Constelación de ‘estrellas’ en fiesta de Carlos Bloom
POR:WILLIAM ROSADO RINCONES
La madurez de los años y el crecimiento artístico de los músicos vallenatos ha dejado de lado las viejas rencillas que por años mantuvieron algunos grupos en aras de ostentar la hegemonía y soberanía sobre las franjas de seguidores, quienes a su vez, se convertían irresponsablemente en agitadores e instigadores.
Algunas de estas diferencias se trasladaban a las grabaciones, o en sátiras en los tradicionales saludos y hasta en canciones que retaban al contrario de turno.
En algunos casos, se generaron piquerías que trascendieron a la popularidad como: Emiliano Zuleta y Lorenzo Morales; Luis Enrique Martínez y Abel Antonio Villa: Enrique Díaz y Rúgero Suárez; Alfredo Gutiérrez y Aníbal Velázquez, entre otros. En una temporada más moderna, Jorge Oñate difería con Diomedes Díaz, y este con el Binomio de Oro.
En la denominada Nueva Ola fueron escandalosos algunos encuentros entre Silvestre Dangond y Peter Manjarrés, cuando comenzaban cazaron una pelea que era alimentada por sus seguidores los que en ciertas ocasiones amenazaron hasta con las agresiones físicas. Los improperios iban y venían de tarima a tarima cuando tocaban cerca.
Las cosas hoy son diferentes, las cosas se han caldeado, de aquellas refriegas no queda nada y el ambiente que reina en casi todo el gremio vallenato es de tranquilidad, aunque el celo profesional aflore en determinados momentos.
AMISTAD POR SIEMPRE
Esa demostración de apaciguamiento lo demuestran las buenas relaciones que hoy mantienen Dangond y Manjarrés, dos de los vocalistas más exitosos del vallenato, quienes ya no se vociferan, lo de ahora son palabras cordiales y de hermandad musical.
Precisamente, el último momento en el que se notó esta empatía fue en una fiesta privada del manejador de Silvestre Dangond, Carlos Bloom quien compartió el cumpleaños de su esposa.
Lo de hoy, es un espacio para el respeto y la cordialidad, se siente respeto y cariño, fue la impresión de Peter Manjarrés. Los cantantes se encontraron en el homenaje a Ivonne Navea, esposa del mánager de Silvestre, Carlos Bloom, en el Centro de Convenciones Crispín Villazón de la capital del Cesar.
Los artistas no solo se dieron la mano y el abrazo efusivo sino que cantaron el tema ‘Llegó el momento’ como un selló de fraternidad y de unión por un folclor que ha dejado proscritas las viejas diferencias.