Agoniza el hospital necesita un plan de salvamento urgente
POR NINOSKA REYES URDANETA
La crisis financiera del Hospital Rosario Pumarejo de López parece no vislumbrar solución, mientras el personal médico, asistencial y administrativo exige a viva voz el pago de honorarios y ya cumplen casi un mes en huelga.
En tal sentido, está en tela juicio una posible intervención por parte de la Supersalud, tema que fue discutido la mañana de ayer en sesión de la Asamblea Departamental del Cesar, generando un candente debate en el que igual no salieron soluciones.
Sin embargo, la diputada por el Centro Democrático, Claudia Margarita Zuleta, defendió a capa y espada la propuesta de intervención, “que si no es vista con buenos ojos por el Gobierno Departamental, entonces que presente un plan de salvamento financiero urgente que saque del abismo a este centro asistencial piloto en el territorio”, afirmó.
Destacó durante su discurso, que una intervención es la alternativa para transformarlo positivamente, para salvarlo y no para que sea liquidado. Un ejemplo de ello es el hospital San Andrés de Chiriguaná, el cual estuvo rodeado de malas administraciones y malos manejos durante años hasta que cayó en debacle. Entró en una crisis financiera profunda y eso hizo decaer en la prestación del servicio, llegando a ser un hospital de mediana complejidad a un puesto de salud, donde solo se ofrecía medicina general y algunos programas de promoción y prevención.
Pero hace un poco más de un año lo tomó la Superintendencia de Salud y fue prorrogado por un años más en vista de los logros alcanzados, al punto de haber puesto en funcionamiento la Unidad de Cuidados Intensivos, y hoy día lo que vende y recauda es suficiente para cubrir sus costos y gastos. También aumentó el talento humano y está prestando todos los servicios de mediana complejidad.
“Eso es lo que nos ilusiona a pensar que el HRPL corra una suerte similar, porque agoniza, no tiene recursos para sostenerse, no produce ni lo necesario para pagar a sus empleados y ha perdido se capacidad de oferta produciendo solo el 15% de lo que hace dos años producía. Lamentablemente está al borde de una crisis que no ha sido atendida como debe ser”, afirmó la diputada.
Agregó que el hospital además de mantener deudas laborales, de proveedores, tiene una gran amenaza que se llama contingencias judiciales. Los Pasivos del hospital superan los 70.000 millones de pesos, de los cuales más del 30% son demandas, persecuciones judiciales por problemas laborales y de responsabilidad médica.
De allí la importancia de analizar una intervención, ya que a través de ese proceso se le cierran las puertas a las demandas, y que todo lo que produzca el hospital sea exclusivamente para sacar adelante su estructura operativa y financiera.
Otra de las ventajas, es que al ser manejado por la Supersalud, será esta dependencia nacional la que se siente a negociar con las EPS, para garantizar la remisión de pacientes de cualquier tipo de régimen.
Pero además es importante saldar deudas viejas y en eso también puede ayudar la Supersalud, para que la EPS que están en proceso de liquidación le paguen al hospital, y que el principal deudor del hospital, que se llama Secretaría de Salud Departamental, también haga lo propio.
“No estamos diciendo que una intervención es lo único que puede salvar al hospital, pero es necesario que el Gobierno Departamental elabore un plan de salvamento, que plantee alternativas y no se quede en solo decir que no hablará con el personal porque están en huelga”, dijo Zuleta.