Expolicías involucrados en crimen de quinceañera quedaron en libertad
En libertad restrictiva fueron dejados los dos exuniformados de la Policía Nacional sindicados de ser los autores materiales del homicidio de la joven de 15 años, Elys Johana Maestre Márquez, por decisión de la justicia penal militar, ante la cual se adelanta su proceso judicial por el hecho ocurrido el 30 de junio del 2017 en un sector del occidente de Valledupar.
Dicha decisión fue adoptada por el Juez Penal 170 de Instrucción Militar con Funciones de Control de Garantías, capitán Andy Castellanos Barrios, al término de las audiencias preliminares que se efectuaron en el Comando de Policía del Cesar contra Juan de Dios Ávila Alzate y Sidney Reyes Rincón, quienes fueron imputados por el delito de omisión de socorro; aunque al primero también se le atribuyo el de encubrimiento agravado, y al segundo, los punibles de homicidio simple y lesiones personales.
La medida de aseguramiento impuesta a los expolicías se basó en unacaución juratoria, equivalente a la firma de un acta de compromiso que deben suscribir para cumplir las obligaciones derivadas del proceso. Sin embargo, esta fue apelada por el representante de víctimas y el delegado del Ministerio Público, argumentando que a ambos deberían estar bajo detención teniendo en cuenta que la víctima del caso era menor de edad, entre otros aspectos.
“El juez tomó la decisión basado en que ambos tienen arraigo social y familiar positivo, no registran antecedentes y no constituyen un peligro para la sociedad, porque esencialmente el hecho fue un acto derivado del servicio y naturalmente, hasta ahora es improcedente la imposición de una medida de aseguramiento privativa de la libertad por cuanto no es ni proporcional ni necesaria. Con la que se les impuso, se cumplen con los fines de asegurar el desarrollo normal del proceso y de hecho, ellos nunca han faltado a las audiencias ni a las citaciones que se les ha hecho”, explicó el abogado defensor de los sindicados, Benjamín Quintero.
El jurista enfatizó en que la disposición no debe entenderse como un factor de impunidad porque si al final del proceso ellos terminan condenados y deben pagar una pena de prisión, lo harán de acuerdo con la calificación del delito.
‘Estamos absolutamente convencidos de que fue un caso de homicidio culposo y no agravado, como pretenden calificarlo’.
Sobre el recurso de apelación cabe señalar que fue trasladado en segunda instancia ante el Tribunal Superior Militar, para efectos de hacer las respectivas valoraciones a los argumentos de las partes y una vez ello se resuelva, pasará a manos de un delegado fiscal para la justicia militar, quien realizará la formulación penal de las conductas punibles ante un juez penal militar con funciones de conocimiento, en otra etapa procesal.
PARA RECORDAR
Los exuniformados permanecían presos en una cárcel de esta ciudad como parte del proceso judicial que se adelantaba en su contra ante la justicia ordinaria; sin embargo, en etapa de formulación de acusación, el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Valledupar con Funciones de Conocimiento de Valledupar abdicó del caso aludiendo a que este debía realizarse a través de la Justicia Penal Militar.
Una vez que el caso llegó a esa instancia, el proceso inició desde ceros y tuvieron que darles la libertad dado que no habían sido escuchados en indagatoria. Posteriormente, el Juez Penal 170 de Instrucción Militar realizó las labores de recolección de pruebas, reconstrucción de los hechos, las respectivas entrevistas a los involucrados y la imputación de cargos, para concluir con la imposición de la caución.
EL HECHO
Según las investigaciones del caso, en la madrugada del 30 de junio del 2017, Elys Johana Maestre Márquez se movilizaba en una moto entre los barrios Bella Vista y José Antonio Galán al occidente de la ciudad, con su novio Manuel Enrique Rodríguez Peña, con quien supuestamente había estado poco antes en una fiesta que se realizó en el barrio Los Caciques.
De regreso a la casa de la menor, ubicada en la ciudadela 450 Años, fueron abordados por oficiales de la Policía que iban a hacerles una inspección, pero Rodríguez Peña emprendió la huida por el temor de ser inmovilizado por no portar casco y documentos de la motocicleta, originando una persecución.
Al pasar por el sitio conocido como ‘El Cacerolo’, los agentes supuestamente abrieron fuego contra ellos y cuadras más adelante la joven se desplomó de la motocicleta, por lo que su novio se detuvo y desesperadamente pidió ayuda para auxiliarla; pero según el joven, cuando fueron alcanzados por los mismos oficiales que los venían siguiendo, observaron la situación y se retiraron sin hacer nada.
Minutos más tarde, la adolescente murió cuando fue llevada al hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, donde los galenos informaron que sufrió un vertiginoso desangramiento por el mortal disparo que recibió en la cabeza.