Una tradición de más de 100 años que se niega a desaparecer
POR:
EDUARDO
MOSCOTE SIERRA
La alegría de los vallenatos se sintió con una inesperada noticia al iniciar el 2020: “regresarán los carnavales”, anunció durante el cumpleaños 470 de Valledupar, el alcalde Mello Castro. Un sonoro aplauso de inmediato se apoderó del parque de la Leyenda Vallenata, desde donde se pronunció el mandatario.
El jolgorio se apoderó de los ‘carnavaleros’ que hace más de 15 años no vivían estas festividades que se sintieron por primera vez, de manera oficial, en 1906, aunque historiadores datan su existencia desde el siglo XIX.
Aunque esta celebración se identifica con Barranquilla, al igual que el Festival Vallenato, este evento era conocido como el que ofrecía uno de los mejores espectáculos desde Valledupar. Sonaban las tamboras, las cumbias, el pilón y los porros que movían hombres y hacían bailar a todos los que llegaban a gozarse las fiestas.
Recuerda el historiador Tomás Darío Gutiérrez que a pesar de que el carnaval era una fiesta organizada en Europa por las clases dominantes, de alguna manera se esparció por varias partes del mundo. Colombia lo sintetizó y tanto negros como indios lo enriquecieron más.
“Desde el siglo XIX se viene hablando del carnaval en estas zonas, eran muy nombrados los organizados en el corregimiento de la Junta y su municipio San Juan del Cesar (La Guajira), como los de Valledupar. Fue cuando escuché con curiosidad que hablaban de la danza del garabato”, ritmo que afirma provino también del continente del ‘Viejo Mundo’.
Aunque los carnavales tienen sus orígenes lejos de la capital mundial del vallenato, para Gutiérrez es oportuno decir que, hace parte de los orígenes y tradiciones del Caribe colombiano, al tener componentes culturales de esta parte del país.
Fue modernizado con ideas de una triétnia plena, asegura: “Tiene la danza del coñongo (Tamalameque), la danza de la farota (Bolívar); las tamboras de ‘El Pajazo’ y Chandé (Magdalena)”.
LA CAPITAL DEL CESAR
Además del Festival de la Leyenda Vallenata, el carnaval se convirtió en una de las fiestas tradicionales de Valledupar. Muchos ‘carnavaleros’ resaltaban al ser organizadores y protectores de estas festividades desarrolladas entre mediados de enero y febrero.
Óscar Pupo Martínez, Evaristo Gutiérrez, los hermanos González, Carlos Vidal, Víctor Cohen, Leonel Aroca, Víctor Camarillo; Rodolfo Campo Soto, Álvaro Muñoz Vélez, Fausto Cotes, Bore Luque, Alfonso Vidal, Bony Maestre, Rodrigo Tovar, Efraín Lacera, Sanín Murcia, el ‘Compita’ Jácome, Orlando Torres, César Maestre, Abelito y Adalberto Verdecia, Jaime Olivella, William Quiroz, fueron íconos de este jolgorio, pues salían a las calles contagiando al pueblo de baile, música, maicena y reinas.
En el artículo ‘La historial del Carnaval de Valledupar’, de Carlos Calderón’, quien ha asumido como presidente del carnaval, comentó que las fiestas nacieron por el interés de Óscar Pupo Martínez y su capataz, Fidel Mejía Fuentes, interesados por el interés cultural y el deseo de animar la vida local de manera trascendental. Formaron grupos de baile e incluso impulsaron la danza del pilón.
Habría iniciado sus primeros bailes en 1906 con una conformación dividida, pues narra Calderón que mientras la gente adinerada organizaba sus fiestas; los considerados de “segunda y tercera” con dineros donados de los primeros, intentaban seguir un modelo de festejo parecido.
En 1907 fue más completo el festejo, se eligió la primera reina: Carmen Pupo de Pupo (esposa de Oscar Pupo). Al tiempo, los menos adinerados también coronaron a su reina, Sixta Torres: “la reina del carnaval y reina de los pobres durante cuarenta años”, comentó Calderón.
45 AÑOS DESPUÉS
En 1952, unos 40 años después se conformaría un ‘nuevo’ carnaval gracias a los trabajos de Víctor Cohen Salazar, Marcelo Calderón y la familia Barrios. “Ellos permitieron la llegada de un músico llamado Luis Antonio Cotes para formar la primera banda orquestal”, explicó Carlos Calderón.
La banda se conocía como “Los Picapiedras” y ayudó a la inauguración de cuatro salones prestos para vivir este jolgorio disfrutado al compás de la música de viento (trompetas, clarinetes y saxofones); las personas iban disfrazadas o enmascaradas a disfrutar de una ‘lluvia’ de wiski toda la noche.
Los desfiles con carrozas adornadas que cargan a sus reinas y comitiva comenzaron en 1976 al nacer el barrio Jorge Dangond.
