Las autoridades colombianas, en un trabajo articulado con Ecuador y Estados Unidos, evitaron que 2,5 tonelada de clorhidrato de cocaína que eran transportadas por aguas del océano pacífico llegaran a su destino.
La primera operación se llevó a cabo en aguas ecuatorianas, con información de inteligencia de la Armada de Colombia, luego de realizar un detallado seguimiento a dos lanchas tipo ‘go fast’ que habrían salido desde el departamento de Nariño, al parecer con destino a Centroamérica.
La Armada ecuatoriana desplegó sus unidades e iniciaron la persecución de las embarcaciones sospechosas, logrando la interdicción marítima a 137 millas náuticas al oeste de Manta, Ecuador, y la interrupción en el transporte de 1.100 kilogramos de clorhidrato de cocaína.
Las otras dos operaciones se desarrollaron en aguas del océano Pacífico gracias a la combinación de capacidades de inteligencia de la Armada de Colombia y de la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial del Sur – JIATFS, con la interdicción de dos embarcaciones.
Una embarcación tipo semisumergible a 103 millas náuticas al suroeste de la Isla Malpelo, que habría zarpado desde el municipio de Mosquera, Nariño, tripulada por dos sujetos de nacionalidad colombiana y un panameño, llevaba a bordo 496 kilogramos de clorhidrato de cocaína.
En una segunda operación adelantada a 21 millas náuticas al noroeste de costa del departamento del Chocó, las autoridades realizaron la interdicción marítima de una embarcación que transportaba una tonelada de clorhidrato de cocaína, evitando que el alijo llegará a su destino.
Estos golpes al narcotráfico representan pérdidas superiores a los 69 millones de dólares para las organizaciones criminales transnacionales que delinquen en el Pacífico colombiano.
/Colprensa