Las tensiones políticas en Bolivia continúan escalando tras la advertencia de las organizaciones leales al expresidente Evo Morales, que planean medidas de fuerza si la justicia emite una orden de aprehensión en su contra. Este sábado, en el municipio de Sacaba, Cochabamba, se llevará a cabo una concentración clave donde las bases del Movimiento al Socialismo (MAS) tomarán decisiones sobre cómo reaccionar si la Policía intenta arrestar a Morales, luego de que este no se presentara a declarar en Tarija por una denuncia de estupro.
El segundo al mando del MAS, Gerardo García, advirtió sobre las posibles repercusiones de un intento de detención del exmandatario. “Si hay orden de aprehensión, los compañeros han decidido inmediatamente tomar las carreteras, porque no se va a permitir esa persecución al hermano Evo Morales y peor si lo aprehenden”, afirmó García, anticipando que el MAS no se quedará de brazos cruzados ante lo que consideran una persecución política.
La denuncia de estupro en contra de Morales se basa en una presunta relación que el expresidente habría mantenido con C.S.V.P., una joven de 15 años, con quien habría tenido una hija. Este caso ha generado una división interna dentro del MAS, con los «evistas» denunciando una campaña de desprestigio impulsada desde el gobierno de Luis Arce, mientras que los «arcistas» exigen una investigación exhaustiva y que “la justicia sea igual para todos”.
En este contexto, Morales ha convocado a sus seguidores al “Encuentro nacional en conmemoración al Día de la Descolonización del Estado Plurinacional de Bolivia”, evento que se realizará en Sacaba. Sin embargo, más allá del carácter simbólico de la celebración, el evento servirá para mostrar el poder de convocatoria del exmandatario y enviar un mensaje claro a sus detractores, en especial a los sectores leales al presidente Arce y al vicepresidente David Choquehuanca.
Gerardo García también lanzó una advertencia velada hacia los actuales líderes del gobierno: “Las bases los pusieron ahí y las mismas bases los pueden bajar”, en referencia al apoyo masivo que los llevó al poder. Esta declaración refleja el creciente descontento dentro de las bases del MAS, quienes ven en la persecución a Morales una traición a los principios que unieron al movimiento político desde su fundación.
Mientras tanto, la situación judicial sigue sin definirse completamente. La fiscal de Tarija, Sandra Gutiérrez, anunció el jueves que se emitiría la orden de aprehensión en contra de Evo Morales, tras su incomparecencia para declarar. No obstante, el viernes, el comandante general de la Policía, Álvaro Álvarez, aseguró que, hasta ese momento, no existía ninguna orden de aprehensión pendiente contra el expresidente. Esta contradicción entre la fiscalía y la Policía ha generado mayor incertidumbre y especulación sobre las verdaderas intenciones del gobierno.
Por otro lado, en un desarrollo paralelo del caso, Emeterio Vargas Mamani, padre de C.S.V.P., fue detenido en su domicilio en Yacuiba la madrugada del viernes. También existe una orden de aprehensión contra Idelsa Pozo, madre de la joven, ambos involucrados en la denuncia de estupro contra Morales. Este movimiento judicial, para los sectores cercanos a Morales, forma parte de una “maniobra política” destinada a apartar al líder cocalero de la arena electoral.
Los «arcistas», por su parte, sostienen que la justicia debe seguir su curso y que Morales no debe beneficiarse de ninguna protección especial. Para ellos, permitir que Morales evada las acusaciones sería una falta de respeto a las víctimas de delitos graves como el estupro o la pedofilia. Esta posición ha generado un cisma dentro del MAS, donde la figura de Evo Morales, otrora incuestionable, ahora enfrenta el rechazo de sectores que consideran que su tiempo en el poder ha concluido.
/LaFM