Diario del Cesar
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Bajo presión, Nueva York desmantela campamento de líderes contra el racismo

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Bajo presión del presidente estadounidense, Donald Trump, que amenaza con enviar tropas federales a Nueva York para restablecer el orden, la ciudad puso fin el miércoles a un campamento de manifestantes contra el racismo y la brutalidad policial instalado frente a la alcaldía desde junio.

La policía, acompañada de abogados y personal de limpieza, llegó al campamento antes del amanecer para desmontar las carpas y expulsar del lugar a unas 50 personas. No hubo enfrentamientos ni heridos, dijo el jefe de la policía de Nueva York, Dermot Shea, en conferencia de prensa.

El alcalde demócrata Bill de Blasio, que defiende las manifestaciones provocadas por la muerte de George Floyd, un hombre negro, a manos de un policía blanco en Minneapolis el 25 de mayo, dijo que el desmantelamiento del campamento “Occupy City Hall” -similar al movimiento “Occupy Wall Street” de 2011 contra el capitalismo- fue cuidadosamente planificado.

“En estas últimas semanas la cantidad de manifestantes bajó, cada vez era menos una manifestación y más una concentración de personas sin hogar”, indicó el alcalde. “Era tiempo de actuar”.

A la presión de vecinos para poner fin al campamento se sumó la amenaza de Trump de enviar agentes federales a Nueva York, como lo hizo la semana pasada en Portland (Oregon) para proteger los edificios federales y “restablecer el orden”.

De Blasio amenaza con demandar al gobierno federal ante la justicia si Trump cumple con su amenaza.

Pero también hay presión del gobernador demócrata del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quien el miércoles dijo estar “muy perturbado” por el alza de la criminalidad en la ciudad y por otras señales de “declive” de la metrópolis, duramente golpeada por la pandemia de coronavirus.

Los tiroteos están en alza de casi 61% en la ciudad de Nueva York este año, mientras los asesinatos han subido un 23%, según los últimos datos de la policía.

El gobernador dijo que habló con Trump el martes para pedirle que no envíe agentes federales a la Gran Manzana y para asegurarle que él mismo tomará acciones si es necesario.

“Estoy inquieto, pero no al punto de declarar el estado de emergencia y de adoptar medidas intrusivas”, afirmó en una teleconferencia de prensa.