Diario del Cesar
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Defensa de piloto brasileño desistió de apelar su libertad

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Pocos días después de que el Juzgado Segundo Penal Municipal Ambulante con Función de Control de Garantías de Valledupar negara la petición de libertad por vencimiento de términos realizada en favor del piloto brasileño, Eduardo De Abren Rays, su defensor desistió de avanzar en su apelación a esa decisión para que un juez de segunda instancia contemplara la posibilidad de sacarlo de prisión.

Así se dio a conocer mediante un documento que el abogado José Luis Castro Machuca, jurista a cargo de los intereses del extranjero, radicó ante el Juzgado Primero Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento para frenar la solicitud con la que buscaba demostrar que han trascurrido 243 días a partir de la presentación del escrito de acusación que fue presentado el 31 de mayo de 2018, y hasta la fecha no se ha efectuado la formulación de acusación contra el acusado, quien por ello tendría el derecho de volver a las calles.

Todo ello porque, supuestamente, la justicia colombiana no presentó en más de un año a un intérprete del idioma portugués que sirviera de traductor al extranjero en medio de las audiencias. Sin embargo, ese argumento fue desvirtuado días atrás cuando la Fiscalía 133 Especializada contra Organizaciones Criminales, demostró que el piloto habla y entiende el español y todo se trataba de estrategias de la defensa para dilatar el proceso.

Precisamente ratificado el conocimiento del sindicado del castellano, se definió darle trámite al proceso penal y se determinó que a las 10:30 a. m. de hoy martes se lleve a cabo la audiencia de formulación de acusación, que durante el 2018 fue fracasada en más de cinco oportunidades.

Cabe recordar que el brasileño fue capturado por oficiales de la Policía Nacional en acción conjunta con el Ejército y la Fuerza Aérea Colombiana, luego de aceptar que él fue quien maniobró la avioneta de la avioneta Piper PA-34 Seneca de matrícula HK 3945 de la empresa Aerogalán que fue plagiada de manera ilícita en la cabecera de la pista del Aeropuerto Hacaritama de Aguachica en la mañana del 29 de enero de ese año, cuando llevaba $2.000 millones de la empresa de valores Prosegur.

La aeronave había partido desde el Aeropuerto Palonegro de Lebrija (Santander), tripulada por el piloto, el copiloto y funcionarios de una empresa de valores que custodiaban una suma de dinero, estimada en aproximadamente dos mil millones de pesos.

Desde entonces está privado de la libertad en la Cárcel de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, también conocida como ‘La Tramacúa’.