Dejemos atrás la ´guachafita´, esto va en serio
Es decepcionante y deplorable que buena parte de la población colombiana no haya tomado con seriedad el confinamiento ordenado por el Gobierno. Pese a las advertencias que se han hecho sobre el enorme peligro que ronda en el ambiente por la agresividad del llamado ´virus asesino´, que ayer ya cobraba más de 20.500 vidas en todo el mundo, aquí todavía estamos viendo a un montón de gente en la calle, a adultos mayores desacatando las instrucciones y unos avivatos buscando cómo aprovecharse de la situación.
Consideramos que las medidas del Gobierno han resultado laxas y benignas. Aquí hay que hacerle entender a la gente por las malas o por las buenas, no importa el procedimiento, que por la irresponsabilidad de unos pocos no podemos arriesgar la vida de millones de personas.
Para darles solo un ejemplo de lo que es el imperio de la Ley y de la autoridad. El gobierno del señor Vladimir Putin en Rusia ordenó: en la casa o 5 años de cárcel. Listo. Sin más consideraciones. Y estamos hablando de una potencia mundial que tiene con qué enfrentar una emergencia tan descomunal como la que se vive. Aquí andamos con paños de aguas tibias. Si no tomamos ejemplo de lo que le está pasando al resto de mundo, lo vamos a lamentar.
Para evitar esa congestión es necesario que la autoridad use toda su capacidad de poder de sanción para impedirla. Lo más importante es usar todos los medios de comunicación posibles para educar y crear conciencia, y reclamar de la gente la responsabilidad para evitar su presencia donde no es necesario, pero si desacatan esas órdenes, hay que utilizar otras herramientas
El arranque de la cuarentena no fue la mejor. Se trata de un reto de marca mayor, no solo porque el país nunca había afrontado una emergencia que obligara a que toda la población se refugiara en sus casas, sino que, además, para nadie es un secreto que en Colombia han venido aumentando de forma lenta pero progresiva distintos comportamientos conductuales anómalos entre la población. En medio del alud informativo de las últimas semanas en torno a los protocolos para enfrentar la pandemia, los expertos en salud mental a nivel mundial y nacional han sido especialmente insistentes en la necesidad de que las familias que están en aislamiento social apliquen una serie de recomendaciones básicas sobre cómo sobrellevar esta emergencia. Por ejemplo, sugieren que se establezcan al interior de las familias algún tipo de acuerdo básico sobre la distribución de tareas, los mecanismos para adelantar de forma tranquila y eficiente la modalidad de teletrabajo, las reglas sencillas que deben cumplir los estudiantes para llevar a cabo su educación virtual así como el establecimiento de los consensos necesarios para aplicar los métodos preventivos e higiénicos que ayuden a limitar al máximo el riesgo de contagio del coronavirus.
Algunos especialistas también recomiendan acudir a fuentes fiables y serias en la red digital con el fin de conocer técnicas sencillas pero útiles que se pueden poner en práctica en medio de esta coyuntura inédita para los colombianos. Se trata de tips muy básicos sobre manejo y respeto de los espacios individuales, mecanismos para mantener la calma en medio de una situación cada vez más preocupante, métodos para paliar el estrés y las tensiones propias del encierro, cómo explicarles a los niños por qué no pueden salir a la calle… También se aconseja escoger una serie de actividades lúdicas para propiciar el fortalecimiento de los lazos familiares y el aumento del principio de solidaridad en una emergencia en donde del comportamiento de cada persona depende sustancialmente la salud de sus seres queridos.
Es urgente, de igual manera, que las autoridades establezcan mecanismos agiles para que se pueda denunciar cualquier caso de violencia intrafamiliar y proceder de manera rápida a activar los sistemas de protección para la persona agredida o en riesgo de serlo. No menos importante es lo relativo a prevenir posibles situaciones de agresión sexual al interior de los núcleos familiares que estarán en aislamiento social por lo menos tres semanas. Incluso urge preparar a los hogares sobre el relacionamiento con las personas enfermas o hasta en el manejo de los duelos en caso de muertes por esta enfermedad viral.
Como se ve, si bien es cierto que es urgente proteger la salud física y la vida de toda la población, también es prioritario hacerlo en lo referente a la salud mental. No es un asunto menor como pudieran pensarlo algunos. Por el contrario: mantener la unión, el cariño, el respeto y los sentimientos de solidaridad en cada núcleo familiar es determinante para que entre todos nos cuidemos y para que colaboremos, de manera consciente y decidida, con los protocolos sanitarios que eviten que la epidemia se dispare en nuestro país como está ocurriendo, lamentablemente, en algunas naciones de Europa, especialmente Italia y España.
Como lo hemos reiterado en estas páginas: cada colombiano es un soldado en esta batalla por la vida, y sus familias, podría decirse, los batallones que garantizarán que saldremos adelante.