Diario del Cesar
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Petro se burla de las marchas y dice que fue la ´clase dominante´

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Con un video del asesinado comediante Jaime Garzón en el que aparecía en una marcha, el presidente de la República, Gustavo Petro, hizo referencia a las multitudinarias marchas que se realizaron en su contra hoy en la mayoría de las capitales del país, a las cuales salieron más de 400 mil personas.

Su pronunciamiento lo hizo en la red X, el cual lo acompañó con el título de “La clase dominante”, lo que llevó a que de inmediato varios sectores en el Congreso de le contestaran en rechazo a su aseveración.

“No minimice la marcha ¿Por qué no acepta que perdió las calles? Véala como una oportunidad de hacerse autocrítica”, le escribió el senador opositor de Cambio Radical, Carlos Fernando Motoa, quien además consideró que Petro perdió las calles.

También salió a cuestionarlo la senadora de la Alianza Verde, Angélica Lozano, quien expresó que “patético presidente Gustavo Petro que se burle, desprecie y minimice el genuino descontento ciudadano con su gobierno”.

Otro duro crítico de Petro, el senador JP Hernández, al respecto sostuvo “ningún presidente puede llegar al poder a hacer lo que se le da la gana”.

Contrario a lo hecho por Petro, la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia y mano derecha del mandatario, Laura Sarabia, señaló que “hoy debemos tener la grandeza de reconocer que muchas personas se movilizaron, que lo hicieron con todas las garantías y pudieron expresar su descontento. Esta es una semana que como gobierno debemos afrontar en reflexión y autocrítica”.

LA GENTE RAJA AL GOBIERNO

No es una mera percepción. La más reciente encuesta de Invamer Poll dejó al descubierto las costuras del gobierno de Gustavo Petro: si bien al comienzo de su mandato apenas el 20 % –uno de cada cinco colombianos– desaprobaba su desempeño, el Jefe de Estado logró en año y medio de gobierno lo impensable y triplicó ese porcentaje. Hoy el 60 % lo raja

Por si fuera poco, el 70 % considera que las cosas en Colombia están empeorando y, si bien aún está lejos del 90 % que llegó a tener Iván Duque, se trata de un indicador que contrasta de lejos con las expectativas que envolvían al primer gobierno de izquierda en el país.

Aunque son sectores de derecha y de oposición radical salieron a las marchas, a la jornada también aterrizaron petristas desencantados, sectores de centro y una parte del electorado que, si bien miraba con recelo a Gustavo Petro, nunca imaginó tal descalabro en materia de gestión, mando y conducción del país.

“El momento del presidente y la carga de las decisiones recientes sobre la salud, las pensiones entre otras de sus reformas brinda un contexto que permite el encuentro entre múltiples voces que van más allá de la oposición radical y ha permitido vincular a la protesta a sectores del centro del espectro político, así como a grupos de ciudadanos que se ven afectados con estas decisiones y proyectos”, le explica a este diario el politólogo Humberto Librado, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana.

PERDIÓ LA CALLE

No deja de ser paradójico, además, que el escenario sea el que otrora era uno de los baluartes del hoy mandatario: la calle. Petro perdió la calle y la calle se alejó del mandatario. En pocas palabras, la calle ya no le copia a Petro. Y al no copiarle le expresa su rechazo, indignación y desaprobación.

“El hecho de que la oposición le ha ganado hoy la calle al Presidente y eso es muy importante y es una prueba del pulso que solo Petro la ha perdido En varias oportunidades Petro planteó la calle como su escenario y allí la oposición se le ha medido y lo ha derrotado, falta ver que dicen las urnas´, dijo el analista Juan Carlos Mendoza

TODAVIA HAY APOYO, PERO MUCHO MENOS

Con todo, no se puede desconocer que hay un importante segmento de la sociedad que, aunque igual de descontento y contrariado con el “gobierno del cambio”, no está dispuesto a aceptar el fracaso. Ello lo consideran como ´ofensa inadmisible´ y persiste en apoyar al mandatario, pero con la convicción de que su mandato ha sido un fracaso.

RESIGNACIÓN

El propio Petro, con un asomo de resignación, dio la bienvenida a las marchas y –dejando de lado su ojo inquisidor y confrontacional– no menospreció la jornada; reconoció que los sectores que marcharán forman parte de la fuerza popular.

“Bienvenidas las marchas. He convocado el poder constituyente y eso incluye a toda la fuerza popular. Le he pedido al Ministerio del Interior y al Ministerio de Defensa brindar todas las garantías para que la gente se movilice y se exprese con toda la libertad”, manifestó el jefe de Estado desde su poltrona favorita, la red social X (antes Twitter).

Sin embargo, a los pocos minutos reculó y sorprendió con otro mensaje en X en el que dejó al desnudo su estrategia para contrarrestar las marchas: otra marcha. Petro anunció que el próximo 1° de mayo, en el marco de las tradicionales concentraciones por el Día del Trabajo, se movilizará y hablará desde la Plaza de Bolívar con la excusa de defender su reforma pensional y su reforma a la educación.

El gran interrogante que salta a la vista es: ¿escuchará Petro al poder constituyente?