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El general Martínez se ‘echó al hombro’ su cuarta estrella

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Iván Duque le impuso el cuarto sol de General de la República al comandante del Ejército Nacional, Nicacio Martínez. La ceremonia tuvo lugar en la Escuela de Cadetes José María Córdova con la presencia de la cúpula militar y del ministro de Defensa, Guillermo Botero.

En la mañana de este viernes, el presidente Iván Duque le impuso un nuevo sol al uniforme del general Nicacio de Jesús Martínez, comandante del Ejército, cuyo ascenso fue aprobado esta semana por el Senado en medio de una serie de cuestionamientos por sus aparentes responsabilidades en el tema de los falsos positivos tras su paso por la Décima Brigada Blindada y por recientes directrices que, presuntamente, irían en la línea de revivir esa práctica en las tropas.

La ceremonia tuvo lugar en la Escuela de Cadetes José María Córdova con la presencia de la cúpula militar y del ministro de Defensa, Guillermo Botero, quien durante su intervención en el Senado fue un escudero de Martínez Espinel y asumió el costo político de la promoción del oficial.

En un gesto para afianzar ese respaldo, Botero Nieto aplaudió efusivo y de pie a un Martínez que iba rumbo al campo de paradas a recibir su nueva insignia. De hecho, las palmas y los vivas también llegaron desde la tribuna donde estaban familiares y allegados de la línea de mando, así como funcionarios de alto nivel y congresistas invitados.

La algarabía de patrocinio también corrió por cuenta de algunos cadetes que en formación se unieron al jolgorio de las gradas. Un hecho inédito en este tipo de ceremonias en las que siempre el protocolo exige lo que en lenguaje militar se conoce como “orden cerrado”, es decir disciplina y sobriedad.

Pero no fue lo único ‘novedoso’ durante el acto ya que el presidente reunió al generalato casi que en el centro del campo de paradas y les pidió que pusieran sus manos unas encima de otras, para hacer una porra ante la mirada estupefacta de militares de todos los rangos que estaban en el alma mater del Ejército. A ese ‘hip hip hurra’ se unió el ministro de Defensa.

Pasados los actos de imposición de insignias y menciones especiales a los integrantes del nuevo grupo de oficiales del Ejército, el presidente Duque, inició su discurso señalando que “ser general de la Patria significa haber pasado por el más riguroso escrutinio” y que para llegar a este punto de su carrera fue necesario que los altos oficiales se ganaran el respeto de sus subalternos y de sus pares. Un mensaje claro a quienes continúan cuestionando el pasado Martínez Espinel.