Silvestre Dangond se puso la ruana en el Bicentenario
POR WILLIAM ROSADO RINCONES
Tunja, la emblemática ciudad de la historia patria, en cuyos alrededores en el puente Nacional se llevó a cabo la Batalla de Boyacá un 7 de agosto de 1819 en donde se selló la libertad de Colombia de la mano del ejército liderado por Simón Bolívar, conmemoró esta fecha en el estadio La Libertad, en donde no pudo faltar la presencia de los vallenatos en cabeza de Silvestre Dangond, quien se robó el show en la capital de Boyacá.
Esa tierra fría cuyos aires de carranga son muy distintos a la explosión del Caribe y su vallenato, tiene el don de asimilar la música de Valledupar desde hace mucho tiempo, y son referentes, episodios de parrandas en sus calles a pesar del clima, cuando los hermanos Poncho y Emiliano Zuleta, estudiaran allá y fueron precursores de meter estos ritmos en dicha tierra paramuna.
La madrugada de este 7 de agosto, las notas de Lucas Dangond, rompieron la neblina tunjana para que aflorara la voz de Silvestre para calentar una madrugada que necesitaba esa inyección de alegría de este grupo preferido en todo el país.
Para sentirse como encasa, el artista urumitero se despojó de su ropa convencional y se metió en una ruana la prenda por excelencia de los boyacenses y con esta prenda encima, entonó gran parte de su repertorio, el que fue aplaudido por todos los presentes que ‘reventaron’ el estadio de la localidad.
La gesta del bicentenario tenía que tener una representación de Valledupar, porque desde la tierra de los acordeones también se contribuyó con la causa, como la entrega de más de 300 caballos que donó al movimiento libertario la heroína vallenata, María Concepción, Loperena de Fernández de Castro.
Los tunjanos también celebraron los 480 años de la fundación hispánica de la ciudad de Tunja por lo que tuvo a su vez, actos protocolarios en la Plaza de Bolívar. Después la gente se fue al estadio a vivir el llamado Gran Concierto de los Países Hermanos.
La organización estuvo a cargo de La Gobernación de Boyacá, y la organización del Festival Internacional de la Cultura FIC Bicentenario de Libertad. En ese concierto se presentaron además de Silvestre, otros músicos de los países bolivarianos. Por Colombia, Fonseca, Yuri Buenaventura y Silvestre Dangond; por Venezuela Nacho; Por Ecuador, Juan Fernando Velasco; por Perú, Susana Baca; por Bolivia, Fabio Zambrana y Azul Azul; y por Panamá, los hermanos Gaitán.
De acuerdo a los mensajes enviados a la cuenta de Instagram de Silvestre Dangond, fueron muchos los agradecimientos por la entrega y el repertorio seleccionado que los dejó extasiados. Al artista a parte de la ruana que se puso, le regalaron muchas más, en agradecimiento y el aprecio que sienten por Dangond Corrales.
En dichos escritos habían seguidores de muchos lugares cercanos y lejanos, entre estos los vecinos de Nobsa Boyacá donde realizan un Festival Vallenato muy ceñido al de Valledupar, en donde se han forjado muchos acordeoneros nativos que, tocan a la par de los nacidos en el Cesar, Guajira o Magdalena.
Después del concierto el artista guajiro salió para Bogotá y le dio paso a otras de sus facetas, el valor humanitario y espiritual que encierra su ser y se fue de visita a los niños de la Fundación Segundos de Vida, quienes se encuentran internados en el Instituto de Cancerología en la ciudad de Bogotá. Por este gesto le llovieron los halagos. Actitud que debe ser imitada por otras agrupaciones en pos de dar un poco a los más necesitados, o por lo menos llegar a esas poblaciones que no pueden asistir a los conciertos.