Diario del Cesar
Defiende la región

Operación humanitaria

279

Todo el país sigue con expectativa la  Operación humanitaria  que ha iniciado el Estado colombiano para rapatriar a 13 connacionales que se encuentran en China, bajo la amenaza de poder contagiarse con el llamado virus asesino.

Miedo y expectativa, pero también decisión y compromiso, eran los sentimientos encontrados que tenían ayer por la madrugada los 18 tripulantes del Boeing 767, conocido como ‘Jupiter’, en el que serán traídos al país 13 colombianos y 3 extranjeros miembros de su familia, que se encuentran en Wuhan, China, epicentro del coronavirus, una epidemia que hasta el momento ha dejado más de  2.300 personas muertas y cerca de  78.000 contagiados.

Al ser un vuelo tan largo, aproximadamente 6  horas después de haber dejado suelo colombiano, la misión humanitaria tendrá que hacer su primera  parada en la base aérea de Misouri, Estados Unidos, para poner combustible. Luego, hará una nueva escala en Anchorage, Alaska y posteriormente se desplazará al aeropuerto internacional de Seúl, Corea del Sur, ciudad en donde los tripulantes de la nave pasarán la noche del 23 de febrero. La llegada a Wuhan, China, será el 25 de febrero en horas de la noche, en cumplimiento del protocolo de bioseguridad.

Cuatro horas después de haber llegado a Wuhan, en donde llenarán de nuevo combustible y se hará la revisión médica de las 16 personas que serán traídas a territorio colombiano, la nave despegará de nuevo, pero esta vez con rumbo al país.

El Boeing 767  fue dividido en tres secciones o cápsulas, con el fin de garantizar la seguridad física y mental de los tripulantes tanto en el trayecto de Colombia a Wuhan, como de regreso. Hay un estricto protocolo de higiene y esterilización con el fin de que evitar posible contagio del coronavirus.

La primera sección está conformada por técnicos de la FAC y los pilotos del avión, quienes se estarán rotando las horas de vuelo para evitar el cansancio durante el largo trayecto. Esta parte de ‘Júpiter’ es completamente aislada de las demás, tiene camarotes y suficiente alimentación e hidratación para las 52 horas de vuelo.

En el segundo compartimiento está destinado al personal de médico y tiene condiciones similares a la de los pilotos, con alimentación adecuada, hidratación y espacios para descansar. Sin embargo, hay un espacio de comunicación con la última ‘cápsula’, que es donde se ubicarán los 13 connacionales y tres de sus familiares extranjeros.

El avión está adaptado para ser autosuficiente en el cumplimiento de todas las necesidades básicas de los tripulantes. Lo único que necesitan de carácter externo es llenar el combustible, para lo cual existe un protocolo de tanqueo que se debe seguir de manera estricta.

El componente médico también está divido en tres secciones. El primero es el clínico, que se concentrará en cualquier emergencia  que se presente durante el vuelo de ida o de regreso. Esto incluye desde dolores de cabeza, mareos, vértigos o  vómitos, hasta enfermedades más complejas.

La salud mental y el apoyo psicosocial son otros de los aspectos médicos que se tratarán durante las horas de vuelo. El equipo está preparado para sobrellevar la ansiedad que les pueda producir el aislamiento y el riesgo de contagio.

Se espera que la tripulación de retorno, conformada por 34 miembros,  entre en aislamiento una vez pise suelo colombiano, pese a que hasta el momento ninguna de las personas que serán repatriadas presenta síntomas asociados al coronavirus. Esta etapa se desarrollará en un centro hospitalario de Bogotá, que todavía no se ha revelado. Serán 14 días los que estas personas permanecerán aisladas. Hasta ahora se adelantan gestiones con la Secretaría de Salud de Bogotá para diseñar una ruta de atención, en caso de que alguna de las personas llegue con los síntomas del virus.

Es la segunda vez que ‘Júpiter’ le da vuelta al mundo, lo hizo  hace aproximadamente 8 años, pero en otras condiciones.