Diario del Cesar
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Colombia dijo adiós a Miguel Uribe

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Con una misa solemne en la Catedral Primada y honores militares, Colombia dio un adiós multitudinario al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay

La eucaristía fue oficiada por el arzobispo de Bogotá, el cardenal Luis José Rueda, en presencia de los expresidentes César Gaviria, Ernesto Samper y Juan Manuel Santos, así como de la exvicepresidenta Marta Lucía Ramírez, pero con la ausencia total de representación del Gobierno del presidente Gustavo Petro por petición de la familia.

´La familia nos dijo que no fuéramos y respetamos esa peticiòn´, dijo el ministro del Interior, Armando Benedetti.

También acudió a despedir al senador del partido Centro Democrático una representación del Gobierno estadounidense formada por el subsecretario de Estado, Christopher Landau; el senador republicano Bernie Moreno y el jefe de la misión diplomática de ese país en Bogotá, John T. McNamara.

“Reconozcamos sinceramente que estos son tiempos de empobrecimiento ético y de polarización agresiva que nos arruina, que acaba con nuestro país. Sembremos semilla de paz y de esperanza”, dijo el cardenal en su sermón.

El purpurado expresó su sueño de que un día Colombia “se despertará con la noticia del triunfo de la justicia y de la paz, porque este país que amamos no puede seguir como un país de muertos”.

“Un día en nuestra patria las buenas semillas sembradas con lágrimas por tantas personas, hombres y mujeres en campos y ciudades, dará fruto abundante entre cantares de paz y de vida nueva”, expresó el cardenal Rueda.

LAS CONSIGNAS

Mientras se oficiaba la misa fúnebre, desde la Plaza de Bolívar, en cuyo costado oriental está la catedral, llegaban gritos de “Justicia, justicia”, “Miguel no murió, Petro lo mató”, “Petro, asesino de policías, militares, líderes sociales y políticos” o “El pueblo unido jamás será vencido”, vertidos por simpatizantes del político asesinado, que en 2022 llegó al Senado con la mayor votación de su partido.

MAREA HUMANA

Hay que descatar que fueron miles los colombianos llenaron las calles del centro de Bogotá para darle el último adiós al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien falleció en la madrugada del lunes luego de ser víctima de un atentado el pasado 7 de junio en el barrio Modelia.

La despedida se convirtió en una mezcla de homenaje y protesta, donde las lágrimas y las oraciones se combinaron con cánticos en contra de la violencia y pancartas que exigieron justicia y paz para el país.

El luto oficial de la nación se sintió con fuerza en la Plaza de Bolívar, que se llenó de personas con globos blancos, banderas de Colombia y camisetas con la foto de Uribe. A las afueras de la Catedral Primada, una multitud siguió la misa exequial, oficiada por el cardenal José Luis Rueda Aparicio.

En medio de la tristeza, se escuchó el rezo del Padre Nuestro al unísono. Entre las oraciones y el llanto, vendedores ambulantes ofrecían pañuelos y globos, creando un contraste agridulce de comercio y tragedia que ha caracterizado a tantas despedidas similares en la historia del país.

Al salir de la Catedral, el féretro fue recibido con una calle de honor, formada por la banda marcial del Batallón Guardia Presidencial que acompañó a Uribe en sus últimos momentos. Al son del cantante de salsa Yuri Buenaventura, que interpretó «El guerrero», el cuerpo del senador fue trasladado al carro fúnebre que lo trasladó al Cementerio Central para su inhumación.

Mientras el vehículo partía, las arengas de la multitud se multiplicaron, clamando por «Justicia», «Que viva Colombia» y en contra del Gobierno. Pancartas con leyendas como «Honraremos su memoria y legado en las urnas en el 2026» y «Petro dio la orden» se alzaron por toda la plaza.

El cortejo fúnebre partió a las 2 de la tarde hacia el Cementerio Central, recorriendo la Carrera Octava. En el camino, las personas se agolpaban para ver pasar el carro fúnebre y gritar un último «¡Que viva Miguel Uribe!». A las 2:42 de la tarde, una llovizna empezó a caer sobre la ciudad, pero no fue suficiente para dispersar a la multitud, que, con paraguas, siguió acompañando el recorrido hasta el camposanto.

En las afueras del Cementerio Central, declarado «Bien de Interés Cultural de la Nación», se instalaron pantallas gigantes para que los colombianos pudieran seguir la ceremonia privada. Adentro, la familia de Uribe —su esposa María Claudia Tarazona y sus hijas María, Emiliana e Isabel y el pequeño Alejandro— le dio el último adiós en una emotiva ceremonia.

El padre del senador, Miguel Uribe Londoño, se mostró visiblemente afectado, mientras las personas en el exterior gritaban «Gracias, Miguel» y aplaudían.

A las 3:21 de la tarde, el ataúd del senador fue depositado en su última morada. Su tumba se ubica en un espacio entre las sepulturas del político Gilberto Álzate Avendaño y el exalcalde de Bogotá, Juan Pablo Llinás. El Cementerio Central alberga a figuras centrales de la historia política colombiana, incluidos candidatos presidenciales víctimas de magnicidio como Luis Carlos Galán Sarmiento y Carlos Pizarro Leongómez, un recordatorio de que la violencia aún persigue a Colombia.

En medio del dolor, las voces de los asistentes resonaban con una mezcla de frustración y esperanza. Manuel López, un ciudadano presente, expresó su pesar al señalar que «el país perdió a un gran colombiano, él era la única persona que podía cambiar el rumbo del país. Estamos cansados de tanta guerra y tanto dolor, ¿hasta cuándo?».

Mónica Montero, por su parte, hizo un llamado a la paz: «Nos duele mucho la muerte del senador Uribe. No pueden haber más muertos. Que las autoridades hagan pagar a los responsables. Mucha paz y tranquilidad para toda su familia».

El senador, quien el pasado 7 de junio sufrió un atentado en un mitin político, permaneció en estado crítico desde el primer día. Los disparos que recibió, uno de ellos en la cabeza, le causaron el fin de semana una hemorragia en el sistema nervioso central.

A pesar de los esfuerzos médicos, su condición se agravó y su esposa, María Claudia Tarazona, lo despidió con un emotivo mensaje: «Siempre serás el amor de mi vida. Gracias por una vida llena de amor, gracias por ser un papá para las niñas, el mejor papá para Alejandro. Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti».

Seis personas han sido detenidas por su presunta participación en el ataque, incluido un menor de edad./Colprensa