‘Garavito’ fue dado de alta
Custodiado por guardianes del Inpec y con un casco de seguridad que protegía su cabeza, el violador y asesino en serie Luis Alfredo Garavito, fue conducido desde el Hospital Rosario Pumarejo de López hacia el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Mediana y Alta Seguridad ‘La Tramacúa’ de Valledupar.
‘Garavito’ fue dado de alta ayer, está un poco más delgado y con una verruga cerca del ojo que según los galenos es cancerígena y que además la leucemia poco a poco ha hecho efecto deteriorando su salud.
El violador de menores duró más de 10 días en el Hospital Rosario Pumarejo de López en el que se le realizaron varios estudios al igual que en la clínica Buenos Aires de esta municipalidad.
El violador, cuyo rostro estaba cubierto con un tapaboca, no solo padece leucemia crónica, también un lunar se le convirtió en cáncer que le invadió el ojo izquierdo el cual no le permite tener una visión completa.
‘GARAVITO’ Y SUS CRIMENES
Las autoridades de Colombia creyeron que esta ola de desapariciones y asesinatos de niños, en cuyos casos también tenían señales de abuso, correspondían a algún ritual satánico. Pero para noviembre de 1997, se descubrieron los restos de al menos dos docenas de niños en un barranco y en un lote cerca de Pereira, ciudad de la región central de cultivo de café. El caso llevó a que las entidades investigadoras crearan un grupo de trabajo a nivel nacional que encontró similitudes entre los casos de todo el país.
Desde instante comenzó la indagación por el homicidio de un niño en la ciudad de Tunja, en el centro del país; para ese momento, Garavito se movía frecuentemente de lugar y ya tenía un nuevo nombre: Bonifacio Morera Lizcano, pero la Policía lo capturó en 1999 cuando intentó abusar de un menor. La Fiscalía ya venía cruzando información con sus diferentes departamentos para actualizar los registros y estar alerta de cualquier hecho similar al del hallazgo de Pereira. Fue por esta razón que cuando compararon el registro fotográfico de Garavito y Morera, se dieron cuenta que era la misma persona. Para ese momento, Garavito era un vagabundo con un largo historial de enfermedades mentales, y ahora está en la cárcel ‘La Tramacúa’ de Valledupar purgando una de las tantas penas en su contra.