Diario del Cesar
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Divisiones en las Farc, la historia de un fracaso

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Desde que las Farc decidieron quién los representaría en la mesa de diálogos con el gobierno de Juan Manuel Santos, en 2012, ya estaba claro que en esa guerrilla, la más antigua del continente, había dos bandos: uno radical, representado por Iván Márquez, y otro abierto al cambio, el de Timochenko.

El candidato del jefe de las Farc para encausar las conversaciones era “Pastor Alape”, comandante en Antioquia y Chocó, quien era respetado en la base guerrillera por haberse quedado cuando la cúpula trasladó su retaguardia a Venezuela. Sin embargo, en las votaciones en el pleno las ganó Márquez.

Desde ese momento fue clara la existencia de dos bloques dentro de las Farc, que quedaron así: de un lado se alinearon Iván Márquez, Jesús Santrich, Romaña y “el Paisa”, quienes hoy se declararon en disidencia, y, en la otra orilla, quedaron Timochenko, Pastor Alape, Pablo Catatumbo y Carlos Antonio Lozada, hasta ahora defensores del Acuerdo y de la palabra empeñada.

Durante la negociaciones en La Habana, Cuba, la relación entre ambos grupos fue muy tirante. Por ejemplo, un asesor de la delegación del gobierno le contó a EL COLOMBIANO que muchas veces se pactaba un texto con la comisión de Pablo Catatumbo, y cuando llegaba “Santrich” había que volver a negociarlo, “era prácticamente una piedra en el zapato”.

El partido Farc

Las diferencias se fueron profundizando con el tiempo y una vez firmado el Acuerdo de Paz se hicieron públicas. En el Congreso fundacional del partido (en septiembre de 2017) se impuso la filosofía de Márquez, con 682 votos entre 1.200 posibles ganó el nombre Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc) sobre Nueva Colombia, propuesto por Timochenko, e incluso el negociador fue el más votado con 888 votos, mientras el máximo comandante de las Farc quedó en el quinto lugar, con 68 votos menos.

Entonces, “Timochenko” envió una carta en la que lamentó lo ocurrido: “Con la situación generada en el Congreso, que es el resultado de una campaña sistemática, la que nunca creí que fuera cierta, se entra a cuestionar mi idoneidad para seguir siendo el jefe de las Farc. Y de pronto se tenga razón, escasamente tengo la primaria, nunca he estado en escenarios políticos, ni presidente de una junta comunal he sido, etc. Lo que no me trama es que usen métodos arteros, desleales, y nada en el marco del espíritu de partido que nos debe caracterizar. Personalmente no tengo ningún problema en hacerme a un lado y dar cabida a camaradas más capaces. Como a todos ustedes, lo que me anima es que el proceso salga adelante”.

No obstante, después de muchas discusiones dentro del partido, decidieron mantener a Rodrigo Londoño, “Timochenko”, como director de la colectividad y candidato presidencial, aspiración a la que tuvo que declinar por su estado de salud; y a Iván Márquez como cabeza de lista al Congreso, con la que sufrieron una aplastante derrota cuando solo alcanzaron unos 50.000 votos, lo que no daba para ningún escaño, por lo que solo podrían ocupar las diez curules que les otorgó el Acuerdo.

Captura de Santrich y desaparición

Casi un mes después de las elecciones, el 8 de abril de 2018, fue capturado Jesús Santrich, en atención a una solicitud de extradición emitida por los Estados Unidos por la presunta conspiración para exportar cocaína a ese país. De inmediato Márquez salió de Bogotá para Miravalle, en el Espacio Territorial de Capacitación y Normalización coordinado por Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, “el Paisa”, asegurando que se trataba de un complot judicial que podría llevarlo a él mismo tras las rejas.

Fue así como el 17 de julio Márquez renunció a la curul que ocuparía en el Senado. Aseguró que “el montaje judicial que tiene injustamente entre las rejas a Jesús Santrich”, la “impresionante desfiguración de la JEP” así como también “los incumplimientos de asuntos esenciales del acuerdo como la Reforma Política”, fueron circunstancias que se interpusieron en el camino para asumir su escaño. Y poco después Márquez, el Paisa, Romaña y el Zarco Aldinever desaparecieron renunciando a su esquema de protección o escapando y dejan de comparecer ante la JEP.

Para septiembre de ese mismo año, la Misión de la Onu en Colombia alertó sobre la gravedad de esas ausencias: “los exjefes guerrilleros asumieron en el Acuerdo un compromiso con la reincorporación de sus tropas, y al dejarlas, incumplen”.

Al respecto, Julián Gallo Cubillos, conocido como “Carlos Antonio Lozada”, senador de esa colectividad, dijo en ese momento: “desearíamos que ellos estuvieran al frente de las tareas que les fueron encomendadas por el partido, pero también entendemos que no es fácil que todo el mundo se mantenga en la organización si han sido violados de esa manera los compromisos por parte del Gobierno”.

Cruces de cartas dividió al partido

Para mayo de 2019, lo que parecían diferencias internas se hicieron públicas a través de correspondencias cruzadas entre quienes seguían defendiendo el Acuerdo y quienes lo abandonaron.

Iván Márquez dijo que había sido un error dejar las armas ante un gobierno tramposo que no tenía ninguna voluntad de cumplir. A lo que “Timochenko” le respondió: “Creo que si vamos a hablar de autocríticas, la primera que debería emanar de su parte es la de haber abandonado la responsabilidad que le otorgó nuestro partido, y en la que confió el país y la comunidad internacional. Desafortunadamente Iván no percibió la dimensión del puesto que nuestra larga lucha lo llevó a ocupar. Se fue, sin ningún tipo de explicación, y se negó a ocupar su curul en el Senado, dejando acéfala nuestra representación parlamentaria en el momento en el que más requería su presencia”.

A lo que “Santrich” contestó desde la Picota: “Flaco favor le hace a la unidad del partido y a la conquista de los objetivos revolucionarios estigmatizar a quienes desde una posición crítica y autocrítica, con desconfianza y por salvaguarda de sus propias vidas, hoy actúan desde la distancia en defensa de los fundamentos ‘marulandistas’ y bolivarianos”, dijo “Santrich”.

En julio Santrich desapareció del ETCR de Cesar, y no se volvió a saber de su paradero, hasta ahora, cuando un video lo muestra junto a Iván Márquez anunciando su rearme.

Rodrigo Londoño volvió a mostrar su posición en contra: “Es una vergüenza por todo el esfuerzo que hicimos. No podemos estar engañando a la gente. Yo le reitero que los mejores estamos dentro del proceso de paz, y dispuestos a jugárnosla cueste lo que nos cueste”, concluyó.

Por su parte, Pastor Alape señaló: “En todo proceso de paz se han generado este tipo de situaciones, desafortunadamente, hoy el país tiene que vivir una coyuntura de esta particularidad, pero nosotros seguimos apostándole a la paz completa, es decir, creemos que hay que seguir el camino de la construcción de la solución política de todos los conflictos”.

“Lo que nos enseñó Manuel Marulanda fue a cumplir la palabra empeñada”, concluyó el jefe del partido Farc.

El Colombiano