Diario del Cesar
Defiende la región

El Cesar y Valledupar, a elegir con responsabilidad

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Concurren hoy los ciudadanos a las urnas para elegir a los nuevos gobernadores, alcaldes, diputados, concejales y ediles. Es nuestra representación regional y local. Un tratadista constitucional denominó esta participación electoral como la esencia auténtica de la democracia. Y ciertamente que lo es. En un Estado tan centralista como el nuestro, donde cada día el aparato aplanador que se maneja desde Bogotá busca como aniquilar la autonomía de las regiones, es que cobra fuerza, vigor y legitimidad que la presencia de la ciudadanía en las urnas para la elección de sus propias autoridades se produzca de manera categórica y contundente.

Hoy en día, el panorama que observa el ciudadano frente a quienes elige es una variada gama de delitos que cometen en el ejercicio del cargo y atraviesan este espectro de anomalías: peculados, cohechos, concusiones, interés ilícito en celebración de contratos, celebración de contratos sin cumplimiento de requisitos legales, conciertos para delinquir y falsedad en documentos.

Hasta el día de ayer se habían registrado en el país 1.400 denuncias por posibles delitos electorales, siendo las principales supuestas infracciones las de calidades de los candidatos, seguridad y orden público, voto libre, inscripción de cédulas y participación indebida en política de funcionarios públicos. Y desde luego que ello ha desatado una cacería de brujas poniendo a trabajar algunas veces con certeza a las autoridades, pero en la mayoría de las veces las denuncias obedecen a las rencillas políticas y enemistades personales

No podemos pasar por alto que algunos actores electorales vieron en esta campaña el terreno abonado para adelantar campañas negras de desprestigio y desinformación que tienen como escenario preferente las redes sociales convertidas hoy en una especie de alcantarilla y la contaminación con noticias falsas, incluso a medios de comunicación que se prestaron para el juego de los intereses políticos.

Por eso el llamado a los ciudadanos es que procedan en conciencia. Cada voto cuenta, toda elección acertada, o equivocada, desata una cadena de consecuencias sobre las comunidades, sus territorios y por supuesto sobre su futuro en todos los órdenes. Usted tuvo suficiente tiempo para analizar y apreciar las propuestas de los candidatos, y por eso estamos confiados en que usted no se va a dejar embaucar.

Siempre hemos dicho que en todo proceso electoral hay un primer antídoto: adentrarse con rigor en el escrutinio previo de los candidatos, de sus hojas de vida, de sus partidos, de sus alianzas y sociedades políticas, de las posibles fuentes de financiación de sus campañas. Para ello hay que consumir, buscar información de calidad que permita juicios con elementos fundados para elegir bien.

Más allá de los resultados que arroje esta cita en las urnas y de cómo se reconfigure el mapa político dejado por los comicios parlamentarios y presidenciales del año pasado, desde ya es necesario ir poniendo sobre la mesa los retos a que se enfrentarán quienes, a partir del 1 de enero, asuman las riendas de los ejecutivos y legislativos regionales y locales.

Lo primero a señalar es que habrá cambios de fondo en la agenda.

En el plano político es claro, igualmente, que habrá novedades. Por ejemplo será interesante ver cómo será la gobernabilidad ahora que se estrena la figura de que los segundos en las contiendas por gobernadores y alcaldes pasan a ocupar una curul en las asambleas o los concejos. Aunque dicho mecanismo se concibió como un instrumento de inclusión a la oposición política, las realidades partidistas regionales y locales indican que ello no necesariamente pasará en cuanto al candidato perdedor.

Para el caso de los diputados y los concejales es evidente que entre sus mayores retos estará, precisamente, evitar que las elecciones de contralores y personeros terminen siendo la ‘papa caliente’ que hoy tiene bajo investigación o incluso suspendidos y sancionados a decenas de integrantes de asambleas y cabildos. Ya hay muchas lecciones aprendidas en cuanto a la forma en que deben llevarse a cabo estos procesos, como para volver a incurrir en las mismas anomalías que hoy tienen ‘empapelados’ a muchos de los salientes.

Otro asunto que marcará el arranque de los mandatos de los electos este domingo será el relativo a la adecuación de sus programas de gobierno a las nuevas realidades derivadas del Censo Poblacional 2018 y la encuesta de Sisben IV. Uno y otra serán determinantes para definir la reorganización de toda la escala de subsidios y ayudas sociales y directas, sobre todo ahora que se plantea una reforma a nivel nacional con miras a mejorar su focalización.

A todo lo anterior hay que sumar que los nuevos mandatarios regionales y locales tendrán que empezar algunas de las normas anticorrupción, sobre todo en materia de pliegos tipo y conflicto de intereses. Por igual deberán trabajar rápidamente para adecuar sus planes de desarrollo con el del gobierno Duque, que tiene énfasis muy definidos en materia de destinación presupuestal, sobre todo en temas de infraestructura, economía naranja y estrategia social.

Como se ve, quienes resulten este domingo favorecidos con el apoyo popular tendrán, de inmediato, que poner manos a la obra para sentar las bases de sus mandatos, ya que tendrán marcos normativos, énfasis gubernamentales y agendas de orden nacional que impactarán sus gestiones desde el día cero. La desazón y desesperanza no puede ser nuestro destino. El Cesar vive un momento histórico y a él debemos corresponderle. Ojalá y el ciudadano no se equivoque.