‘Chema Bala’, autor de la masacre de Bahía Portete a pagar por sus crímenes
José María Barros, Chema Bala, llegó a Bogotá deportado desde EE.UU. donde pagó una condena por narcotráfico
El confeso criminal José María Barros quien pagó una condena de 11 años por narcotráfico en Estados Unidos, quedó a buen recaudo de la justicia colombiana a la que le deberá pagar 40 años de cárcel por la masacre de Bahía Portete Barros
Doce años después de haber sido extraditado a Estados Unidos por el delito de narcotráfico llegó al país José María Barros el wayuu conocido como Chema Bala
Según su hija Damaris Barros, este se encuentra en las instalaciones de la Dijín en Bogotá a la espera de que le informen cuál será su lugar de reclusión.
Explicó también que hace cinco meses presentaron la solicitud a la Jurisdicción Especial para la Paz JEP para que sea escuchado. “Él quiere contar lo que sabe sobre los hechos ocurridos en Bahía Portete y esperamos que muy pronto tengamos respuesta de la JEP”, aseguró Damaris.
Como se recuerda, en la masacre de Bahía Portete ocurrida en el 2004 murieron Margot Fince Epinayú de 70 años, Rosa Fince Uriana de 46 años, Rubén Epinayú de 18 años, torturado y amarrado a una camioneta, además de una persona sin identificar de la cual solo se encontró un brazo calcinado. También se encuentran desaparecidas Reina Fince Pushaina de 13 años de edad y Diana Fince Uriana de 40.
José María Barros fue condenado junto a su sobrino Adrián Agustín Bernier, quienes fueron señalados como integrantes del Bloque Norte de las Autodefensas que causó la muerte de cuatro personas, la desaparición de otras dos y el desplazamiento de unos 500 indígenas de la zona.
Los delitos por los cuales fueron condenados son homicidio agravado, desaparición forzada, tortura, terrorismo, hurto calificado y concierto para delinquir, aunque la Alta Corte ordenó a la Fiscalía abrirles otro proceso por desplazamiento forzado.
La defensa de los dos wayuu intentó revocar la decisión, argumentado que en el juicio no hubo un traductor certificado, pero la Corte no tuvo en cuenta este argumento y profirió las condenas.