¿Qué es vivir y cómo atender el VIH/Sida? Así lo cuentan sus protagonistas. Las cifras de colombianos con el virus se estiman que existe un total de 160.000 personas viviendo con VIH.
POR: EDUARDO MOSCOTE SIERRA
“Como un balde de agua fría, literal”, así recuerda a quien llamaremos Santiago, la primera vez que la psicóloga de la EPS Coomeva sede Loperena, le informó que era VIH positivo. El calendario chuleaba un 17 de enero del 2017 y el reloj marcaba las 11:37 a.m.
Aunque acepta haber sido un joven sexualmente irresponsable, no se imaginó que podía pagar ‘tan caro’.
Comenzó a narrar su historia partiendo de hechos muy puntuales como el de aquél diciembre del 2016; hace memoria y se transporta a una reunión entre amigos, un par de condilomas –enfermedad de transmisión sexual – y verrugas (ocultas) en diferentes partes de su cuerpo.
Ese día uno de los asistentes cuestionó su ‘extrema’ delgadez, sería la séptima persona en tres días se lo habría manifestado, sin contar las repetitivas veces que su madre se lo hacía notar.
“Pensé era consecuencia de los trasnochos, el beber, comer a deshoras, pero no, ya era la enfermedad pasándose facturas mientras, ya tenía diarrea crónica y no la atendía, solo agravaba el proceso (…) mi mamá me insistía que me hiciera un examen de esos, ella conoce el área de salud y se imaginaba que estaba pasando. Ahora entiendo varios de sus comportamientos”, dice Santiago.
Sintió pena, vergüenza y miedo, todo causado por la información: sabía de qué fue producto, decía no tener cara ni valor para comunicárselo a nadie y pensaba que, en cualquier momento, su ahora y eterno diagnóstico, se podría filtrar.
Los anteriores hechos lo llevaron a una depresión profunda sumada a unas 100.000 copias del virus que tenía en ese momento su cuerpo. Ya para ese entonces entraba el mes de febrero: su mamá, tías y un par de primos conocían su situación.
Como una familia le brindaron apoyo, pero manifiesta que poco a poco se fueron alejando, hoy sabe –porque se lo expresaron – obedecía a no verlo triste ante tan estremecedor relato.
Pero mientras se liberaba, comenzaban otros efectos: “Yo le conté a mi mamá y luego mis amigos y mucha de mi familia me dejaron de ver en meses; me negaba, me encerraba, lloraba, me reprochaba, nunca pensé en matarme, eso no”, acota.
Derraba varias lágrimas en el momento que cuenta su historia, mientras espera su turno en la IPS en la que ha recibido atención integral por dos años y varios meses. Decidió no explicar más de ese pasado, que aunque está atrás, no está pisado ni olvidado.
De inmediato lo nombraron, ahí comenzamos el recorrido mensual que Santiago debe hacer hasta el momento, por el resto de su vida.
ESTUDIOS DE CD4 Y CARGA VIRAL
Jhoana Sánchez, enfermera con experiencia por ocho años en la atención de estos usuarios, comentó lo primero que hay que diferenciar es la definición de VIH y Sida, eso ayudará a conocer a fondo el tratamiento y atención que amerita cada uno.
Según la Organización Mundial para la Salud, OMS, el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se encarga de infectar las células del sistema inmunitario, alterando o anulando sus funciones produciendo un deterioro frecuente de ese sistema.
Mientras que, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) es la enfermedad en sí del VIH definida por la presencia de algunas enfermedades oportunidades (20),
“Entonces por eso hacemos controles de carga viral (cantidad del virus) y CD4 (células de defensa), si el paciente tiene defensas mayores a 200 es VIH, si son menores, el paciente está en etapa de Sida. Pero se mejorar con tratamientos que hasta el momento son eternos”.
Al tiempo, la profesional afirmó que el paciente debe y necesita contar con atenciones desde todas las áreas: Psicología, Trabajo Social, Enfermería, nutricionistas, médicos generales, encargados e infectólogos; y servicio farmacéutico.
También necesitan estar constantemente monitoreando su colesterol, triglicérido, la parte hepática, hígado, riñones; y mantener al día el esquema de vacunación de hepatitis, sífilis y neumonías.
