Leonardo Enrique Sierra Jiménez, de 19 años, fue asesinado a bala en la madrugada de ayer en el sector de Pescaíto, margen derecha del río Guatapurí de Valledupar, a escasos metros de su casa.
Una llamada marcó los últimos minutos de vida de un joven de 18 años que fue asesinado a bala en la madrugada de este domingo en el sector del Pescaíto, ubicado en una zona vulnerable de la margen derecha del río Guatapurí, en plena vía pública.
La víctima fue identificada como Leonardo Enrique Sierra Jiménez, quien de acuerdo a la información entregada por las autoridades, recibió una llamada en su celular que lo hizo salir de su casa para encontrarse con una persona a pocos metros de la misma, y en el trayecto fue sorprendido por un sujeto que le propinó tres certeros disparos a la altura de la cabeza, que lo dejaron tendido e inerte de manera inmediata.
“Lo que conocemos sobre el caso es que él (la víctima) se encontraba en su residencia y lo llama alguien, sale a encontrarse con esa persona que lo llamó ysegún lo que dice la esposa, lo ultimaron en la esquina saliendo de su casa ahí en el barrio el Pescaíto”, indicó el comandante de Policía Cesar, coronel Lácides Ramos.
Señaló también que de acuerdo a las pesquisas preliminares realizadas por los peritos judiciales a cargo de investigar el crimen, al parecer la persona que lo atacó a muerte se movilizaba a pie por la zona y tras cometer el asesinato, huyó de manera rápida por el sector en mención.
Una vez fueron enterados de lo sucedido, funcionarios de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, de la Policía del Cesar, hizo presencia en el lugar para efectuar las labores de vecindario y a su vez, para realizar la inspección técnica al cadáver que en la mañana de ayer fue trasladado a la morgue del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, a fin de que le practicaran la necropsia de rigor.
Según la información entregada por autoridades policiales, Leonardo Enrique Sierra Jiménez tenía antecedentes por el delito de porte ilegal de armas de fuego, sobre el que le pesa un registro de captura con fecha del 2017.
Se conoció también que era padre de un menor, era hincha ferviente del Junior de Barranquilla y se ganaba la vida realizando oficios varios.