El número de víctimas por el terremoto que azotó el pasado viernes Marruecos asciende, según el cómputo llevado a cabo hasta las 10.00 hora local (GMT+1), a 2.500 muertos y 2.476 heridos, según una nota del Ministerio marroquí del Interior.
Según los últimos datos difundidos por este departamento, se registraron muertos en una decena de provincias, pero las más afectadas son Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 1.452 fallecidos, seguida de Taroudant (764 víctimas mortales), Chichaoua (202 fallecidos).
Un boletín de alerta sísmica difundido por el Instituto Nacional de Geofísica marroquí explica que el terremoto, de magnitud 7, sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech y se produjo a las 23.11 hora local del viernes (22.11 GMT) a 8 kilómetros de profundidad.
Imágenes en redes sociales y recogidas por medios locales muestran miles de marroquíes acampando en las calles de la popular ciudad de Marrakech, por el temor de que se presenten fuertes réplicas del terremoto que ya ha cobrado la vida de 2.012 personas y ha dejado 2.059 heridos, algunos de ellos de gravedad.
La popular ciudad, que está a tan solo 72 kilómetros del epicentro del sismo de magnitud de 6,8, dejó varias edificaciones en ruinas, en especial en la parte antigua del casco urbano. Es el caso de la famosa mezquita de Jemaa al Fnaa, que perdió la mitad de su edificación.
Algunos armaron sus camas y carpas alrededor del Ayuntamiento de la ciudad, mientras algunos funcionarios sacaban paquetes de mantas para distribuir a la población.
El rey marroquí Mohamed VI decretó tres días de luto, tras una sesión de trabajo para examinar la situación luego de la catástrofe, y compartió su agradecimiento a «los muchos países hermanos y amigos que han expresado su solidaridad con el pueblo marroquí en esta difícil situación».
Según el comunicado, Marruecos se encuentra atendiendo a las víctimas del terremoto con agua, alimentos, tiendas y mantas. Además, se creará una comisión interministerial para poner en marcha un programa de urgencia de rehabilitación y ayuda a la reconstrucción de los edificios destruidos en las zonas siniestradas.
Mientras, la ayuda internacional comienza a llegar. Un contingente de la Unidad Militar de Emergencia (UME) española con 65 integrantes se encuentra camino de Marruecos para ayudar en la tareas de búsqueda y rescate y un equipo de bomberos españoles se dirigen a Marrakech para ponerse a disposición de las autoridades marroquíes.
Además de la ayuda española, el Gobierno marroquí aceptó la ayuda de otros tres países dentro de los que están Reino Unido, Emiratos Árabes y Catar, y subrayó que el país magrebí no tiene de momento necesidad de otros tipos de ayuda.