“Esto también tiene una recompensa personal, algunos vienen tan críticos que no dan para valerse por sí solos, al cabo de tres o seis meses salen caminando; mantienen los controles y deciden tomar otras riendas para su vida, en ese momento sabemos que salvamos una vida”, acotó Sánchez.
‘EL VIH NOS HA DESPERTADO UNA PARTE SENSIBLE’
DIARIO DEL CESAR conversó con la profesional en Medicina General, médico experta en VIH y médico auditor, Claudia Bechara, quien alude que trabajar sobre esta patología y a favor de quienes la padecen ha sido una experiencia enriquecedora profesional y humana.
“Nos ha despertado una parte sensible a los que nos capacitamos en esta área”, dice la profesional con ocho años trabajando en el campo. Este tiempo, la ha llevado a resaltar los trabajos de la Salud Pública que han servido para mejorar los diagnósticos antes de un deterioro clínico.
“Hemos avanzado en el tema, ahora hay tratamientos con menos esquemas adversos; pero debemos trabajar con la población joven quienes marcan los mayores índices de esta enfermedad: debemos de hacer trabajos desde las casas y colegios hablando sobre la buena y responsable práctica sexual”.
En el momento saltó Santiago, como cambiando de ruta, y le preguntó: “¿qué enfermedades impactan de manera crítica en nosotros?”, a lo que respondió la médica: tuberculosis, toxoplasmosis cerebral, sífilis y criptococosis.
Finalizando la consulta y luego de la valoración, Santiago conoció que tiene 240 de defensas y se encuentra en una etapa indetectable; también que ya completa las vacunas de hepatitis, gripa y neumococo.
TOMARSE LOS MEDICAMENTOS
El efecto de los medicamento se rige bajo parámetros claves: tomarse lo estipulado todos los días a la misma hora favorecerá la adherencia y mostrará resultados positivos del tratamiento antirretroviral, así lo recordó le Farmacéutica Química Claireth Rendón.
Explicó que el VIH se trata de un virus mutante que detecta cuando el paciente deja de suministrarse el tratamiento acordado: “El identifica que algo le oculta lascélulas de defensa y cambia su forma para atacar”.
Como hay pocos esquemas – unos seis a nivel mundial – para combatir el VIH/Sida, cada uno trae de dos a cuatro medicamentos, depende el diagnóstico del usuario.
ASÍ LAS COSAS…
Hasta hace poco, la Secretaría de Salud Municipal catalogó como ‘un indicador preocupante’, 80 nuevos casos deVIH que se habrían detectado hasta la semana epidemiológica 20 de Valledupar durante el 2019, la cifra llevó a desarrollar distintas brigadas de prevención a poblaciones vulnerables de la ciudad.
No obstante, el Instituto Nacional de Salud en el departamento del Cesar registraba un total de 86 casos en lo que va del 2019, unos 4.387 a nivel nacional, con una tasa de notificación de 8,3% por cada 100.000 habitantes.
En el informe “80 nuevos infectados de VIH se han detectado este año en Valledupar” también se reveló que las edades más frecuentes son entre 25 y 34 años, el acoso sexual lideró la forma de infección (98.7%).
En hombres la enfermedad representa el 81,1%, mientras que el sexo femenino solo abarca el 18,9%. En gestantes se registra 1,2%.
MIGRANTES DE VENEZUELA CON VIH-SIDA EN COLOMBIA
Migración Colombia estima en 1’228.827, el número de venezolanos que habitan en el país; y de ellos 8.601 migrantes venezolanos están viviendo con VIH en Colombia, de acuerdo con la OPS. Es decir, una prevalencia de apenas el 0,7.
Consultamos con el Ministerio de Salud y el Departamento de Protección Social sobre las cifras de trabajadores sexuales en Colombia y ambas entidades señalaron a la otra de contar con la información. En ninguno de los dos casos la obtuvimos.
Es imposible saber cuántas de las mujeres que ejercen la prostitución en Colombia son migrantes venezolanas. No hay datos, tampoco, de cuál sería el porcentaje de ellas contagiadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana, por lo tanto no hay información suficiente para afirmar que en Colombia hay una epidemia de Sida por cuenta de las venezolanas que ejercen la prostitución en nuestro país.
