

Hospital Eduardo Arredondo Daza sede  La Nevada.

Este programa, fue aprobado en la conferencia mundial sobre la reducción de desastre realizada en Hyogo, Japón en el 2005; allí, 156 países en los que se incluye Colombia, aprobaron la ‘Declaración de Hyogo’, que aborda: “integrar la planificación de la reducción del riesgo de desastre en el sector de la salud (…) velando porque todos los nuevos hospitales se construyan con un grado de resistencia que fortalezca su capacidad para seguir funcionando en situaciones de desastre”, dice el Ministerio.

 

¿CUÁNDO SE COMENZÓ A APLICAR ESTE DECRETO?

Luego del sismo de Popayán en 1983, el presidente de la República de Colombia fue facultado para adoptar normas antisísmicas; por eso, desde 1997 con la ley 400, el país comenzó a acoger políticas para proteger sus infraestructuras de desastres.

En el 2001 según indica el parágrafo 2 del artículo 54 de la ley Orgánica 715 del Ministerio de Salud; se definió una visita cada cuatro años para evaluar la  vulnerabilidad sísmica de las instituciones prestadoras del servicio de salud, y  en un periodo igual, debe solucionar las acciones de intervención o reforzamiento estructural que se requieran.  Este seguimiento se realiza desde el mismo organismo del Estado, Ministerio de Salud.

Ya en el 2004, la Organización Panamericana de la Salud, comunica a los Estados adscritos al Ministerio de Salud de las Américas, que adopten la iniciativa de “Hospital Seguro” frente a desastres, hecho que se da en el 2005.   Ocho años después, para el 2013, el país activa la Resolución 1841 en la que se acoge el Plan Decenal de Salud Pública 2012 – 2021, y vincula al programa de “Hospitales Seguros”, a la dimensión de Salud Pública en Emergencia y Desastres.

El último movimiento que se ha realizado sobre este tema, fue en el 2015; cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas, conscientes del aumento de “desastres y sus capacidades en numerosas partes del mundo”, intensificaron los esfuerzos del programa: teniendo atención permanente por parte de las autoridades competentes y así reducir las eventualidades.  Así lo manifestó el Ministerio de Salud.

DIARIO DEL CESAR visitó los hospitales Eduardo Arredondo Daza y Rosario Pumarejo de López en Valledupar, para conocer cómo las instituciones prestadoras del servicio de salud trabajan ante este tema; así mismo se abordó a arquitectos, ingenieros y comunidad, para conocer sus posturas sobre los hospitales de la capital del Cesar.

 

SE APLICA UNA NORMATIVIDAD DIFERENTE”

“No hemos recibido la visita, estamos esperando que la realicen”, así lo aseguró el gerente del Hospital Eduardo Arredondo Daza, HEAD, Jhonny Rojas,  al preguntársele, si la institución ha recibido evaluación por parte del equipo nacional de prevención de desastre.   Sin embargo, dice contar con los insumos necesarios para “cualquiera eventualidad”.

El gerente, manifestó que por no estar en zona de alto riesgo, “nosotros aplicamos la normatividad diferente”, cambiando las visitas por simulacros, y capacitando a la oficina de Talento Humano, área encargada de temas de  prevención de desastre.   Rojas, indicó que el hospital dispone de cinco salas de urgencias y “la capacidad de atender a la ciudad de Valledupar”, acotó.

 

“EL HOSPITAL ‘ROSARIO PUMAREJO’ ESTÁ VIEJO”

El líder de la oficina de Gestión Ambiental, Seguridad y Salud en el Trabajo, del hospital Rosario Pumarejo de López, Yasser Otero Mohrez, dijo que en las  evaluaciones realizadas a la infraestructura de la entidad por parte del grupo interdisciplinario, se ha encontrado que “falta la instalación del equipo contra incendio y que el hospital está bastante viejo”, además  que existe urgencia en mejorar las redes eléctricas.

 

 ‘HOSPITAL SEGURO’ DESDE LA INGENIERÍA CIVIL

Para Alexander Arzuaga, ingeniero constructor con experiencia en este tipo de infraestructura, ‘Hospitales seguros’, son aquellos establecimientos que, pese a una catástrofe de origen natural, continúan prestando los servicios de: urgencias, consulta externa, hospitalización, rayos X, sala de partos y cirugía, y estos  “deben permanecer accesible para la comunidad”, dijo el profesional.

Sobre los hospitales ubicados en la capital del Cesar, el ingeniero Arzuaga indicó que fueron instituciones diseñadas hace 50 años con necesidades, usuarios y equipo de sismo resistencia diferente, “por eso se debe adelantar un diagnóstico de los hospitales para reforzar sus columnas, vigas y demás espacios que conecten la columna estructural de la obra”, explicó.

Además, señaló que  los proyectos que cuenten con más de 1000 salarios mínimos para su ejecución, deben contar con las estrategias sismo resistentes activas por el Estado, y son ellos quienes le darán “viabilidad” a la ejecución.

 

“EL DISEÑO TIENE QUE CUMPLIR CON EL POT”

Para que en Valledupar se inicie la construcción de un instituto prestador de salud, se debe contar con “un suelo de carácter dotacional, avalado para su uso”, explicó Arianne Zuleta, arquitecta y encargada de la Curaduría número dos de la capital del Cesar; la profesional se refiere a aquellos espacios que puedan ser utilizados para clínicas, iglesias, hospitales y centros educativos.

Indicó, que el diseño de la obra debe señalar los retiros posteriores, laterales y frente; los espacios para camillas, ambulancias, urgencias, ascensores y demás áreas médicas y administrativas; la altura de las instalaciones debe ser coherente con la misma distancia del frente y se debe cumplir con los parámetros el POT.