Migración de provincia hacia la ciudad hacen presión al desempleo en Valledupar
Por:
Ninoska
Reyes Urdaneta
El panorama sigue empeorando para el municipio de Valledupar en materia de desempleo. Las cifras son adjudicadas a la falta de políticas públicas, informalidad comercial, migración y otros aspectos que los expertos analizan, pero hasta ahora no se vislumbran alternativas para mejorar la situación.
Según cifras reveladas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Valledupar continúa como la segunda ciudad con más desempleo de Colombia. Registró para el trimestre abril-junio una tasa de 16,2%, un 0,5% menos que la cifra del trimestre marzo-mayo, cuando un 16,7% de su población se encontraba sin empleo formal.
La tasa global de participación se ubicó en 61,1%, lo que representó una disminución de 2,0 puntos porcentuales frente al mes anterior. La tasa de ocupación también se redujo de 56,4% a 51,1%. Para este periodo el desempleo promedio en Colombia fue de 9,4%, una reducción del 1,1% respecto al trimestre marzo-mayo y apenas 0,3% superior al mismo periodo del año pasado.
Respecto a las cinco ciudades con más desempleo, Quibdó encabeza la lista con un incremento para el mes de junio al subir de 19,7% a 20,3%. Valledupar no logró registrar un descenso y se presenta como la ciudad que menos redujo las cifras, en el trimestre anterior, en comparación con el top 5 de ciudades con más desempleo del país, de acuerdo a las estadísticas del DANE.
Esta situación es motivo de preocupación para los expertos y representantes del gremio comercial del municipio, por cuando refleja que la localidad se está quedando atrás con respecto a las políticas de empleo para una ciudad donde el crecimiento poblacional es vertiginoso.
Al respecto, Octavio Pico, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes en el Cesar, manifestó que planteando esto como una operación matemática, se pudiera decir que si la masa de las personas que le ponen presión a la consecución de empleo es más alta, pues es más alarmante el resultado.
Explicó que a la ciudad están llegando muchas personas de la provincia a buscar empleo, y no necesariamente del país vecino, por lo que ese crecimiento continuo de habitantes de la ciudad hace que el indicador sea mucho más alto, porque de alguna u otra manera se está incentivando que la gente se quiera venir a la ciudad.
Están llegando al municipio, habitantes de provincia a enfrentar un mundo al que no están acostumbrados ni están preparados, y por consiguiente, se le está poniendo presión a la consecución de empleo.
Agregó el representante de Fenalco, que constantemente los gobernantes piden al empresario generar fuentes de empleo, pero antes hay que incentivarlo sin necesidad de regalarle nada. “Requerimos que esos lugares donde el comerciante realiza sus actividades económicas, estén libres de competencia ilegal, ya que por cada vendedor informal hay un trabajador legal menos, porque el empresario no soporta la competencia desleal que le hace la persona que se le sitúa con su tarantín frente a su negocio y le captura sus clientes ofreciendo la misma mercancía”, dijo.
UN TEMA COMPLEJO PARA ANALIZAR
Por otra parte, Octavio Pico, reiteró que este tema ya es un reto para los señores próximos a gobernar, quienes deberán tomar en cuenta a los actores reales de la economía a la hora de fijar políticas al respecto, porque son los que generan tráfico, transacciones y riquezas, no porque sean sabios, sino que están al pie del cañón a pesar de las adversidades.
“Le echamos la culpa a los migrantes venezolanos, pero se mira holísticamente el tema. Hay que desincentivar la migración de provincia hacia la ciudad, proporcionando condiciones de vida digna en el lugar donde viven, es decir, llevar el Estado a donde nunca ha estado”, explicó.
Entre otras cosas, es necesario proveer seguridad alimentaria en las provincias. “Nos estamos trayendo a personas demandantes de bienes y servicios, y a su vez, demandantes de empleos que no los hay. Sobre la informalidad es evidente el caos en Valledupar, el 70% que registran las encuestadoras, es palpable en el centro de la ciudad”.
FENÓMENO QUE COBRA MAYORES PROPORCIONES
Alexander Castrillo Galván, coordinador del Observatorio de Mercado Laboral del Cesar y Consultor Territorial para el centro de estudios Socioeconómicos, Cesore, afirma que hay una cifra de desempleo que viene creciendo desde el 2015 cuando la tasa casi iba con la media nacional; entrado el 2016 superó dos dígitos y hasta la fecha no ha parado de crecer.
En este momento, dijo Castrillo, es un tema crítico que puede ser considerado de salud pública por las grandes connotaciones y afectación que tiene sobre un importante número de personas que puede llegar a ser 35.000 habitantes o más, contando que no solo es Valledupar, sino su área rural y metropolitana.
Las causas son diversas, y hay que anticipar que no es un tema de migración venezolana, el cual puede entrar a afectar, pero el tema del desempleo es un problema que se viene arrastrando desde hace años y que obviamente se ha recrudecido por ser una ciudad estratégicamente muy bien ubicada. “No solo llegan migrantes a Valledupar, es la zona rural que está buscando una ciudad proveedora de bienes, servicios y oportunidades.
“No es atribuible a los venezolanos el crítico estado de la alta tasa de desempleo en Valledupar, más bien la raíz del problema está en otros sectores o fenómenos que lo pueden explicar muy bien”, dijo.
NO HAY ADECUADAS POLÍTICAS PÚBLICAS
A consideración de Castrillo, una de las grandes causas que explica el desempleo tiene que ver con unas políticas públicas de empleo, desarrollo económico y emprendimiento que ha debido tener la ciudad hace más de una década, y que hoy la misma falta de este instrumento político ha llevado a la ciudad a tener un horizonte incierto frente al tema.
El segundo aspecto importante es la mano de obra que está buscando empleo, está poco calificada y tecnificada con menos capacidades y habilidades que las que está recibiendo el mercado laboral. Es un tema de la demanda, porque incluso el empresario no sabe realmente lo que está necesitando y por no tener una especificidad del perfil, se desencadena a la rápida pérdida de empleo.
Lo otro tiene que ver con la educación, se ha estado ofreciendo en la ciudad la misma de hace 20 y 30 años atrás, sin tomar en cuenta las demandas del mercado. “Si la oferta que se le está haciendo al mercado es plana, no es dinámica, pertinente y de calidad, desde el luego el mercado laboral no cumple con sus requerimientos. A estas cualidades se deben unir las competencias blandas que tienen que ver con la personalidad del trabajador”, dijo.
El mercado se está moviendo, pero si la educación sigue siendo plana, simple y sin valoración de competencias, simplemente el aspirante se encontrará con una barrera que los superará en el mercado.