Diario del Cesar
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Un vallenato entre los policías asesinados por ´Mordisco´

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El fallecimiento de los uniformados se registró cuando disidencias de las Farc lanzaron explosivos artesanales.

Trascendieron detalles de la vida de los patrulleros de la Policía que perdieron la vida en el hostigamiento contra la estación de Policía del municipio de Morales, en el centro del departamento de Cauca.

De acuerdo con el comandante de esta institución en el Cauca, coronel Giovany Torres Bautista, los uniformados son oriundos de Sardinata, Norte de Santander y Valledupar, Cesar.

“El señor patrullero Andrés Calderón Reyes era soltero y padre de un bebé de cinco meses mientras que Diego López Domínguez deja a su familia sin ese apoyo de un hombre que laboraba arduamente para sacar adelante su carrera para el sustento de sus seres queridos”, agregó el coronel Torres Bautista.

La muerte de los uniformados se registró cuando más de cien integrantes de frente Jaime Martínez de las Farc, desde las 6:00 de la mañana de este lunes 20 de mayo, empezaron a lanzar explosivos artesanales contra la estación de este municipio, acción bélica que se extendió hasta pasadas las 9:00 de la mañana.

“Los alzados en armas llegaron en camioneta de alta gama y motocicletas desde la parte alta del municipio, y luego de atacar a los uniformados con estos explosivos, empezaron a dispararles, de ahí que se formaron los combates, los mismos que obligaron a los pobladores a no salir de sus viviendas”, narraron comerciantes de este municipio ubicado en el centro del departamento.

Era tan intensa la confrontación, que los policías empezaron prácticamente a rogar por apoyo ante sus superiores, al ver que los disidentes no menguaban en los lanzamientos de tatucos.

“Mi sargento no me deje morir, necesitamos el apoyo tierra sargento urgente, ya nos mataron un compañero”, pide un policía, al confirmar cómo caían sobre a estación los tatucos y los cilindros repletos con explosivos.

“Aguante compañero, resista, el apoyo ya Salió para ese veinte, lugar, aguante, aguante”, es la repuesta del superior mientras que los policías combatían a muerte contra los disidentes, quien es el final controlaron por completo el casco urbano de esta población, ubicada aproximadamente a una hora de Popayán, capital del departamento.

Después, y mientras algunos atacaban la estación; otros se concentraron en accionar explosivos contra las sedes de la alcaldía y del Banco Agrario.

“Con estos atentados se impacta a las poblaciones y, en particular, a nuestra red de oficinas, siendo afectados nuestros clientes, con graves perjuicios a sus proyectos productivos y, por ende, a la economía local”, expresó Hernando Chica Zuccardi, presidente de dicha entidad bancaria.

Luego de esto, y tras circular varios vídeos de cámara de seguridad, el Ejército logró llegar al área urbana para así apoyar a los policías, salvándoles la vida. Los disidentes, al ver el nutrido fuego que lanzaban los helicópteros, optaron por replegarse hacia la zona rural.

Ya fue que en medio de esta respuesta bélica, que un poblador de la zona de los Quingos perdió la vida al tratar de ver cómo eran los combates entre los alzados en armas y los soldados.

“Al muchacho, identificado como Luis Miguel Ospina, lo alcanzó uno de los ametrallamientos que ejecutó el helicóptero que sobrevoló la zona para atacar a los disidentes, gravemente herido, el joven fue llevado en un carro particular al hospital local, donde después falleció”, denunciaron líderes indígenas de la zona.

Posteriormente, para asegurar este poblado, el desplegó más de 200 soldados en la zona rural de este municipio para así retornar el control del mismo.