Diario del Cesar
Defiende la región

“Era mi mano derecha y me lo asesinaron” 

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POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA 

En una humilde casucha de barro del corregimiento de Casacará, jurisdicción de Codazzi, todavía retumban los gritos de la comunidad que se confundían con el sonido de las bombas aturdidoras del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, que acudió hasta esta zona para disipar una protesta de la población. 

Apenas iba un mes de la emergencia sanitaria ocasionada por el COVID-19 y los habitantes de esta localidad ya clamaban por ayudas a los entes gubernamentales para sofocar un poco el hambre.

Pero ese 22 de abril se convirtió en dolor para la señora Carmen María Hernández Nieto, quien desde esa fecha vive su propio calvario.

Ese día, una bala le quitó a su hijo, Jaider Antonio Brochero Hernández, un adolescente de 17 años, que se encontraba en medio del tumulto de personas que pedían comida, pero que a cambio recibió un disparo que le arrebató la vida.

El balazo se incrustó en uno de sus glúteos, siendo trasladado por la comunidad al hospital del municipio de Becerril, pero allí los galenos no pudieron salvarlo.

Fue el fin de la existencia de Jaider Antonio, pero apenas el inicio del drama para María Carmen.

“Desde ese día me embarga la tristeza… pero también es una situación donde toca que los vecinos a veces le den la comida a uno (…) el único que me ayudaba era él”, expresa la señora de 40 años y madre de 8 hijos.

Asegura la progenitora de Jaider que a los 13 años decidió dejar de estudiar para empezar a trabajar y ayudar a su mamá.  “Todos los días viajaba a Becerril a trabajar en los depósitos y tiendas, rebuscándose en oficios varios”, subraya.

Mientras acomoda el carbón en el improvisado fogón, Carmen María derrama una lágrima al recordar a su descendiente.

“Me lo mataron porque él no estaba en esa protesta, él venía de trabajar de Becerril, porque era un niño muy respetuoso con la gente, lo querían mucho, me lo mató la policía, él dejó de estudiar para trabajar para su madre y sus 7 hermanitos”, señala Carmen María.

‘ERA MI MANO DERECHA’ 

Hoy, cuando se cumplen cuatro meses de la muerte de Jaider Antonio, exige justicia.  Y clama por ayuda al alcalde de Codazzi de quien dice, no le ha cumplido con lo que prometió.

“Era la mano derecha mía, me lo mató la policía, yo necesito justicia para mi hijo.  No he visto resultados ni del alcalde, ni me ha dado el pésame, ni me han dado ayuda, nada, él dio el cajón y ya, pero de ahí ni más ha preguntado cómo está uno”, sentencia la mujer.

Mientras llega esa “justicia terrenal”, Carmen María sobrevive con sus 7 hijos en esa casa de barro por la cual paga mensualmente $50.000 de arriendo.

LA INVESTIGACIÓN 

Desde el momento en que se conoció la muerte del joven Jaider Antonio Brochero Hernández, el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía y la Justicia Penal Militar se pusieron al frente del hecho.

Sin embargo, hasta ahora, no hay capturas ni tampoco se han revelado avances en este caso.

El día del insuceso, el comandante de Policía Cesar, coronel Jesús de los Reyes Valencia confirmó que el caso llegó a manos de la Justicia Penal Militar y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía quienes deberán descifrar “quién es el responsable y ponerlo a disposición del ente que lo requiera”.