Se ha dicho siempre que muy poco puede ser mejor para una ciudad que sus mandatos pasen de la corrupción y el uso discrecional de los recursos y el poder público para el beneficio de cúpulas burocráticas e intereses privados, a un gobierno honesto que de resultados y no traicione a su pueblo. De igual manera que cambios y transformaciones en positivo sean esenciales, que sea el nuestro un gobierno solidario con la gente, capaz de adelantar obras significativas y benéficas que contribuir puedan a la competitividad del Distrito y cuidar la economía familiar, mejorar la calidad de vida, ampliar la cobertura de servicios públicos y salvaguardar los derechos de todas para que lo cual derive en impactos sociales positivos sin costo económico.
Solucionar por ejemplo los problemas que genera la inseguridad pública percibidos como inmensamente graves por la ciudadanía, en lo que colabora priorizar los temas que le son concernientes a través de la atención minuciosa a las causas que originan la delincuencia, como son falta de acceso a oportunidades de educación, empleo y trabajo.
Materializar una superior educación pública de calidad, implantar e implementar estrategias interinstitucionales de prevención y atención al delito enfocada en la restitución, protección y garantía de los derechos humanos, y en particular el derecho a una vida libre de violencia de niños, adolescentes y jóvenes; acciones que sumadas, junto con muchas otras de igual significación, logren válidas reducciones en los delitos tanto menores como de alto impacto, que indicativos sean de la recuperación significativa de la seguridad pública.
De la misma manera y ante un momento en el que es necesario dejar claro el valor de las mujeres, debe ser la nuestra una administración ejemplar hacia la equidad hombre / mujer desde la política pública hasta el nivel jurídico para el combate a fondo de delitos en agravio de las mujeres, con apoyo más amplio a ellas fortalecidos con la incorporación de profesionales especializados, Es perfilarnos como una ciudad preparada para enfrentar los retos que plantea el siglo XXI, además de evolucionar la conciencia de una sociedad en capacidad de conquistar el desarrollo de la manera incluyente posible, sin dejar a nadie a la vera del camino.
La transformación de una ciudad deben encarnar y experimentar procesos de cambio, transformación y desarrollo para adaptarse a nuevas necesidades económicas, sociales y ambientales, en lo que igualmente debe ser tenido en cuenta mantener y mejorarla en su gestión diaria; mirar al porvenir y pensar en su mejor situación posible; considerar la transición ambiental, que incluye temas como energía, agua, residuos, movilidad y naturaleza urbana; considerar la transición digital, que incluye temas como relaciones con la ciudadanía, gobernanza, datos, simulación, 5G e inteligencia artificial; aprovechar el espacio urbano; convertir basura en electricidad; ampliar las áreas verdes; usar fuentes alternas de energía; utilizar un sistema mixto de transporte público; usar los recursos de manera inteligente; convertir las calles en espacios realmente públicos; crear más plazas, parques y darles usos múltiples; rediseñar los mercados callejeros y los tianguis (mercados ambulantes o semifijos que se instalan en las calles de una ciudad en días específicos); diseñar edificios que mejoren el entorno; mejorar la salud a través del espacio público; y, reinventar la planeación urbana, entre otros aspectos.
La evolución de las ciudades debe ser siempre un proceso de reflexión y de avance hacia el futuro que debe continuar. En cualquier caso, estar de acuerdo en que construir el porvenir es algo muy distinto a resolver los problemas del presente y que requieren, presente y porvenir, actitudes diferentes. Potenciar permanentemente su potencial para transformarse, no caer en decadencia, gestionar la realidad del día a día para que siga siendo un lugar habitable y por ende agradable, en la afirmación que el resultado de gestionar el presente, pero no el porvenir, lleva a las ciudades a la insostenibilidad y el decrecimiento.
Sirvan estas reflexiones variopintas para que como ciudad se piense en su situación actual y sus posibles futuros (posibles y probables) y ello lleve a reaccionar para cambiar su enfoque y permita así asegurarse un porvenir próspero en este S XXI que rápido avanza. saramara7@gmail.com
*Abogado*Periodista