El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, confirmó que diez soldados y dos suboficiales fueron secuestrados por la comunidad en medio de la nueva fase de la operación Perseo, que adelanta la fuerza pública en el cañón del Micay, bastión de las disidencias.
Ayer martes en horas de la madrugada arribaron más de 300 soldados apoyados por hombres de la Policía a los corregimientos de Huisitó y San Juan de Micay del municipio de El Tambo (Cauca), donde presuntamente se esconden miembros de la estructura criminal Carlos Patiño.
Todo ello con el apoyo de helicópteros UH-60 Black Hawk, vehículos blindados, aeronaves no tripuladas y artillería.
«Faltaba llegar a un punto que se llama Honduras y que de ahí comunica a López de Micay. Sin embargo, la información que tengo en este momento es que hubo una asonada de nuestros militares. Invitamos a la ciudadanía a que se unan del lado de la legalidad, nada bueno trae la cocaína», reclamó el Ministro.
El año pasado más de 1.400 soldados profesionales, que combaten contra los integrantes del frente Carlos Patiño, llegaron a la población, que por muchos años fue controlada por grupos armados ilegales, primero por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y luego por las disidencias, que los expulsaron de la zona.
“Desde mediados de 2018 los disidentes fueron ganando cada vereda y corregimiento del Cañón del Micay hasta ya controlarlo en su totalidad, de ahí que El Plateado pasó a ser el bastión de esta organización armada al margen de la ley, por eso la relevancia de la operación Perseo, porque militarmente fueron derrotados y sacados de este poblado”, explicó un vocero de la fuerza pública.
LA OPERACIÒN
“Un resultado muy importante es la recuperación del cañón del Micay, un cañón que llevaba abandonado hace más de 10 años. El general Mejía, comandante de la Tercera División, ha liderado esta operación supremamente importante en una zona de más de 100 kilómetros de extensión”, aseguró el ministro.
El jefe de la cartera explicó que las tropas ya lograron llegar hasta un sector conocido como Honduras, que conecta directamente con el municipio de López de Micay, donde, según dijo, históricamente se han concentrado operaciones del narcotráfico y presencia de grupos armados, especialmente las disidencias de alias Iván Mordisco.
Sin embargo, confirmó que en medio de esta operación se produjo un hecho de violencia con doce uniformados del Ejército.
“La información que tengo es que hubo una asonada, un secuestro de unos de nuestros militares. Eso no es una retención, nadie puede atacar a un miembro de la Fuerza Pública, quien ataque a un militar o a un policía está atacando a Colombia, y eso no lo toleramos”, advirtió.
El jefe de la cartera de Defensa hizo un llamado a las comunidades de la región del Micay para no ceder ante la ilegalidad y más bien respaldar la labor institucional.
“Invitamos a la ciudadanía y a los campesinos a que se unan del lado de la legalidad. Nada bueno trae la cocaína: no trae casas, ni educación, trae muerte, dolor, terror y violencia”, enfatizó.
Por ahora, el ministro aseguró que la operación Perseo II se mantiene activa con el despliegue de tropas de las fuerzas militares en diferentes puntos del Cañón del Micay, considerada una de las principales zonas de producción de cocaína en el país.