LAS REINAS DEL CARNAVAL
El título de reina, al igual que el de Barranquilla, era peleado y tomado muy enserio por quienes creían ser merecedoras de este reconocimiento que tomó aún más popularidad que las enviadas al Concurso Nacional de Belleza.
Bellas damas de pelo largo y piel trigueña se postulaban para coronarse, poseer el cetro y otros adornos que la catalogaban como reina.
Las ganadoras recibían además otros elementos como brazalete de oro y en ocasiones, apoyo de la junta directiva para estudios, bajo la norma que la soberana debería mantener no solo belleza sino abundante inteligencia.
Calderón, gestor carnavalero, afirmó que “a pesar de que el carnaval vive un detrimento, en sus momentos de esplendor tuvo reinas incluso más destacadas que las representantes del Cesar al reinado Nacional de la belleza”.
Trajo a colación nombres como el de Gloria Pumarejo de Ovalle, Cecilia Pupo, Astrid Baute Uhía, María Inés Castro de Ariza, Palmina Daza Daza, Yoleth Carreño, Blanca Sánchez Vásquez, Beatriz Herrera, Elizabeth Daza, Mirian Herrera Hazbun, Zulai Sánchez, Libis de la Ossa, Yulibeth Mendoza, Mónica Palma y Tatiana Calderón Vega.
“Ellas tejieron parte de la historia del carnaval, cuando era pleno, cuando existían los grandes desfiles, las grandes comparsas, las carrozas y las guachernas (…) las reinas son una pieza clave dentro del carnaval porque son las que motivan a las comunidades para realizar las diferentes actividades programadas, llevándole alegría, unión y derroche de felicidad a su gente”.
LA POPULAR TRADICIÓN DE LAS NOCHES DE CARNAVAL
Las casetas, son consideradas base fundamental dentro de la celebración de los carnavales. En Valledupar siempre han existido y servido como escenario para ‘catapultar’ las reinas, comparsas y otras actividades. Así como orquestas y grupos musicales.
Nuevamente, Tomás Darío Gutiérrez, comenta que hace unos 60 años atrás la ‘batuta’ de estas tablas se centraba en el Club Valledupar. Pero los años y el fervor carnavalero florecieron otros lugares aún recordados.
Los salones o casetas Central, La Pollera Colorá, Rancho Alegre, Broadway, Brasilia y la Cañahuatera fueron los más apetecidas durante muchos años, pues los bailes eran agrupaciones nacionales e internacionales: Reyes Torres, Pello Torres, La Cieguita, Pastor López, a más de las famosas orquestas de Colombia y Venezuela, inclusive de Puerto Rico y República Dominicana.
Tiempo después, ante el crecimiento de Valledupar, se popularizó aún más los carnavales. Cada barrio ‘armaba’ su caseta e invitaban a los ya famosos grupos vallenatos de las ‘épocas de oros’ como los Hermanos Zuleta, Hermanos López, El Binomio de Oro y Los Betos.
SE ESFUMARON Y VUELVEN A APARECER
Jaime Olivella, ex presidente de la junta directiva del carnaval indicó que dicha fiesta “fue desapareciendo desde que los alcaldes politiqueros empezaron a nombrar en la junta del carnaval a sus áulicos, quienes, en vez de hacer carnaval, lo que iban era a buscar votos. Hoy los organizadores tratan de cobrarle fuerza al carnaval”. No obstante, la situación parece mostrar otra cara.
Ciro Pupo, coordinador de los carnavales 2020 manifestó que hace unos 15 años Valledupar disminuyó la importancia de estas festividades, lo que pudo hacer que Barranquilla recibiera todo el reconocimiento. No obstante, esperan que las calles vallenatas en esta nueva década inicien adornadas de un derroche colorido y alegría propia de la fiesta.
REGRESO DE LOS CARNAVALES
Aunque en un momento se habría decidido solo festejar el Festival Vallenato al ser el más memorable para la ciudad, y desplazando los carnavales; Valledupar se prepara para la lectura de bando del próximo 18 de enero, con el que se oficializan estas fiestas.
Las canciones de los cantantes ‘Checo’ Acosta, Joe Arroyo, La Niña Emilia, Juan Piña, Farid Ortiz y Totó la Momposina resonarán durante un mes manteniendo ‘alborotadas’, alegres y con disfraces, comparsas, reinas y demás grupos la ciudad.
El Decreto 000004 del 3 de enero reglamenta y oficializa los carnavales “por el cual se autorizan las fiestas culturales del carnaval 2020 y se integra a la junta de la organización”. Se desarrollarían desde el sábado 18 de enero con la lectura del bando en la plaza Alfonso López hasta el domingo 23 de febrero del 2020.
“Queremos apostarle a nuestras raíces, a lo que somos y siempre nos ha dado a conocer: el carnaval es uno de esas fiestas que vivimos y gozamos (…) uniremos los barrios, municipios y corregimientos, todo para rescatar esta festividad del pueblo”, acotó el mandatario vallenato.