Diario del Cesar
Defiende la región

La seguridad vial en el Cesar, perdió el año

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El año que está por terminar rajó al departamento del Cesar en materia de seguridad vial, lamentable y dolorosamente con un elevado número de víctimas. La gente se acostumbró a leer titulares como: ´la muerte rueda por las carreteras del Cesar´, u otros más dramáticos como ´la muerte anda en  moto´ para reflejar lo que ciertamente ocurre en nuestras carreteras.

Para las autoridades, los accidentes en los cuales hay víctimas, casi siempre han ocurrido por algún error humano, o abuso del licor. Y para ello es necesario recordarles que nos hace falta más conciencia ciudadana,  además se requiere la severidad en las sanciones y que las autoridades sean implacables con quienes burlan la norma. Se trata, sencillamente, de salvar vidas.

Para nadie es un secreto que los motociclistas en su gran mayoría tienden a conducir en estado de alicoramiento y quienes lo hacen casi siempre tienen un accidente en el que pierden la vida. Y esto no es nada nuevo. Simplemente que se trata de personas irresponsables a las que no les importa la vida de ellos, ni la de los demás.

A pesar de los innumerables casos de accidentes causados por conducir en estado de embriaguez, de las millonarias multas por manejar con licor y de las dolorosísimas historias de muertes de personas inocentes a manos de conductores borrachos, los cesarenses y en general  los colombianos aún no toman conciencia de la gravedad de lo que significa manejar en estado de alicoramiento ni la responsabilidad que demanda el conducir un vehículos.

A pesar de que se han expedido numerosas leyes incrementando el valor de las multas a quienes conduzcan un vehículo en estado de embriaguez,  pareciera que a los irresponsables no les importara, es decir, les importa un pepino lo que disponga la norma. Por eso celebramos que se comience a tramitar un proyecto de ley que determine la perdida de por vida de la licencia de conducir para quien conduzca en estado de beodez cualquiera que sea el grado de alcoholemia. Debe acabarse la gradualidad, el consentimiento absurdo de sanciones por primera vez, por segunda y por tercera. Basta con que la norma de infrinja para ir depurando el universo de los que conducen de manera irresponsable.

En esta época de fiestas decembrinas es claro que aumenta  el consumo de alcohol. El llamado es a ser conscientes y entender que consumir licor y manejar no es un juego. Es la propia vida y la de personas inocentes la que está de por medio cuando se toma la errada decisión de conducir tras consumir alcohol. Muchos siguen creyendo que si se trata de un par de tragos “no pasa nada”. Craso error de aquel que decide tomar el volante bajo esta falsa creencia.

Hoy existen diversas opciones de servicio de “conductor elegido”, e incluso las mismas aseguradoras están a disposición para atender una solicitud en este sentido. De modo que no hay excusa para abstenerse de manejar cuando se ha ingerido licor.

Hágalo por su familia si es que a usted la vida no le importa. Las carreteras del Cesar no pueden seguir convertidas en morgues, con cadáveres regados por todas partes producto de la accidentalidad vial. El propósito que nos debe unir a todos es el de salvar vidas.