Diario del Cesar
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Polizones en la vía: un desafío a muerte  

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Como si fuera todo un reto desafiar a la muerte, jóvenes en el departamento del Cesar viajan como polizones en camiones sobre las carreteras; varios de ellos llegan sanos y salvos a sus lugares de orígenes, mientras tanto otros fallecen en el intento.

Este tipo de actuaciones se pueden evidenciar casi que a diario en diferentes municipios, iniciando desde Valledupar, Bosconia, Codazzi y demás vías. Los polizontes, se suben a las ‘mulas’ muchas veces sin pedir permiso, aprovechando la detención de estas en los semáforos, lugares desde donde empieza lo que a ellos le llaman una ‘aventura’.

Los adolescentes y jóvenes entre 17 y 25 años, se reúnen con un grupo de “amigos” que a diario y como es de costumbre piden un ‘chance’ para trasladarse desde un lugar al otro.

Mientras para ellos es casi que la ‘gloria’ andar de polizontes, para la comunidad es la puerta abierta a la muerte, pues algunos ver a su equipo deportivo favorito o simplemente buscando llamar la atención entre la gente.

Javier González tiene 21 años de edad, es un hincha del Valledupar FC, dice que desde hace muchos años reside en el barrio Divino Niño de Valledupar, y que conoce cada movimiento de los camiones además del actuar de los conductores de estos, pero a él parece no interesarle el peligro, pues va en busca de ir a disfrutar de los juegos o simplemente para ‘sentir’ adrenalina.

Asevera además que ir en ‘chance’ es riesgoso, sobre todo cuando no hay seguridad para los polizones, ya que en repetidas oportunidades no piden que los lleven, sino que se montan a los vehículos de manera oculta sin que los conductores los alcancen a observar.

“Y es que uno quiere viajar, conocer, a veces nos toca decir mentiras para poder ir a donde juegan los equipos decimos que vamos al colegio o a hacer una vuelta (…)”, contó González.

Agregó que todo esto obedece a que los padres de familia no están al tanto de sus hijos, razón por lo cual se van para donde quieran en los camiones.

José Osorio, es conductor de camión desde hace más de 10 años, dice que esto es un verdadero dolor de cabeza, ya que les ha dicho a los polizontes que se bajen del vehículo, pero lo que recibe es amenazas; aseveró que ha pedido a las autoridades para que estén atentas en las vías nacionales para evitar que estos jóvenes viajen encima de las tractomulas.

“Uno trata de bajar a estos muchachos de los carros, pero la verdad es que no podemos seguir así. Las autoridades deben hacer algo urgente porque queremos evitar que sigan presentando tragedias en las carreteras. No es nuestra responsabilidad, y sin embargo, hemos hecho el llamado en diferentes oportunidades pero no le prestan atención a todo esto”, subrayó Osorio.

SIN LIMITES 

Se volvió costumbre y parte del paisaje. Por varios sectores de Valledupar, pero especialmente por las avenidas calle 44, La Popa, Los Militares y la 23, se pueden observar colgados a jóvenes de camiones y tracto camiones. Lo hacen de manera individual y en grupos de cuatro, cinco y hasta 10 muchachos.

Uno de los sitios favoritos es la glorieta del Obelisco, que une a la avenida Los Militares con la Calle 44. Se cuelgan de la parte de atrás de los tractocamiones, que viajan en sentido hacia el municipio de Bosconia. Y es claro el objetivo; los que se cuelgan están buscando carretera para llegar sin pagar un peso, a las ciudades que quieren.

No es justificable. A la altura del Obelisco se suben clandestinamente por la parte de atrás de los tractocamiones p. ¿Pero hacia donde viajan los que se suben por la avenida La Popa o la 23 con destino al norte? Ocurre todos los días, especialmente durante las horas de la tarde. Quienes transitan por la zona los ven en estos malabares que se extienden hasta la avenida Sierra Nevada. El peligro es inminente, y en cualquier momento ocurrirá una tragedia, que de seguro, tampoco hará reflexionar a estos jóvenes que parecen no tener padres.

El último caso conocido sucedió en la calle 44 con 27 en Valledupar. Un adolescente de tan solo 16 años, estaba reunido con un grupo de jóvenes charlando, echaron chanzas y demás.

El ruido de las ruedas de una tractomula dio aviso que iba a pasar por el sector, como alertándolos de su presencia. Cuando el grupo de amigos observó al pesado vehículo, lo que hizo fue tratar de treparse, pero uno solo uno de ellos lo alcanzó e infortunadamente perdió la vida en el intento al tratar de sostenerse, pues se cayó y fue arrollado.

El menor quedó bañado en un charco de sangre a la vista de la gente en plena vía pública. Todos querían ver de quien se trataba, pero la Policía de Tránsito y Transportes hizo la inspección al cadáver y lo trasladó a la morgue de Medicina Legal de Valledupar para la necropsia.

EL ACTUAR 

La psicóloga María Eugenia Sarmiento fue consultada por AJÁ & QUÉ VALLEDUPAR para conocer detalles sobre el actuar de los jóvenes que suben a los camiones como polizones.

“Estos son jóvenes que no respetan a la autoridad, muchas veces consumen sustancias psicoactivas, por lo tanto, lo que les enseñemos a nuestros hijos es lo que van a manifestar en otros escenarios, no solamente en el hogar sino también en la casa. Como padres debemos cuidar la autoestima de nuestros hijos, de hacerlos sentir que son importantes en la vida de papá y mamá. También hay que decirles que no todo lo que los jóvenes quieran lo pueden tener”.

Finalmente, la especialista añadió que: “Hay que darles buenos ejemplos a los hijos, porque si no hay autoridad para con ellos entonces comienzan a hacer conductas delictivas como se ha visto en repetidas ocasiones. Quienes viajan a en camiones o mulas necesitan padre y madre que tengan firmeza”.