Diario del Cesar
Defiende la región

Denuncia penal por apropiación contra el alcalde de Aguachica  

CONTRATÓ VIGILANCIA QUE NO EXISTE EN BOSQUE DEL AGÜIL

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Ante la Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco, la procuraduría provincial de Ocaña y la Contraloría General de la República, fue interpuesta por la personera Municipal de Aguachica, Johana Caviedes Pabón, una queja disciplinaria y fiscal, así como una denuncia penal por peculado por apropiación ante la Fiscalía General de la Nación, contra el alcalde Robinson Manosalva Saldaña.

La funcionaria explicó que, el motivo de esta denuncia radica en la ejecución de un contrato suscrito entre la Alcaldía municipal de Aguachica y la Empresa de Vigilancia Seguridad Comunera LTDA, por un valor de 1’449.996.240, con un plazo de ejecución de siete meses, donde se destina según el documento cargado en el Secop, el servicio para la alcaldía, entes descentralizados, algunos escenarios y el Bosque del Agüil.

Para este último, se asignan dos vigilantes, sin embargo, el Ministerio Público pudo evidenciar que el bosque no cuenta con el servicio de vigilancia, a pesar que se destinan aproximadamente 20 millones mensuales para el pago de ellos.

Según el Acta de visita con fecha del día 1 de abril de 2022, la Personería inspeccionó las instalaciones del Bosque del Agüil, donde se demuestra el incumplimiento y abandono por parte de la Administración Municipal, situación que aumentó la inseguridad en el lugar por la falta de vigilancia, ya que los delincuentes pueden ingresar al sitio a causar daños al medio ambiente y a la comunidad Aguachiquense que visita el lugar para recrearse, realizar deporte y otro tipo de actividades físicas, quienes resultan siendo víctimas de hurtos y lesiones personales.

La funcionaria espera que los organismos competentes realicen las sanciones a que haya lugar, toda vez que son recursos públicos, que, según la situación expuesta, han sido cobrados a través de un contrato en el que se establecen dos vigilantes para el bosque del Agüil, pero que en la práctica no cuenta con ninguno.

En el lugar vive una persona que se encarga de estar al pendiente del Bosque, sin recibir remuneración alguna por parte del municipio.