Diario del Cesar
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Hace 42 años Camilo Namén se encontró con el diablo

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Por: WILLIAM ROSADO RINCONES

Detrás de casi todas las canciones antológicas del vallenato tradicional se esconde una historia, esa era la esencia de los viejos compositores que utilizaban su musa para trasladar sus pensamientos y fortalecer la tradición oral, la que infortunadamente fue devorada por la tecnología y los medios de comunicación masiva.

Ese tipo de letras y de mensajes son episodios anclados en el olvido, la inmediatez facilitó las secuencias de métricas, melodías y letras que no guardan relación con el recuerdo, sus contenidos son fugaces aleteos de sucesos pasajeros, rompiendo el vínculo de las realidades con la historia.

Un día como hoy 3 de noviembre, quedó marcado en el almanaque folclórico de la provincia un incidente grave que casi le cuesta la vida a uno de los compositores más prolíficos de la vieja guardia, a Camilo Namén Rapalino, quien casi fallece en un accidente de tránsito que lo dejó gravemente herido y que meses después, narró con una canción que se volvió inmortal.

El suceso, en vez de lamentos, motivó al compositor después de su recuperación, con la lucidez de una mente nacida para componer, a armar las más dicientes estrofas, y de manera sarcástica se burló de la muerte con una picaresca que, solo su imaginación pudo engranar.

EL ENCUENTRO CON EL DIABLO

El tema lo tituló ‘El Encuentro con el Diablo’ y fue grabado por los hermanos Zuleta, ´Poncho´y Emiliano. El tema, a las pocas horas de estar en el mercado se convirtió en el más grande suceso, hasta extenderse de diciembre a carnavales, siendo motivo de disfraces comparsas y hasta casetas bautizaron con ese nombre en un barrio popular de Valledupar.

“Me dicen que 3 de noviembre

La radio una noticia dio

Y así lo gritaba la gente

Un parrandero bueno se murió

Y San Pedro conmigo fue indiferente

Y llegando a la puerta me rechazó”

Esta canción que narra el hecho infortunado, despliega la realidad del percance con el humor impregnado que lleva ‘Camilito’ Namén en su alma chimichaguera, inmersa en un ser blindado, cual Aquiles el héroe  de la mitología griega, en la laguna Estigia, con la coincidencia que a Camilo, también lo sumergieron desde niño, pero en la Ciénaga de Zapatosa a orillas de su pueblo Chimichagua de donde salió igualmente revestido de su fortaleza física y mental.

Por eso, a ese dolor de los golpes del accidente le sacó provecho para decir en medio de melodía y de rima, que San Pedro se dio cuenta de lo mala gente que era y se fue a consultar con Dios para que lo mandara al infierno.

“Me dijo parece usted mala gente

Déjeme consultar esto con Dios

Me tenía esperando la respuesta

Me sentía bastante preocupado

Y me dijo aquí Dios no lo acepta

Porque usted ha cometido muchos pecados”

Relata el compositor que después de la consulta, el todopoderoso lo envío directo al infierno para que pagara su condena, pero ni el mismo satán le quiso abrir la puerta y en una especie de indulto lo devolvió a la tierra para que siguiera su vida parrandera, pero lo conminó a que le llevará un mensaje a los perniciosos amigos de parrandas que seguían haciendo ‘diabluras’ en la tierra, y que allá en el Averno los estaban esperando. La narrativa metafórica del compositor tejió los versos para expresar así, este suceso, que pasó en pocos días de las lágrimas a las sonrisas.

“Cuando iba saliendo me dijo un diablito:

El diablo q se vaya pá la tierra,

Que todavía usted está jovencito

Y que siga su vida parrandera,

Le dice a Poncho Cotes y a Andrés Becerra

Que aquí lo esperamos ligerito

Que se traiga a Escalona y a Emilianito

Pá que empiecen a pagar su condena

Y al Negro Amaris y a Juanchito

Que pa ellos están listas sus penas”.

En su imaginación este prolífico autor desgrana con facilidad el desenlace de esa historia que por poco deja al vallenato sin el más ‘gigante’ cantor, que alardea la elegancia cuando baila y levanta sus brazos a la emoción parrandera. Precisamente, con ganas de seguir ‘pegándoselos’ se despertó en un hospital y con la sentencia para los emplazados por el diablo, para que arreglaran el asunto porque  él de la tierra más nunca saldría.

