Hay temor por el anuncio de bloqueo armado por parte del Frente de Guerra Occidental Ogli Padilla del ELN, que delinque en el Chocó, suroeste de Antioquia, Risaralda, norte del Valle y el occidente de Caldas, y que dentro de sus intimidaciones incluye la toma de los ríos San Juan, Sipí y Cajón en Chocó, como respuesta a la supuesta presencia de grupos “paramilitares” del Clan del Golfo en diversas comunidades.
Líderes sociales en Risaralda, como Einsehower D’Janon Zapata, vocero de la Mesa Nacional de Víctimas, advierten que las repercusiones del bloqueo se extenderán hasta el departamento y afectarán la vía Panamericana, ruta estratégica para el transporte de pasajeros y bienes esenciales como alimentos, combustible y medicamentos.
«Frente al tema de la declaratoria del bloqueo armado… esta mañana escuchábamos a varios jefes del del ELN diciendo que esta acción armada no estaba autorizada, pero el frente occidental es rebelde; frente a eso, toman sus propias decisiones, lo que significa que tendremos comunidades en el territorio confinadas, afectando gravemente a las poblaciones indígenas y negras que en límites entre Risaralda y Chocó hacen tránsito por los ríos y la vía Panamericana, donde empiezan a sufrir estas personas por la escasez de alimentos y el poder acceder a medicamentos y combustibles, pues por miedo los transportadores dejan de movilizar por el corredor vial entre el corregimiento de Santa Cecilia en Risaralda y los municipios del Choco».
Jaime Gutiérrez Ospina, líder social y asesor de la Confederación Nacional de la Acción Comunal, señaló posibles incidentes que se podrían presentar como la quema de buses, extorsiones, secuestros y un fuerte impacto económico.
Mientras tanto, gobernadores de Caldas, Antioquia, Tolima, Quindío y Risaralda, reunidos en un consejo de seguridad en Viterbo, Caldas, evalúan medidas de seguridad para reforzar las áreas limítrofes con el Chocó, donde se ha reportado presencia constante del ELN.