Armando Rafael Acuña Angulo, de 52 años, murió en la noche del pasado sábado tras ser atropellado por un bus afiliado a la empresa Cootracegua en Mariangola, cuando se movilizaba en su moto hacia su casa, ubicada en ese mismo corregimiento.
Un lamentable accidente de tránsito ocurrido en la noche del pasado sábado, acabó con la vida de un hombre de 52 años que fue violentamente golpeado por un vehículo de transporte intermunicipal, cuando se movilizaba por carreteras de la zona rural de este municipio.
Se trata de Armando Rafael Acuña Angulo, quien conducía una motocicleta de placas GQY-04B en la vía que de Valencia de Jesús conduce hacia Mariangola, y cerca a ese último corregimiento mencionado, fue chocado por un bus Cootracegua de placas STS-078, que cubría la ruta Barranquilla –Valledupar.
“Él iba para Mariangola, después de haber terminado labores en la finca donde trabajaba, en Valencia de Jesús. Él se iba los sábados para la casa, y en de regreso, como que los buses iban peleándose la vida, invadiendo el carril por donde él iba, para adelantar, y uno de los vehículos se lo llevó y lo tiró para un lado”, explicó su esposa, Alba Orozco.
Dijo además que pese a que Acuña Angulo llevaba su casco de seguridad y conducía a una velocidad prudente, la fuerza del golpe hizo que sufriera daños graves en diferentes partes de su cuerpo y que le produjeron la muerte inmediata en el lugar de los hechos.
Las personas que también se movilizaban por el sector intentaron socorrerlo, pero al notar que no respiraba, desistieron de la idea, lamentaron lo ocurrido y dieron aviso a las autoridades, quienes minutos después acudieron para tomar control de la situación.
A su vez, uniformados del grupo de criminalística de la Policía de Tránsito y Transportes del Cesar hicieron presencia en ese sitio para realizar la inspección técnica al cadáver, que posteriormente fue llevado a la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar, a fin de que le practicaran la necropsia de rigor.
Posteriormente, fue entregado a sus familiares que en la tarde de ayer lo trasladaron a Plato (Magdalena), de donde era oriundo, para darle cristiana sepultura.
Sobre la víctima se conoció que se ganaba la vida trabajando por días realizando oficios varios en actividades de campo, como ordeño de vacas, pastoreo de ganado, entre otros; residía en Mariangola y con su esposa tenía dos hijos: una joven mayor de edad y un menor de 16 años en condición de discapacidad.