Diario del Cesar
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Se suicidó taxista en el Balneario Hurtado

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“No importa, yo me quiero morir…”, fueron las últimas palabras pronunciadas por Emiro Gallego Prado, de 50 años, antes de lanzarse al río Guatapurí, donde murió ahogado en horas de la mañana del viernes.

Según comentaron algunos testigos del hecho, el hombre llegó a uno de los quioscos de ventas en el Balneario Hurtado y preguntó por el área donde más profundo estaba el río. “Esta parte está llanita o profunda”, así preguntó y caminó hacia el puente, muy cerca de la escultura de las Sirena de Hurtada y se lanzó.

“No pasaron cinco minutos, cuando vimos que el cadáver venía flotando, por lo que de inmediato corrimos a auxiliarlo junto a los jóvenes que conocen el área, pero ya era demasiado tarde. Fue sacado a la orilla, y en sus manos tenía amarrada una bolsita plástica con 150.000 pesos y una carta que fue entregada a las autoridades”, dijo uno de los vendedores del lugar.

Gallego Pardo era conocido en la zona, incluso lo identificaban porque sufría de la enfermedad de Parkinson y residía en el barrio Villa Jaidith donde cariñosamente le día ‘Robocot’.

Se presume que en la nota que llevaba en sus manos, explicaría las razones por las cuales tomó la fatal decisión. Familiares desconocían los problemas que este hombre podría tener para suicidarse.

El lugar fue acordonado por uniformados de la Policía Nacional, mientras el cuerpo fue inspeccionado por la Sijín para su posterior traslado a la morgue de Valledupar.