Con la captura de dos cómplices más del homicidio del ganadero Juan Felipe ‘Puro’ Ustáriz, la justicia pretende deja totalmente aclarado el asesinato del joven ocurrido hace un año, el 20 de enero de 2019,en inmediaciones de la finca Filadelfia, zona rural de Valledupar.
Los dos sujetos que, al parecer, cumplieron labores específicas dentro del delito, se encuentran entre los nueve más buscados del departamento, identificados como Luis Ángel Cano Surmay y José Luis Ospino Cano, quienes además tienen un lazo de consanguinidad con Jackson Cano Surmay, administrador de la finca Filadelfia y quien entregó el revólver con el que fue asesinado ‘Puro’ Ustáriz.
Según los datos conocidos por este medio de comunicación, Cano Surmay, supuestamente, tuvo como responsabilidad transportar la gasolina que fue utilizada para ejecutar el incendio en el que murió calcinado el joven ganadero y Ospino Cano, según lo relatado, al parecer, condujo el vehículo donde se movilizaron todos los elementos para la ejecución de trágico hecho.
Las autoridades policiales realizan las indagaciones correspondientes para determinar los móviles y paraderos de los dos delincuentes que, según lo relatado, ingresaron a la finca, localizada en el corregimiento de Valencia de Jesús, jurisdicción de Valledupar, el 20 de enero del 2019 donde Juan Felipe Ustáriz, fue asesinado y calcinado al interior de su vehículo en la vereda Camperucho.
EL CONDUCTOR, EL PISTOLERO Y EL AYUDANTE FUERON CONDENADOS
El Juzgado Cuarto Penal del Circuito con Funciones de Conocimiento de Valledupar, condenó a Óscar Antonio Pupo Martínez, Ladimir Antonio Luna Campo, alias ‘Blacho’ o ‘Nato’ y Jackson Cano Surmay, a 39 años de prisión quienes fueron los responsables de propinarle dos disparos que segaron la vida de la víctima y luego calcinaron el cadáver.
Alias ‘Blacho’ o ‘Nato’, fue el primer capturado por los hechos el cual aceptó los cargos e indicó que fue el pistolero del homicidio agravado en concurso heterogéneo y simultáneo con fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones e incendio y confesó al ente acusador, que los autores intelectuales eran: Óscar Antonio Pupo Martínez, el conductor de Juan Felipe Ustáriz que durante 10 años trabajó al lado de él y de acuerdo a un testigo de la Fiscalía, ordenó su muerte al sentirse descubierto por su propio de jefe de los hurtos que le había cometido en su propio predio; y Jackson Cano Surmay, quien actuaba como el administrador de la finca Filadelfia, al que el ente acusador lo señaló de entregar el revólver con el que fue ultimado Ustáriz y luego se habría encargado de recoger el arma para deshacerse de ella. Este ya había sido procesado por el homicidio de un jornalero, en el corregimiento de Mariangola, sur de Valledupar.
Todos estos detalles develados por la Fiscalía 17 Seccional y las declaraciones de los sindicados fueron la hoja de ruta del juez de conocimiento en el Palacio de Justicia de Valledupar.
Los hoy condenados le fueron imputados de los delitos de homicidio agravado en concurso heterogéneo y simultáneo con fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, e incendio y en la audiencia concentrada, se allanaron a los cargos, al igual que Luna Cano.
MISA EN CONMEMORACIÓN DEL ‘PURO’
Con una misa familiar se rememoró el primer año de la muerte del menor de cuatro hermanos varones quien se dedicó gran parte de su vida a las labores del campo.
Según conoció este medio de comunicación la familia del ganadero asesinado se encuentra radicada en la capital del país, razón por la cual realizaron una conmemoración privada y silenciosa con el fin de honrar el nombre de su familiar, amigo y hermano.
De acuerdo con el expersonero de Valledupar, Alfonso Campo Martínez, excompañero de trabajo de ‘Puro’, no hay amigo que aún no tenga en su memoria a Juan Felipe.“Hoy todos los que fuimos sus compañeros lo recordamos por ese compromiso profesional con la entidad, pero sobre todo por ese corazón maravilloso, lleno de nobleza dejando sembrada la semilla de la amistad”, expresó.
Del hombre de 38 años de edad su familia recuerda su dedicación al campo, su trabajo y educación. Es esta una de las principales razones por las cuales sus allegados y linaje aún no salen del asombro por la manera tan violenta en que estos hombres de confianza lo asesinaron en las afueras de su finca ubicada en la vereda de Camperucho, zona rural de Valledupar.