“Y después del sustazo que me llevé

Por to lo q estuve pasando

En el san Juan de Dios desperté

Con ganas e bebé y seguir gozando

Pero yo no sé cómo van a hacer

Esa gente que el diablo está esperando

Y si no se corrigen van a ver

El vainazo que les va a echa ese diablo,

Que ya yo mi problema lo arreglé

Porque de la tierra más nunca salgo”

Así de sencillo, un juglar del folclor vallenato como Camilo Namén convirtió un episodio siniestro en una de las páginas más criollas del vallenato y uno de los merengues más originales de la vallenatía, precisamente, es Namén, el más grande embajador de este aire folclórico, en cuyo haber tiene otras páginas que han sido glorias en este engranaje melódico que, poco a poco, han ido perdiendo estos iconos irrepetibles.

CUARENTA Y DOS AÑOS

La canción cumple hoy 42 años de haber sido grabada, lo hicieron los Hermanos Zuleta en el LP titulado, ‘El Cóndor Legendario’ y fue de los temas que más impactaron de esta producción musical, obra basada en un hecho real, tras un aparatoso accidente que sufrió el cantor chimichagüero, pero residenciado hace muchos años en Barranquilla, precisamente, desde la capital del Atlántico partió en ‘tres quince’ esa noche en un vehículo para seguir la bohemia en Santa Marta, pero un desperfecto mecánico lo mandó a una cuneta, por lo que fue internado varios días en un  hospital, en donde según cuenta, se inspiró en ese tema de corte costumbrista que quedó en la historia y el nutrido catálogo de este autor.

Por cosas del destino, el mismo personaje, se vio involucrado en otro accidente años más tarde, lo que también por poco le cuesta la vida y también se inspiró en otro tema como especie de complemento de este, pero no tuvo la trascendencia y casi que pasó desapercibido, tal vez por la frondosidad de esta primera composición, ranqueada en el ‘hall de la fama criolla’ de los patios de la provincia.

Esa otra canción la tituló ‘Guerra con El diablito’, la que grabó en una producción que hizo con las más afamadas canciones de su repertorio, trabajo que realizó por su propia cuenta, para vendérselos a sus amigos y paisanos, la cual se la grabó Ivo Díaz.

Asegura Camilo Namén en su estilo jocoso que, la ‘Guerra con el diablito’ es el complemento de aquel tema del primer accidente el que aparte de haber sido grabado por Los Hermanos Zuleta, también lo internacionalizó el dominicano, Jhony Ventura. Con el segundo accidente, Namén manifestó: que como que sí ahora lo andaba buscando ‘Majoma’ y se lo quería llevar era por pedazos porque hasta una pierna se le partió.

Casi todas las canciones de este autóctono del folclor guardan una historia llena de pureza y expresión tradicional, repletas de un contenido extenso de la historia oral de la comarca, por eso se quedaron ancladas en el alma de los primeros seguidores del folclor.

Para Camilo Namén, la razón de ser de sus composiciones y melodías radica en el compadre, el pueblo, los amores. Las historias, a las que les imprime, además de su capacidad intelectual, un ingrediente fundamental, y es su alta cuota humorística lo que hace de su estilo, una marca personal.

Aunque no es enemigo del progreso y el avance del folclor, si manifiesta que, los muchachos nuevos del vallenato hagan una reflexión para que entiendan que también se puede hacer y cantar vallenato de verdad. Es bueno que se ganen su ‘platica’, pero también es bueno que hagan algo de vallenato”, sostiene con su característico acento parrandero, una de las facetas que más popularidad le ha dado, y que ahora le ha bajado la guardia por el inexorable paso del tiempo.

Esta gloria del folclor vallenato tiene una extensa y exquisita obra, dos de las cuales le perforan el alma: “Recordando mi niñez’, la radiografía de su infancia con sus padres a orillas de la ciénaga en Chimichagua; y ‘Mi gran amigo’, una obra elegiaca que la hizo con el alma partida en honor a su padre fallecido en 1970.

Otras canciones paridas de esa mente prodigiosa son: ‘Ando buscando una mujer’, ‘El libre´, ‘El Reparto’, ‘El rey del amor’, El petate’, ‘Tragedia’, La casa ronera’, ‘Las canas de mi vieja’, ‘La ceiba del Puerto, ‘Recuerdos de mi pueblo’, ‘El Regalo’, ‘Paradojas de la vida’ entre muchas.