Con el dolor que produce la pérdida de un ser querido, amado profundamente por su familia, admirado por quienes le conocieron y se preciaron de haberlo tenido como amigo, pero sobre todo, de quienes valoraron sus excelsas condiciones de ser humano, de profesional de la medicina, pero sobre todo, la condición de una persona decente; la sociedad valduparense despidió ayer al doctor Alberto ´Tico´ Aroca, cuyo execrable crimen resultará por siempre incomprensible.
La muerte violenta de un hombre que como el doctor Aroca supo hacerle siempre el bien a sus semejantes, pero sobre todo, haber puesto sus inmejorables conocimientos al servicio de la sociedad, debe llamarnos a la reflexión y detenernos en los problemas que se están acrecentando en Valledupar, sobre todo con estos crímenes selectivos que para la comunidad casi siempre quedan en la impunidad o se perpetran sin razón de ser.
´Tico´ Aroca, un hombre a carta cabal, un profesional de la medicina que ejerció con probidad y sapiencia, un ser humano inofensivo ante sus semejantes, pero inmensamente grande de cualidades extraordinarias que lo supieron distinguir; ya no está con nosotros.
Pero el mejor de los homenajes que le podemos hacer a su memoria, es que la sociedad le envíe un mensaje contundente a los criminales:
Valledupar y su gente de bien que por fortuna es la inmensa mayoría, no se doblegará ante la violencia y el asesinato a mansalva. La comunidad debe organizarse y salir a las calles para que los homicidas sientan que todo un pueblo está dolido, que muy a pesar de vivir el horror de este crimen, nuestra indignación va mas allá de la solidaridad porque no le vamos a dar espacio, ni un milímetro a quienes creen amedrentarnos perpetrando estas acciones demenciales que nos golpean ciertamente en lo más profundo de nuestras almas, pero no van a conseguir ni el silencio, y mucho menos nuestra pasividad ante la tragedia y el dolor.
Ahora bien. Las autoridades civiles encabezadas por el señor Alcalde Municipal y los organismos de seguridad del Estado deben dar la cara y responderle a la ciudadanía por la tranquilidad de todos. Valledupar se salió de madre con la inseguridad que sigue golpeándonos y de qué manera. Es hora en que la Policía reciba el apoyo del Ejército en los patrullajes y vigilancia porque lo que se está haciendo es insuficiente. El clamor del Alcalde para que el Ejército saque de sus confortables dormitorios a los soldados para incorporarlos en el control de la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos resulta inaplazable. Como también lo que el que la ciudad se modernice en los avances tecnológicos y herramientas de punta que contribuyan a combatir a la delincuencia y el crimen organizado.
La sociedad confía en el pronto esclarecimiento del asesinato del doctor ´Tico´ Aroca de la captura de quienes ejecutaron el homicidio, pero sobre todo de su autor o autores intelectuales. Ese es el compromiso adquirido por el Gobierno nacional que desde la Presidencia de la República y el Ministerio de Defensa se ha adquirido con Valledupar y sus gentes. Esperemos sus resultados.