Invasores se niegan a desalojar predios que ocupan ilegalmente
POR:
EDUARDO
MOSCOTE SIERRA
Más de 150 habitantes de Guasimales, Altos de Pimienta, Brisas de la Popa y Bello Horizonte Dos ,invasiones que serán desalojadas el próximo 4 de febrero como autoriza la sentencia T-946 de la Corte Constitucional y la resolución 2841 del 27 de diciembre del 2019, se tomaron la Alcaldía de Valledupar pidiendo soluciones a la problemática.
Con carteles, niños y adultos exigían nuevos acuerdos que permitan de manera legal la titulación de los predios invadidos hace más de 11 años: cerca de 88 hectáreas pertenecientes al Mayor Alberto Pimienta Cotes. “No buscamos que nos regalen, nosotros compramos”, expresaban.
Aunque la actual administración municipal es ajena a la autorización expedida por el exalcalde de Valledupar Augusto Daniel Ramírez Uhía días antes de finalizar su mandato, realizará estudios para considerar una prórroga del desalojo para inspeccionar otros factores para la adquisición.
Durante el plantón pacífico, Carolina Centeno, habitante de Altos de Pimienta, dijo que la vía de hecho obedece a la falta de una solución a este caso que anteriores mandatarios han dilatado con el fin de aprovecharse de los votos durante elecciones.
Desea que la ciudad conozca lo que estarían viviendo los sectores, y la posible crisis sanitaria que se generará pues, al quedar ‘en el aire’, entrarían a la mendicidad.
“Queremos que Valledupar sepa que hay una orden de desalojo que será cumplida, aunque es zona roja, no todos somos malos, hay gente buena, necesitada, de bien; que humildemente y entre lo poco sobrevive, que no somos 2.000 familias sino más de 10.000 familias entre discapacitados, desplazados, enfermos, tercera edad que hace más de 10 años vivimos aquí”.
Al desempolvarse una nueva amenaza de desalojo, pretenden aprovechar para hallar solución definitiva a la misma, expresando que no pueden vivir en ese ‘vaivén’ emocional toda la vida.
Sostiene que el mayor Pimienta ha estado todo el tiempo al pendiente del asunto, sin embargo, no se han concretado acuerdos de pagos y el tema se va venciendo.
HISTORIAS DETRÁS DE LA DESESPERACIÓN
Durante la protesta, abundaron las lágrimas de aquellas personas que dicen, viven enfermos por la zozobra. DIARIO DEL CESAR conoció historias que reposan en estas tierras, voces que aseguran se resistirán a lo pactado con la Fuerza Pública.
Fanny Arias, residente de Bello Horizonte, llegó ayer al plantón, aunque no tenía para los pasajes decidió pedir en la calle para cumplir con la cita frente a la Alcaldía Municipal, pues la preocupación de quedar fuera de su casa junto a sus tres hijos, uno discapacitado y otro especial, la llevó a apoyar la causa.
Durante su vida se ha dedicado a lavar y cocinar en casas ajenas, mientras que con ayuda del reciclaje consigue recursos extras. No obstante, con los años, una enfermedad en los huesos y demás achaques hicieron que disminuyera el ritmo.
Sobrevive a diario, pues debe buscar qué comer con la llegada de un nuevo día, cuando no tiene la fuerza económica asiste al comedor de Altos de Pimienta. “Estoy en la tercera edad, he ido a que al menos me colaboren con los recursos que llegan para nosotros, pero estoy en lista de espera: mientras va muriendo abuelitos vamos entrando otros. Y sigo sin recibir mis beneficios”.
DESPLAZADOS Y ENFERMEDADES
Huyendo de amenazas por parte de grupos armados, Yedelina Ropero llegó junto a su familia a Bello Horizonte Dos. Ahorrando las ganancias de ventas de bollos y hayacas, logró reunir $8.000.000 que invirtió, dice, a través de Fonvisocial en un lote en el para el año 2017. Le manifestaron que ese mismo año llegaría la titulación, pero nunca la recibió.
Su caso, particular, la ha llevado a que sea una de las afectadas de esta situación, pues al creer en la entidad pensó que sería cobijada, los hechos estarían demostrando otra respuesta. Este sería su cuarto desplazamiento.
“A mí me dijo el fondo que construyera con confianza que no lo van a quitar y ahora miren lo que ha ocurrido. Me sacarán muerta porque lo poquito que he conseguido con mi esfuerzo y lucha no me lo voy a dejar quitar”.
También se conoció el caso de Milta López, quien tiene a un hijo con epilepsia refractaria que lo ha dejado cuadripléjico y utilizando un Home Care y respirador en casa. No tiene a dónde ir ni como cancelar un arriendo, por lo que el principal afectado – mortal – sería el joven.
Una de las soluciones que al parecer entregó el alcalde Mello Castro González, fue reubicar a la comunidad en el Urbanización Porvenir, pero dice López, las viviendas no alcanzarán para recibir a la población que sería afectada y ninguna familia se expondrá a quedar sin techo.
Dice que la inseguridad, en vez de un desalojo, es lo que deberían atacar primero las autoridades pues los hurtos sonconstantes en estos sectores. Pero aseguró: “Prefiero soportarme la inseguridad que dejar a mis hijos sin casa”.
GOBIERNO MUNICIPAL
Luis Galvis secretario de gobierno de Valledupar, ante el tema expresó que, aunque la administración encontró una resolución firmada por el exalcalde Augusto Ramírez Uhía para realizar el desalojo el 04 de febrero, se adelantarán estudios a cada uno de los puntos que autorizan el procedimiento, con el fin de prorrogarlo.
Igualmente manifestó que se buscará cobijar a la comunidad, pero que se debe entender que se trata de una notificación – orden – nacional que debe ser cumplida como lo establece la Ley.
“El señor alcalde ha dispuesto la instrucción puntal del acatamiento del fallo judicial pero teniendo en cuenta los derechos fundamentales de los habitantes”, finalizó diciendo el secretario de Gobierno de Valledupar.
OPINIONES
Durante la protesta que inició pasada las 8:00 a.m., varios afectados dialogaron con el medio exponiendo las razones del apoyo a esta vía de hecho.
Consuelo Blanco, de Brisas de la Popa, dijo: “Estamos afectados de la salud e inestabilidad, tenemos ancianos, niños, discapacitados y tercera edad, debemos encontrar soluciones, pero no pañitos de agua tibia. Necesitamos dormir tranquilos, merecemos respeto. Solo en este sector seremos 5.300 afectados”.
Roberto Buelvas de Altos de Pimienta, expresó: “La presión que tenemos desde que nos notificaron del desalojo es grande, la situación es delicada, estamos todos a la expectativa de qué va a suceder. Queremos que hagan una investigación sobre las casas que entregaron en el Porvenir supuestamente, en el censo hubo personas que ni siquiera conocen la invasión. Fuimos engañados”.
Por último, Jorge Daniel Charrys, enfatizó: “Qué va a pasar con nosotros que también hemos sido víctimas de la violencia; ¿Por qué si le dan beneficios a los que nos hicieron daños y los protegen, y a nosotros nos abandonan?”.