Diario del Cesar
Defiende la región

Entre nostalgia y cuidados, fieles regresaron a las iglesias 

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POR NINOSKA REYES URDANETA 

Con sentimientos encontrados, así amanecieron ayer los vallenatos en el inicio del plan piloto para la reapertura de los templos religiosos dentro de las medidas por el Covid-19. Las restricciones y la escasa presencia de feligreses, entristeció a muchos, mientras pedían a Dios superar esta difícil situación por la pandemia. 

En el municipio de Valledupar siete templos católicos y cuatro evangélicos, están autorizados para abrir sus puertas, respetando un protocolo de bioseguridad que, durante 15 días, estará en ensayo bajo la supervisión de las autoridades municipales.

En el caso de la iglesia La Inmaculada Concepción, cinco eucaristías se llevaron a cabo el día de ayer. Bien temprano, los feligreses acudieron según el orden registrado a través de la plataforma digital www.laiglesiamecuida.com.

La toma de temperatura, desinfección de manos y cuerpo, solo dos personas por banca y el uso obligatorio del tapabocas son las medidas que desde la puerta del templo se están considerando. No hubo abrazo de paz y la hostia la recibió cada persona en sus manos por parte del párroco, quien portaba también los elementos de bioseguridad para evitar contagios.

MOMENTO PARA REFLEXIONAR 

Alba Montero Dangond, quien acudió a la misa de las 10:00 de la mañana, se encontraba en una de las primeras bancas de la iglesia. Sus lágrimas mojaban sus mejillas, mientras manifestaba que sentía una sensación extraña.

 “Lloro de alegría porque después de cinco meses pudimos volver a  la casa del Señor, pero me da tristeza ver esta situación, el virus nos separa y definitivamente toca hablar de manera individual con Dios. Pienso que estos tiempos tan difíciles nos servirán para reflexionar y  valorar a nuestro prójimo, es duro vivir una eucaristía de esta manera”, afirmó.

Para los esposos Douglas Quintero y Enma Ollivera, también fue difícil vivir la misa con tantas restricciones. “En nuestro caso la costumbre es asistir en familia todos los domingos a la iglesia La Inmaculada Concepción, pero esta vez nuestros hijos debieron quedarse en casa por ser menores de edad, al igual que mi madre por tener 70 años”.

Reiteraron que les dio mucha nostalgia, pero consideran que fue un paso importante para lograr que el sector religioso vuelva a sus actividades. Toca respetar las normas, pedir mucho a Dios porque esta pandemia pase y los seres humanos salgan fortalecidos de esta dura prueba.

Monseñor Oscar Vélez Isaza, obispo de la Diócesis de Valledupar, quien presidió ayer la eucaristía en la Catedral Santo Ecce Homo, indicó  que esta reapertura era muy esperada, se soñaba con este momento que con mucha responsabilidad se le pidió al Presidente de la República, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Es así, como después de haber estudiado con el municipio de Valledupar, los protocolos fueron aprobados y se nos dio la facultad de empezar con estas experiencias pilotos, dijo.

Monseñor reiteró que en este mes hay que reforzar los cuidados, se necesita de la colaboración de todos para evitar mayores contagios de Covid-19. Igualmente recordó, que nadie puede asistir a la iglesia sin inscribirse previamente, que los feligreses salgan de su casa directamente al templo como una manera de disminuir los riesgos de contagio, las aglomeraciones en la entrada y salida de las iglesias están prohibidas.

Lógicamente a cada persona que acuda, se le desinfectan las manos y cuerpo, debe mantener la distancia de dos metros, y para ello todas las bancas están señalizadas, así como también las medidas de bioseguridad en sitios visibles.

El abrazo de la paz será suprimido durante este tiempo de pandemia y la comunión se entrega en la mano a cada persona en su puesto, sin que haya diálogo entre el celebrante y el fiel.

“No basta solamente estos protocolos y esta norma, cada uno tiene que poner de su parte, insistimos en el autocuidado ya que de ello depende que las iglesias mantengan sus puertas abiertas”, reiteró Monseñor.

Durante la eucaristía, fue admitido un grupo de jóvenes de la Diócesis de Valledupar para iniciar su carrera en el Seminario Juan Pablo II.

Por su parte, Doriam Rocha, párroco de la iglesia La Inmaculada Concepción, dijo que el día de ayer se vivieron momentos de grandes bendiciones, es una satisfacción dejar de predicarle a una cámara y volver a ver la cara a la feligresía. “Sabemos que aún hay muchas limitaciones, hubo personas que lloraban para entrar y no se podía; otras lloraron de alegría, de nostalgia  por la manera en que se está viviendo la gracia de Dios en tiempos de pandemia”.

El llamado es a la feligresía para que respete las normas, y consideren que los decretos son emitidos por el bien de todos, ya que se están viviendo momentos difíciles con el pico de la pandemia por el Covid-19.

“Hoy más que nunca debemos valorar los sacramentos, la presencia de Cristo en la eucaristía y de nuestros hermanos. Sabemos que muchos han vivido momentos duros, pero es hora de recibir los tiempos de alegría y esperanza”, dijo el padre Doriam Rocha.

PROMOVER EL AUTOCUIDADO 

Luis Galvis, secretario de Gobierno municipal, acudió a la Catedral Santo Ecce Homo, para verificar el plan piloto de reapertura del sector religioso. “Vemos el alto grado de responsabilidad de la Iglesia en el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad establecidos por el Ministerio de Salud”.

Pidió a los vallenatos responsabilidad a la hora de utilizar los canales que la Iglesia ha dispuesto para solicitar los cupos de ingreso a las eucaristías, las cuales se realizarán en tres horarios de lunes a sábado y cinco los domingos.

Manifestó que el sector religioso está asumiendo este reto con responsabilidad, pero es necesario que la ciudadanía mantenga el autocuidado para la prevención de contagios, tomando en cuenta que en este mes se registrará el pico más alto de la pandemia.

En el caso de las iglesias católicas iniciaron las eucaristías presenciales las parroquias: La Inmaculada Concepción, Catedral Ecce Homo, Nuestra Señora del Carmen, Santísima María del Camino, Inmaculado Corazón de María, ubicada en el barrio Jorge Dangond; y San José Obrero en Primero de Mayo.  La Natividad en el sector El Novalito, no abrió ayer sus puertas y se espera que lo haga durante esta semana, según lo manifestó el presbítero Jesús Torres.

Los horarios autorizados son: Lunes a sábado 6:30 a.m. a 7:30 a.m, 12:00 m. a 1:00 p.m, 6:30 p.m. a 7.30 p.m. Mientras que los domingos los horarios permitidos son los siguientes: 10:00 a.m. a 11:00 a.m, 12:00 m. a 1:00 p.m, 5:00 p.m. a 6:00 p.m, 7:00 p.m a 8:00 p.m.

El aforo máximo será de 50 personas, mayores de 65 años y menos de 18 años no podrán asistir, tampoco las personas que presenten síntomas gripales.