Diario del Cesar
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Tránsito de Valledupar le declara la ‘guerra’ al transporte informal

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“El progreso tecnológico solo nos ha proporcionado medios más eficientes para ir hacia atrás”.  La frase, inmortalizada por el escritor y filósofo británico Aldous Huxley, bien  puede describir la historia que hoy atraviesan los taxistas de Valledupar, afectados por las facilidades que entrega el internet.

Desde los 20 años, Andrés Reales Guerra, se ha dedicado a manejar taxis en la capital del Cesar; este servicio de transporte público, ha ayudado para que su familia mantenga un sustento económico pese a entregar tarifas diarias como: $48.000 al dueño del vehículo y $30.000 de combustible.

Sin embargo, revela que ‘la mala racha’ se ha apoderado de esta labor: bajando los niveles de producción y económicos, “porque ya no se encuentran clientes en las calles”, aseguró.  Esto se debe, manifiesta, a que las aplicaciones virtuales hoy han permitido que, el transporte informal, tome posicionamiento y aceptación entre los vallenatos.

“Están regalando las tarifas, hay distancias que no ameritan el costo propuesto por el cliente, es como volver al pasado”, explicó Reales Guerra, refiriéndose a Indrive, una aplicación de servicio de transporte público que opera con un modelo de ‘oferta en tiempo real’ en el que los precios del viaje son concertados entre el conductor y los pasajeros.

Hoy, sostiene que los taxistas “han disminuido hasta en un 5% sus ganancias”.   Asegura, que los habitantes están solicitando las carreras por las aplicaciones y no como se acostumbraba en el castizo vallenato: llamando a estaciones o ‘metiendo la mano’.

 

“ME TOCÓ IRME A DONDE NO DEBÍA”

DIARIO DEL CESAR se dio a la tarea de descargar la aplicación Indrive y de esa manera, embarcarse en un recorrido que permitió conocer testimonios del porqué algunos conductores se han adscrito a este metodología que hoy opera en más de 14 países.

Hernández, a quien solo llamaremos por su primer apellido para resguardar su identidad, es un conductor de taxi ‘de la vieja escuela’.   Con más de una década en este trabajo y amplia experiencia en los recorridos de la capital cesarense; desde hace año y medio comenzó a notar pérdidas, económicas, justo cuando el ‘boom’ de las ‘apps’ empezaron a tomar fuerza en Valledupar.

“Las empresas de taxis comenzaron a notificar bajos niveles de usuarios, el trabajo comenzó a ponerse mal” por tal motivo, comenta, “me tocó irme a donde no debía y utilizar Indrive”.

Excelente, así define el cambio Hernández.  Mientras que anteriormente solo lograba una tarifa entre los $80.000 y $100.000, hoy afirma, las ganancias ascienden a $150.000 y $200.000.

Agrega además que, mientras anteriormente debía cancelar cada día unos $5.000 pesos por contratar el servicio de operadores, quienes notificaban el pedido de taxis realizados por los usuarios, con la aplicación no entrega ni “medio peso”, aunque cree que a partir de abril “aparentemente nos descontarán el 10% de lo que hagamos”.

Sobre la satisfacción de los clientes, aseguró que muchos han expresado sentirse “bien”; este estado, dice el conductor, es producto de la estrategia que utilizan en descontar del promedio de una carrera entre $1.000 y $2.000, “nosotros reducimos cierto valor de la frecuencia y económicamente es mejoría para el cliente”, dijo.

 

28 VEHÍCULOS INMOVILIZADOS

Para el secretario de Tránsito Municipal, Víctor Arismendi, estas nuevas tendencias “han entrado para explotar comercialmente el transporte”.

Manifiesta que, según la reglamentación vigente en Colombia, este tipo de aplicaciones funciona bajo el manto de la ilegalidad, sumado a que permiten la vinculación  de vehículos y conductores particulares.

En ese sentido, “solamente  en el mes de febrero en Valledupar, se inmovilizaron  28 carros por prestar un servicio de transporte en vehículos personales” dijo el funcionario.

Las sanciones fueron: cinco días hábiles de detención del automóvil, una multa por un salario mínimo y la suspensión de la licencia de conducción, “tres armas para combatir este tipo de ilegalidad”, aseguró Arismendi.

Los riesgos para los ciudadanos que accedan a estos servicios, comentó el funcionario, es que los medios de transportes, no poseen seguros contra accidentes y  recopilan datos personales como: teléfono, dirección y fotografía; lo anterior, “está siendo colgado en una base de datos de una empresa que la gente no conoce”.

Además, indica que para poder funcionar en cualquier parte de Valledupar, así como de Colombia, deben contar con las autorizaciones del  Ministerio de Transporte, el Presidente de la República y el Congreso; las entidades locales, “solo estamos para hacer cumplir las reglamentaciones que a nivel nacional se expiden”.

Actualmente Valledupar cuenta con 12 empresas de taxi legales y cerca de 2.700 vehículos autorizados.

 

“SE PAGA UN VALOR JUSTO”

Consultamos a José Alejandro Martínez, un usuario de esta aplicación.  Su cambio a este servicio se debió a tres factores, el principal, manifiesta, “es el cliente quien impone la tarifa y por eso se paga lo justo”.

Dijo que se tratan de vehículos de buena calidad, condicionados óptimamente para su movilidad y la atención es lo primordial, “el conductor está obligado a atenderte bien porque cuenta con un sistema de calificación”.  Agrega además, que es rápido y efectivo.