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Iglesia católica celebra Eucaristía de liberación y sanación en Valledupar       

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POR:
NINOSKA
REYES URDANETA

Entre 7.000 y 9.000 personas de Colombia, Perú, Panamá y Ecuador se esperan recibir hoy a partir de las 6 p. m. en la plaza Alfonso López de Valledupar, para una eucaristía de liberación y sanación de la Iglesia católica. Contará con la participación del misionero del papa Francisco, el padre Claudio Barbut, proveniente de la Diócesis de Rumania.

Así lo informó al DIARIO DEL CESAR el padre Doriam Rocha, párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción de Valledupar y exorcista de la Diócesis, quien agregó que presidirá  la eucaristía junto a tres sacerdotes más, entre los que se encuentra el padre Irwin José Salazar, proveniente de la Diócesis de Cabimas en Venezuela.

La actividad, promovida por la parroquia Inmaculada Concepción de la Diócesis de Valledupar, consistirá en plantear el perdón como fuente de liberación y sanación interior, además trabajar en el tema de la sanación física y espiritual, luego el exorcismo de los sacramentales como el agua, aceite, sal, crucifijos, medallas, entre otros, para que la gente tenga una herramienta de protección.

El padre Claudio Barbut, es un sacerdote rumano ordenado hace 30 años que trabajó en el Consejo Pontificio para la Familia, de la mano del papa Juan Pablo II durante 10 años; también lo hizo con el papa Benedicto y ahora es misionero de la misericordia del papa Francisco.

Por petición de la Iglesia recorre el mundo entero con el don de la sanación. Visita en el año una Nación, demora 40 días ayunando por tener el don especial de la sanación.

La jornada se inicia con la oración y confesiones, para luego dar paso a la eucaristía, se expone el Santísimo y se empieza a orar por cada persona, por cada situación, explicó el padre Rocha.

Agregó que la gente en Valledupar acoge muy bien el don de la sanación, hay personas que sufren todas las perturbaciones del maligno, que su enfermedad no es física, sino  espiritual como la depresión y el desánimo, situaciones que han llevado a elevar la tasas de suicidio en la capital del Cesar.

“Todo lo que nos afecta física, psíquica y espiritualmente, no viene de Dios, sino del demonio, porque Dios siempre quiere que todos estemos bien”, dijo.

Explicó el padre Doriam Rocha, quela Iglesia tiene una parte ordinaria como los sacramentos que son de sanación y el medio más grande que tiene el hombre crea o no. En la acción extraordinaria, están las opresiones demoniacas como la dependencia al alcohol, la droga, a una sexualidad desorientada y la ludopatía que está arrastrando a tantos jóvenes en la sociedad.

Por otro están las infestaciones, que tienen que ver con los entierros, maleficios, contaminaciones de la ropa, lugares, entre otras acciones. También existen las vejaciones, que es cuando le ponen un espíritu a la persona que le muerde, aruña, lo llama, abre y cierra las puertas, extravía las cosas, enferma y ocasiona accidentes que no tienen una explicación lógica ni científica.

Y por último, están las posesiones que son pocos los casos en el mundo, y es cuando ya el demonio maneja a una persona en su totalidad, y la lleva a hacer cosas que se salen de control.

Ante estas situaciones, la Iglesia tiene unas oraciones de deprecativas, a través de las cuales se le pide a Dios que libere y sane a las personas; también están las oraciones imperativas que solo hace un sacerdote con la facultad del Obispo, que se llaman exorcistas.

La eucaristía de sanación es un momento único, ya que muchas personas empiezan a sentir la presencia de Dios. Algunos lloran, a otros les tiembla el cuerpo, gritan o reciben un descanso del espíritu y se desploman. En algunos casos se presentan comportamientos violentos.

“Cuando uno empieza a tocar a través de la oración, esas partes sensibles, la gente llora y sufre. Allí es donde se le va pidiendo a Dios que vaya sanando cada etapa de la vida, desde tu concepción, niñez, adolescencia, hasta la edad que tiene hoy”, explicó el padre.

Lo primero que hay que hacer es abrirse, porque muchas personas se bloquean por las cosas que le hacen daño, pero a su vez, todo proceso que se abre toca cerrarlo, porque la persona no sale del abismo en el que se encuentra.

Luego del tema de la sanación a través del perdón, viene la liberación, es decir, en que herida el demonio aprovechó para actuar. A partir de ese momento las acciones estarán libres y no presionadas por nada ni por nadie.

Reiteró el padre Doriam Rocha que será una experiencia maravillosa, de acercamiento con Dios y de nuevos ciclos para las personas que necesitan liberación y sanación.

“La invitación está extendida a todos los hermanos de cualquier religión, condición, lengua y nación. Recibiremos a los hermanos que tengan la certeza del justo Job: no conoció la razón del sufrimiento, pero si el poder de Dios”, afirmó.