´No soportamos a Valledupar, a oscuras en Navidad´: Comunidad
POR:
EDUARDO
MOSCOTE SIERRA
La magia, los colores y el brillo ya se sienten, es Navidad, la época esperada por muchos y en la que el fervor de la alegría, el amor, reconciliación, alumbra y deslumbra los corazones de quienes viven sus fiestas, la llegada del Niño Jesús y de un nuevo año. Su factor diferenciador además del sentimiento que genera, son los adornos y figuras que cada 12 meses se desempolvan para alegrar.
No obstante, algo pasa en Valledupar. Las noches navideñas de la ciudad dicen algunos, no se parecen a las de unos años atrás. La cotidianidad, aquella que espera ser saltada en esta época sigue existiendo: no hay luces, ni adornos. Las calles se observan simples y vacías, poco rojo, verde y dorado, colores que emanan emoción a estos días.
¿Qué pasó con los detalles, figuras y demás accesorios navideños en Valledupar? se preguntan con insistencia desde el 7 de diciembre algunos admiradores del mes; esperaban que durante la primera fiesta (‘Día de las velitas’) se encendiera la capital del Cesar junto a las notas de acordeón, pero sigue apagada como si el espíritu de la época no existiera.
Ni el túnel de luces, ni los personas de la biblia en tamaño real adornados con ‘foquitos de colores’, muchos menos el árbol de Navidad de unos cuatro metros que se observaba en la plaza Alfonso López, están ahora; la inocencia de los niños que año a año se dejaban cautivar por este espacio ‘mágico’ que se formaba en el corazón de Valledupar tuvo que improvisar y esperar casi medio mes para esparcirla en otro lugar.
Fotos iban y venían en aquellos tiempos de la Plaza Alfonso López, desde las 6:00 p.m. cuando algún encargado, desde una parte cercana, iba encendiendo poco a poco este escenario. Llegaban propios y visitantes, no solo en festival sino en Navidad, ahora no hay un alma en estas fiestas.
Sus principales visitantes, aquellos que diariamente se acomodan bajo un canal de árboles a jugar dominó y conversar del transcurrir de los años, son testigos de esta ausencia. Que ‘no hay voluntad’ y que ya para qué si no queda ‘más de este mandato’, son expresiones de Don Carlos Mendoza y de otros cinco amigos.
Nadie difería en que para mitad de diciembre y de día, había quienes llegaban a observar estas piezas; ahora solo a preguntar dónde está posicionado el juego de luces.
“Y nadie sabe, ahora dicen que por el Parque La Provincia porque todo lo quieren hacer allá, tan lejos. Para disfrutar es de noche y ¿cómo hacen quienes no tienen ni moto ni carro o van en familia?”, cuestionó Mendoza.
Pero no solo en esta parada es donde se nota la ausencia del espíritu navideño, en la carrera Novena, Avenidas, Glorietas y otros sectores tristemente también se observa.
Que “se mecatearon en cositas” los recursos para tal fin; que se deja escapar una forma de “generar turismo” como en el Puente de Boyacá y otras ciudades del país; que no ha importado “pasar desapercibido” este mes de paz, amor, unidad familiar, alegría, son suposiciones lanzadas por los ciudadanos a través de redes sociales.
‘MUCHO CONCRETO, NINGUNO DECORADO’
Otro punto icónico era la Glorieta María Mulata, desde ahí se lograba apreciar durante las noches decembrinas que cumbean al compás de fuertes brisas, noches cálidas y la alegría de la gente, cientos de luces que daban forma a acordeones, cajas, guacharacas y compositores en su afán de mezclar el folclor con la tradición.
Hoy el panorama es raro, “extraño” para algunos: es oscuro, no hay luces, pocos asistentes, y un ‘sinsabor’ como si fuera ‘El Grinch’ de la Navidad, aquél personaje popular al ser apático de la fecha.
Que embelleció Valledupar en infraestructura, para Carlos Suárez no hay duda, se construyó, mejoró, y adecuó dice, parte de la vida de los barrios; pero no se tuvo en cuenta esta fecha en la que afirma, Augusto Daniel Ramírez quien cumple las veces de alcalde, podría pretender salir con ‘broche de oro’.
“¿A dónde llevamos a los niños? ¿Con qué los entretenemos?, van al parque sí, pero ellos quieren vivir la navidad… no hay donde ir”, comentó.
Ni las Avenidas Los Militares ni la Simón Bolívar; la Cuarta también está ausente en ese sentido; dice que se ‘salvan’ los centros comerciales de la ciudad que por su autonomía, deben implementar estrategias para la temporada.
“Y allá es donde ha tocado llevar a los hijos, y sale más caro porque se antojan de todo y cada vez Papa Noel se siente embolatado”, comentó entre risas.
Lo cierto es que a más de 10 días de diciembre, a menos días de Navidad y un par de semanas de año nuevo, Valledupar sigue apagada, como si estuviera y fuera triste, como si la fecha no fuera relevante, sin embargo existen esperanzas; el parque La Provincia y el río Guatapuría serán encendidos por la Administración Municipal el día de hoy se comenta. Habrá que esperar.
DIARIO DEL CESAR lo ha evidenciado. No hay adornos en Valledupar. No obstante, logró conocer que el Parque La Provincia, inaugurado en octubre y que congrega la mayor parte de la población y ruta turística de Valledupar, se está preparando para encender la pasión navideña con un atractivo que bordeará el afluente hídrico.
Playa Maravilla, la Glorieta Los Juglares, La Pilonera Mayor y todo el borde de Hurtado también se iluminaran y se convertirán en el espacio navideño de Valledupar en 2019 y con el que, la actual administración se despide.
Los motivos para no adornar la plaza al parecer, y según se conoció de manera extraoficial, es porque trabajos a adelantar por el contratista de la remodelada plaza: “seguirá interviniendo porque motivo se decidió no exponer la multitud de personas que año a año llegan”.