El exconcejal de Medellín y hoy senador por el Pacto Histórico, Álex Flórez Hernández, está en la mira de la Corte Suprema de Justicia por presuntamente haber aprovechado su cercanía con la pasada Alcaldía de Medellín para financiar sus aspiraciones políticas a costa de contratistas amenazados.
El caso salió a flote ayer cuando se hizo público que el 26 de septiembre pasado la Sala Especial de Instrucción del máximo órgano judicial del país le abrió un proceso formal con ese asunto.
Si bien los detalles de la investigación se mantienen bajo reserva judicial, en el extracto de una notificación emanada por esa corte logra verse que el hoy senador de la coalición de gobierno y desde hace más de cuatro años uno de los más fieles escuderos del exalcalde Daniel Quintero está siendo escrutado por los presuntos delitos de concusión, lavado de activos y hasta falsedad en documento público.
Esta no es la primera vez que Flórez tiene que comparecer ante los estrados y salir a dar explicaciones tras verse envuelto en señalamientos de presunta corrupción, pero este nuevo caso sí se convierte en uno de los más sensibles, sobre todo por la gravedad de los presuntos delitos reseñados.
Procuraduría sancionó 8 meses a Álex Flórez por escándalo y borrachera en Cartagena
De igual forma, la Corte señaló que es necesario investigar a Flórez por presuntas “irregularidades en aportes económicos” y “reportes” de campaña.
Un par de horas después de que se hiciera pública la apertura del proceso, y tal como ha ocurrido en otros casos, el senador pronto le salió al paso a la controversia y calificó dicha investigación como una supuesta persecución en su contra.
“A mí me quieren meter un lavado de activos por $20 millones, que además reporté en Cuentas Claras, y todo eso basado en un chisme publicado por el periódico EL COLOMBIANO”, dijo Flórez, haciendo alusión a una investigación publicada por este diario en diciembre de 2021, en la que se hicieron públicos varios indicios que apuntaban a que el hoy senador habría presuntamente armado un fortín burocrático en el Dagrd y estaría obligando a varios contratistas de la Alcaldía a venderle camisetas para su campaña.
En aquel entonces cabe recordar que Flórez no sólo había sido señalado de aprovecharse de su posición en la coalición oficial para presuntamente ubicar funcionarios en el Distrito con “contratos corbata”, sino que arrastraba denuncias de varios contratistas que aseguraban haber sido forzados a reunirle fondos bajo la amenaza de perder sus puestos. Dichas presiones habrían incluso llegado al punto de que Flórez presuntamente citaba a los contratistas en su oficina.
“Íbamos en grupitos de a diez. La primera vez fue para explicarnos que Álex se iba a lanzar al Senado y la segunda nos mostraron unas camisetas con inscripciones como ‘El futuro se parece a nosotros’, ‘Educación pública gratuita’ y ‘Los derechos no se compran’. Cada una vale $50.000 y uno debe responder por varias, bien sea que las ofrezca entre familiares y amigos, o que las pague de lo que gana. Nos dijeron que era algo voluntario, pero que si no colaborábamos no nos podían seguir ayudando”, sostuvo una fuente a este diario en aquel entonces.
En aquellos testimonios, otros contratistas aseguraron ser presuntamente forzados a entregar hasta el 5% del valor de su salario mensual para contribuir a la campaña de Flórez.
Entre tanto, las denuncias de los contratos corbata, formuladas por el equipo del exconcejal Daniel Duque, apuntaban a que personas como la madre del hijo de Flórez, exnovias y hasta amigos habían aterrizado en el Distrito por su intermediación.
Dentro de las entidades en las que se presume que Flórez tenía más influencia estaba el Dagrd, desde mediados de 2020, cuando en la dirección de la entidad aterrizó Alethia Arango, recientemente célebre por resultar salpicada en el escándalo de la Ungrd.
En septiembre de 2021, Arango salió de su oficina para ser reemplazada por Laura Duarte, bajo cuya gestión la entidad fue señalada de haberse convertido en un fortín burocrático y hacer poco ante una crisis que se abrió en los Bomberos, en donde múltiples socorristas denunciaron tener sus máquinas dañadas y problemas logísticos para atender las emergencias.
Además de los contratos corbata y el escándalo del Dagrd, Flórez ha dejado una estela de más investigaciones y procesos.
A escasos meses de posesionarse como concejal del movimiento Independientes, Flórez tuvo que afrontar un proceso de pérdida de investidura por haber incurrido en una inhabilidad cuando participó en las elecciones de 2019, al haber celebrado un contrato con el Tecnológico de Antioquia un año antes de la elección. Tras varios meses de discusión, el concejal perdió definitivamente su curul en diciembre de 2021 por decisión del Consejo de Estado, cuando ya había renunciado al Concejo para aspirar al Senado.
En materia disciplinaria el senador también fue sancionado por la Procuraduría tras haber protagonizado un escándalo en Cartagena estando borracho e increpando a policías que tuvieron que intervenir en una pelea también entablada por este contra la recepcionista de un hotel, que se negó a dejarlo a ingresar con una mujer que no portaba cédula de ciudadanía.
El Ministerio Público, al igual que la Corte Suprema, también tienen procesos abiertos contra Flórez por presuntamente agredir a su pareja entre 2020 y 2021, presuntamente golpeándola cuando ella se habría negado a un aborto mientras él era concejal de Medellín. Flórez también ha negado esos señalamientos.