Sociedad civil es un conjunto de organizaciones civiles que no dependen directamente del Estado y que ostentan o defienden derechos o intereses propios. Se habla de sociedad civil dentro de un marco político democrático, y es, por tanto, un actor social con influencia en la esfera pública. Es también el grupo de sujetos que, asumiendo su papel de ciudadanos, desarrollan ciertas acciones para incidir en la esfera pública. Igualmente actúa en política sin formar parte del gobierno o incluso sin pertenecer a un partido político o a otro tipo de organización.
De ahí que las veedurías ciudadanas, la contraloría social y observación de los asuntos públicos, sean fundamentales para garantizar credibilidad respecto de lo que bien o mal se adelanta en el ámbito administrativo público. La percepción ciudadana sobre la democracia se deteriora a pasos agigantados, ya que persiste un sentimiento de decepción con la eficacia de los aparatos públicos y con la integridad ética de la clase política que consideran desaparecida. Asistimos a un contexto nacional e internacional confuso, a los efectos dramáticos de una crisis climática global, desfavorables situaciones que han acelerado en materia grave el deterioro de las instituciones democráticas, lo mismo que afectado sustancialmente las gobernabilidades regionales.
Afortunadamente, y es casi que regla general y positiva, que en las crisis se encuentran también las oportunidades; de ahí que ante el doble discurso, la doble moral y la demagogia, la sociedad civil organizada busque a través de las redes sociales y de los modelos de autogestión una forma efectiva para incidir en el debate de la agenda pública; de otra parte, ante la ineficacia de los gobiernos, la participación de la ciudadanía es medular para forzar la generación de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de la gente; y, ante el decaimiento progresivo de los partidos políticos tradicionales, las organizaciones de la sociedad civil pueden transformarse en un gran contrapeso del poder político y sus aliados de siempre.
Interesa tener en cuenta como ciudadanos, lo que muchos sostienen sobre sólidos fundamentos, que la democracia, bendita ella, sólo puede evolucionar en la medida que la ciudadanía participe y juegue un papel protagónico activo a la hora de tomar las decisiones que afecten su futuro, en la certeza que la democracia es un sistema que se construye día a día, con la participación ciudadana activa y no solamente a la hora de votar. Requerimos de una sociedad civil diversa, incluyente y presente, que no sea parte únicamente de los diagnósticos, sino que genere acciones y soluciones a los problemas sociales, haciendo frente a la lacerante inequidad y desigualdad que vivimos.
Los mecanismos de participación ciudadana y control social deben fortalecerse, su presencia y activismo es esencial para consolidar la gobernabilidad, la democratización y la pacificación de la sociedad. La sociedad civil siempre está un paso adelante y es la primera en alertar sobre los riesgos y sobre los principales problemas que podemos vislumbrar en el futuro, siendo clave para construir y articular agendas regionales que en muchos casos sustituyen la incapacidad de los gobiernos y actores tradicionales para atacar los problemas contemporáneos; razón por la que esté llamada a ser un actor protagónico en la activación de los mecanismos de democracia directa, impulsando la celebración de referéndums y consultas populares y logrando movilizar a la opinión pública para que se pronuncie sobre los temas de interés general, importante sobre manera lo cual, toda vez que la buena salud de nuestras democracias depende en gran medida de la participación activa y la organización de la gente, en la afirmación que no podemos tener sociedades indiferentes y ausentes del debate público, sino generar sociedades críticas e informadas. La sociedad civil debe ejercer su potestad de control social y exigir cuentas a sus mandatarios, ya que de su mano tenemos el antídoto para enfrentar los vientos autoritarios que nos acechan y pretenden avasallarnos de manera antidemocrática.
*Jurista.