Un bombardeo en Beirut, capital libanesa, eleva a 11 la cifra de muertos y a 63 la de heridos en las últimas horas. «Un alto cargo de Hezbolá era el objetivo», afirmó una fuente de seguridad libanesa quien agregó que, de momento, «no es posible saber si murió».
El ataque se produjo contra un edificio de ocho plantas en el centro de esa ciudad , indicó el Ministerio de Salud Pública libanés en su más reciente balance. La identidad de los fallecidos está a la espera de los resultados de las pruebas de ADN.
Estos hechos se desencadenan en un momento de máxima tensión en Medio Oriente y mientras no han resultado exitosos los intentos de otros países por un alto al fuego. En esa guerra con Líbano, Israel busca debilitar al movimiento proiraní Hezbolá, aliados de Irán, uno de sus más ‘acérrimos’ enemigos.
Previamente, el mediador estadounidense, Amos Hochstein, sostuvo un encuentro con el exministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant. El tema abordado fue «los importantes avances» para llegar a un alto el fuego.
Sin embargo, no se trata del único frente en su lucha. De otro lado, también está el movimiento islamista Hamás con el que el conflicto se agudizó desde octubre de 2023 cuando ese grupo lanzó un ataque en el sur de Israel. Desde entonces, las hostilidades entre ambos no dan señales de ceder.
De otro lado, esta semana el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), hizo un llamado a respetar las órdenes de arresto emitidas contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, además de su exministro de Defensa, Yoav Gallant. Lo anterior, en respuesta a la presunta comisión de crímenes de guerra en territorio palestino.