Diario del Cesar
Defiende la región

En parqueadero de motos convierten el área de observación del HRPL

420

POR: NINOSKA REYES URDANETA

En cuidados intensivos, así se encuentra el Hospital Rosario Pumarejo de López en Valledupar. Durante las últimas semanas, a los conflictos laborales con el personal médico y asistencial, se sumó el servicio de vigilancia, cuya empresa decidió retirarse por falta de pago y hoy día el centro de salud se encuentra a merced de la delincuencia, mientras las personas entran y salen como ‘Pedro por su casa’ a cualquier hora del día.

Ante este panorama desolador, en horas de la noche los pocos trabajadores que quedan en el hospital, convierten el área de observación, que luce vacía por falta de pacientes, en parqueadero de motocicletas, ante el temor de ser víctimas de robo, ya que los accesos están libres y no hay control de quien entra y sale.

Mientras que en el día, el parqueadero del centro de salud parece un estacionamiento municipal, los vehículos de particulares, médicos y cualquier persona que ingresa al recinto, los dejan donde mejor les perece, ya que no hay nadie que evite la anarquía y el despelote.

Las ventas de comida, vendedores ambulantes, taxistas y mototaxistas también se retiran del lugar a cierta hora del día por el temor a los delincuentes, mientras que los pocos pacientes que llegan son bajados de las ambulancias o vehículos particulares, por los camilleros, quienes ahora están de auxiliares de servicios generales.

La puerta principal está de par en par, los portones de acceso a urgencias y consulta externa, también los abren y cierran cualquier ciudadano. “Aquí ya no hay control, el hospital está solo totalmente, su funcionamiento se está apagando poco a poco y hasta ahora nadie dice nada, es lamentable”, dijo uno de los camilleros del centro de salud, a quien le ha tocado salir a la puerta a limitar los accesos para preservar su integridad y la de sus compañeros.

Pero los pacientes también sufren las consecuencias, tal es el caso de Carlos Andrade Urdaneta, quien afirmó tener a su esposa internada desde la noche del miércoles y por la soledad que reina en el lugar. “Entré y dormí en la habitación donde está internada mi compañera, nadie me dijo nada, aquí todos el mundo hace lo que quiere”.

En el área externa se encontraba Luis Alonso, vendedor de desayunos quien afirmó que es lamentable ver cómo han acabado con el hospital. “En nuestro caso la afectación es con las ventas, ahora aquí no hay nadie por fuera, esto es una soledad grande que ni las palomas y los pájaros se quedan”.

El congresista Eloy ‘Chichi’ Quintero manifestó, que la situación que vive el Hospital Rosario Pumarejo de López, estaba anunciada desde hace mucho tiempo. “Hay que cambiar de política en cuanto al manejo del hospital, el Gobierno giró 15.000 millones de pesos y no duraron 48 horas. Hoy de adeudan a los empleados, a los médicos y a todo el personal que labora, entre 12 y 14 meses de salario”.

Se espera por la intervención de la Supersalud, ojalá y se tomen los correctivos de inmediato, ya que de lo contrario será muy triste que se cierre un hospital de tanta jerarquía y tradición en Valledupar.

Entre tanto, más de 10.000 cesarenses, firmaron un derecho de petición, que ya fue radicado a la Supersalud, exigiendo la inmediata intervención, ya que es la única salida que se tiene para terminar con esta barbarie en la que han dejado el HRPL.

La Gobernación del Cesar también ha solicitado acciones al Gobierno nacional, además de proponer someter el hospital a la Ley 550 y ejercer control sobre las EPS, que se han llevado los pacientes al sector privado.