Un cesarense entre los muertos en la frontera
Desde el municipio de Chimichagua (Cesar) con destino hacia Cúcuta (Norte de Santander) se trasladó Henry Guillén, padre del joven Yerry Guillén Hernández, de 20 años, que fue asesinado en la frontera con Venezuela, más exactamente en Palmarito, con el fin de reclamar el cadáver de su hijo.
“Tengo conocimiento de que fue un enfrentamiento que hubo entre las autodefensas y subversión. Mi hijo se fue de la casa y no teníamos conocimiento de donde estaba, solo que hace dos meses había salido del Ejército, él vivía en Saloa, jurisdicción de Chimichagua. Nos enteramos de lo sucedido porque mandaron una información a los concejales y me llamaron a decirme. Mi hijo no había tenido problemas con nadie y lamentamos la decisión que haya tomado. Estoy en Cúcuta para reclamar el cuerpo. La mujer de mi hijo está embarazada”, contó Henry Guillén.
La masacre llevada a cabo el pasado fin de semana se dio tras un fuerte enfrentamiento en la zona de frontera, entre grupos armados ilegales, que dejó como saldo 8 víctimas dentro de estas aYerry Guillén Hernández.
Cabe mencionar que las víctimas de este hecho fueron identificadas como: Víctor Manuel batista Páez, Yunier Andrés Sánchez Ibarra, Gustavo Mosquera Moreno, Víctor González Masson, Pedro Nel Paternina Díaz, Yerry Hernández Guillén y Saúl Barbosa Molina; son los nombres de los 7 cuerpos identificados, todos de nacionalidad colombiana.
En la zona hay disputas entre colectivos venezolanos, ELN y Los Rastrojos. Todos se disputan rutas de narcotráfico y contrabando. Según los habitantes de esta zona rural de Cúcuta, los cuerpos fueron dejados por una camioneta escoltada por ocho hombres que se movilizaban en motocicletas, fuertemente armados.
Henry Guillén, solo espera reclamar el cuerpo de su hijo, oriundo de Saloa (Cesar) a fin de darle cristiana sepultura en Chimichagua.