Diario del Cesar
Defiende la región

Proyectos que esperan sanción Presidencial

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Fueron 35 los proyectos relacionados con reformas político-electorales los que se tramitaron en la legislatura que concluyó la semana pasada, de los cuales solo tres llegaron a feliz término. Entre ellos se destaca la Reforma Político-Electoral (acto legislativo 08 de 2018 Senado acumulado con el 09 de 2018 Senado – 248 de 2018 Cámara, las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (acto legislativo 01 de 2018 Senado – acumulado con el 04 de 2018 Senado) y violencia política contra la mujer (proyecto de ley 026 de 2018 Senado). Finalmente, tres proyectos fueron aprobados en el Congreso y están a la espera de sanciónpresidencial. Estos son los actos legislativos 072 de 2018 Cámara – 030 de 2018 Senado “delitos conexos” y 044 de 2018 Cámara acumulado con el 067 de 2018 Cámara – 025 de 2018 Senado “segunda vuelta Alcalde de Bogotá D.C.”, además del proyecto de ley 075 de 2018 Cámara – 218 de 2018 Senado “participación en conformación de áreas metropolitanas”. Y más uno hace tránsito a la siguiente legislatura (proyecto de ley 208 de 2018 Cámara “jurados de votación”).

Como se observa, el 65% de los proyectos radicados fueron archivados por términos o por decisión del Congreso y tan solo el 9% cumplió con todos los trámites para ser aprobados. El balance de la legislatura es pobre en términos de reformas políticos-electorales, pues los grandes proyectos como Reforma Política, Ley de Garantías y reforma a procedimientos electorales, perdieron el apoyo del Congreso y en parte del Gobierno.

Por otro lado, también hace cola la “Ley del último empleo”, que estipula que pueden concederse beneficios fiscales a las empresas que vinculen laboralmente a hombres mayores de 50 años y mujeres mayores de 40. Estos estímulos favorecen a una población que no ha sido tenida en cuenta en diferentes medidas para favorecer la creación de empleo y que, sin embargo, es una franja de trabajadores con alto desempleo y, que, por su edad y las características de nuestro mercado laboral, tiene muchas dificultades para salir de este.

La focalización en los jóvenes y en su entrada en la vida laboral activa contribuye a ocultar la problemática de los trabajadores mayores. En efecto, el aumento de la tasa de desempleo juvenil (18,5 % enero-abril de 2019 contra 17,0 % en 2018). crea una gran preocupación y trae consigo investigación e iniciativas para conjurarlo. De hecho, el Dane dentro de su Gran Encuesta Integrada de Hogares dedica una investigación específica al mercado de los jóvenes.

Sin embargo, en forma paralela al desempleo de los jóvenes que concentra la mayoría de la atención, existe otra tendencia importante en la realidad laboral de los colombianos: la reducción en picada de la tasa de actividad de los mayores. Entendida esa tasa, como la proporción de los trabajadores activos (empleados o desempleados) mayores de cincuenta años (o cuarenta en las mujeres) en relación con la población en ese intervalo de población).

En otras palabras, para los colombianos mayores de esa edad es complejo permanecer en el mercado laboral, y después de estar desempleados por un tiempo, desisten de buscar empleo, porque encuentran que a su edad es muy difícil obtenerlo. Esa configuración del mercado laboral con una alta tasa de desempleo de los trabajadores jóvenes y de los mayores, es particular, en una situación que algunos expertos definen como una sociedad en la que solamente una generación trabaja a la vez, con un efecto negativo sobre la productividad.

La Ley es un paso en la dirección correcta de crear estímulos para que las empresas demanden trabajadores mayores y así propiciar que se alargue la duración de la vida laboral promedio de los colombianos. Se pueden pensar en otras medidas, aplicadas ya en otras latitudes, como lograr un cese progresivo de las actividades estimulando para eso los tiempos parciales que preservan el empleo y la transmisión de conocimientos. En todo caso un gran avance que reduce los costos para enganchar a los más veteranos.