La campaña del Ministerio de Salud contra el VIH/Sida
La epidemia de VIH/Sida en Colombia se mantiene concentrada en poblaciones de mayor vulnerabilidad, en particular en hombres que se relacionan sexualmente con hombres (HSH), y en mujeres transgénero.
Durante el año pasado se notificaron 10.094 personas con VIH/sida, de los cuales el 74,43% fueron hombres y el 25,57% fueron mujeres. Del total de estos casos, el 98.9% corresponde a transmisión sexual y, de acuerdo con el grupo etario, el grupo poblacional más afectado en el año 2014 fue el grupo de 25 a 34 años con 34,11% del total de las personas notificadas, seguido por el grupo 15 a 24 años con el 22,13%.
Ante esta situación el país se ha comprometido, para el año 2020, con las metas 90-90-90, lo cual quiere decir que se deben diagnosticar por lo menos el 90% de los casos estimados a efecto de poner por lo menos un 90% de los mismos tempranamente en tratamiento y lograr la disminución de la carga viral en por lo menos un 90% de ellos. Con el cumplimiento de estas metas, no solo se estará mejorando la calidad y las expectativas de vida de las personas infectadas sino que se logrará cortar la cadena de transmisión del VIH. Por lo mismo, hoy por hoy, se habla de prevención combinada, donde el condón sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir la transmisión del virus; pero si a esto sumamos el hecho de que las personas que viven con el virus se diagnostiquen tempranamente y sean tratadas oportuna y adecuadamente, se podrá reducir de forma significativa la probabilidad de transmitir la infección y se potenciará la acción preventiva.
ALGUNAS CIFRAS REGIONALES.
Se han realizado estudios en poblaciones vulnerables, que han arrojado prevalencias superiores al 5%. En el estudio realizado por Ministerio de Salud – UNFPA en el año 2010 en población de Hombres que tienen relaciones sexuales con Hombres (HSH) se encontraron los siguientes porcentajes de afectación: Cali: 24.1%; Bogotá: 15.0%; Barranquilla: 13.6%; Cúcuta: 10.9%; Cartagena: 10.0%; Medellín: 9.1%; y Pereira 5.6%. En personas que se inyectan drogas (PID), se realizó un estudio similar en el año 2014 encontrando prevalencias de VIH en este grupo poblacional de 8,9% en Pereira; 6,7% en Cúcuta; 4,4% en Medellín; 3,0% en Bogotá y 2,7% en Armenia; (estudio realizado por el CES, UNODC, Ministerio de Justicia y del Derecho y el Ministerio de Salud y Protección Social). Prevalencias igualmente altas se han hallado en otras poblaciones clave así: Mujeres transgénero, prevalencia del 19% en Cali; 17% en Bogotá; 13% en Barranquilla y 10% en Medellín; en mujeres trabajadoras sexuales del 2,5% en Barranquilla; 1.5% en Cali; 1.1% en Bucaramanga; 0,7% en Medellín; y 0,3% en Bogotá; Igualmente, se han realizado estudios en habitantes de calle encontrando prevalencias del 17% en Barranquilla, 7% en Bogotá, 2% en Cali y 0% en Bucaramanga. Al combinar los datos de los estudios anteriores con el dato de prevalencia en mujeres gestantes, se obtiene la estimación nacional, que para el año 2014 es de 0.41% como prevalencia para la población general entre 15 y 49 años de edad, lo que equivale a 105.886 casos estimados, logrando de esta manera, la meta del Objetivo del Milenio 6 (Combatir el VIH / SIDA, el paludismo y otras enfermedades), al mantener la prevalencia de la epidemia en la población general de 15 a 49 años por debajo del 1%.
Por último, es necesario señalar que de las 105.886 personas estimadas de vivir con el VIH, hay un total de 60.807 personas vivas que han accedido al diagnóstico (de las cuales las EPS atienden 53.408), lo que quiere decir que por lo menos 45.079 personas aún desconocen el hecho de que ya adquirieron la infección. Esta situación puede darse por negación de las personas que se han expuesto al riesgo, por miedo al estigma o por debilidades en la oferta de la prueba por parte de las Instituciones de salud, lo que lleva a instar a todos los agentes del Sistema a fortalecer las acciones para alcanzar las metas mencionadas.