Diario del Cesar
Defiende la región

Porquerizas, hornos de carbón y basura “matan” ecosistema del Guatapurí

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Los hornos artesanales de carbón incitan a la deforestación, además de contaminar el medio ambiente con el humo que por horas invade la zona.

POR:
NINOSKA
REYES URDANETA

En un verdadero caos y foco de contaminación, se ha convertido la margen derecha del río Guatapurí, específicamente en el sector Zapato en Mano, donde la presencia de porquerizas, hornos artesanales de carbón, que incitan a la deforestación; y la basura por doquier, han creado un problema ambiental que aunque tiene muchos años, hasta ahora las autoridades municipales no han podido resolver.

El barrio Zapato en Mano nació como una invasión con apenas diez familias, hoy día además de la ilegalidad en la ocupación del suelo, los habitantes han instalado más de 20 porquerizas, gallineros y otros espacios para criar animales, cuyos desechos y el agua con que asean esos lugares, es vertida al ríoGuatapurí sin importar la contaminación que generan.

La denuncia la formuló el dirigente comunitario de Valledupar, Alfonso “Yiyo” Martínez, quien indicó que esta situación es muy bien conocida por las autoridades municipales y ambientales, pero ninguna solución concreta se ha logrado, mientras el emblemático río de los vallenatos muere en la desidia.

“Es necesario declarar emergencia sanitaria y ambiental en esta zona del Guatapurí, para implementar medidas que permitan controlar los efectos sobre el medio ambiente y el suelo. No podemos dejar que el río se acabe en nuestras narices”, dijo.

Explicó Martínez que en el lugar se concentra un alto grado de impacto ambiental producto del abandono en que las autoridades lo han dejado; además de la falta de conciencia de la gente que habita y desarrolla actividades productivas en su margen

“Las personas cuando limpian las marraneras y los gallineros el agua es vertida al cauce del río, además de lavar a sus orillas cualquier tipo de envase donde almacenan la comida de los animales. A esto se le unen las nubes de humo que persisten por la elaboración artesanal de carbón, lo que contribuye además a la tala de árboles en el lugar”, reiteró el dirigente comunitario.

Martínez dijo además que la Ley 99 de 1993 y el Código Nacional de Recursos Naturales, Renovables y de Protección al Medio Ambiente, no pueden ser letras muertas para las autoridades ambientales, por lo que se deben aplicar normas para la conservación y preservación del Guatapurí, al cual además le están robando sus espacios sin que nadie le haga el frente a esta situación.

MESA DE TRABAJO

Antes las constantes denuncias y llamados de alerta, Martínez informó que el próximo 21 de agosto se realizará una mesa de trabajo con la presencia de autoridades municipales para acordar la aplicación de medidas que conlleven a posibles alternativas.

Hasta el momento, al lugar solo ha acudido la Secretaria de Salud Local, mientras que las entidades de planeación y de gobierno no han querido hacerle frente al problema, afirmó Martínez.

En tal sentido, para la reunión serán invitados los representantes de Corpocesar, Planeación, Salud Departamental, Procuraduría, Medio Ambiente, Minería, Electricaribe y el Instituto Colombiano Agrario. También se convocará el SENA para estudiar, a través de sus programas de estudios, la implementación de técnicas que eviten que el agua de las porquerizas sean vertidas al río.

CAMPAÑA DE LIMPIEZA

Justo Mejía, líder comunitario de Zapato en Mano, informó por su parte que el próximo 30 de agosto están convocando a una brigada de limpieza, para la cual se contará con la participación de la Policía Ambiental, Interaseo y la comunidad para rescatar algunos espacios.

Sin embrago, Mejía manifestó que hay muchas familias que dependen de la actividades que ejercen en el lugar, por lo que se debe iniciar el trabajo por la sensibilización de las personas para que hagan adecuado uso del lugar sin afectar el medio ambiente.

“Pero también hay que considerar que muchos carromuleros recogen basura y escombros en el centro de la ciudad o zonas residenciales y la lanzan en el borde del río, siendo esta una situación que amerita de un seguimiento para sancionar o multar a los responsables de esta actuación”, afirmó.

SALUD MUNICIPAL INSPECCIONÓ EL LUGAR

Elba Ustáriz, secretaria de Salud Local, manifestó por su parte que recientemente realizó una inspección ocular en el sector y se sensibilizó a los habitantes sobre el adecuado uso de los lugares donde se crían los animales para el consumo familiar.

El problema es que hay cantidades grandes de animales y deberán ser reubicados para evitar su comercialización sin controles sanitarios.

“Es un trabajo que debe realizarse en articulación con otras dependencias de gobierno, ya que allí hay inadecuado uso del suelo, tomas ilegales de agua, tala de árboles y comercialización de productos sin control”, dijo.

EL MUNICIPIO DEBE ACTUAR

Julio Suárez, director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, dijo conocer a la perfección el problema, incluso hace tres años fueron cerradas alrededor de ocho porquerizas. “Desafortunadamente los residentes alegan el derecho al trabajo. Esa es una zona de protección donde no debería existir tal situación y mucho menos barrios establecidos”.

Se ha venido trabajando con el Municipio para que haga frente al problema, a los habitantes de esa área hay que reubicarlos y darle soluciones de trabajo agrícola, ya que gran parte de la carne de cerdo que se consume en Valledupar proviene de esa zona, dijo el funcionario.

Agregó además que gran parte de los desperdicios de los restaurantes va a esa zona. “Exhortamos a la Alcaldía a actuar porque es la que tiene que velar por uso adecuado del territorio y el bienestar de los ciudadanos. Corpocesar está estudiando un proceso que será ejemplarizante en su sanción”.