Tres directores colombianos creando en el corazón de la selva amazónica
Por Sergio Villamizar D.
Tres de los más destacados directores de cine de los últimos años, Ciro Guerra, Jacques Toulemonde y Laura Mora, unieron fuerzas para dirigir los ocho capítulos de la primera temporada de ‘Frontera Verde’, la nueva serie colombiana que este fin de semana estrenó Netflix.
Con una producción que superó los tres meses de grabación en el Amazonas, en la frontera entre Brasil y Colombia, una joven detective, Helena, y su compañero, un policía indígena llamado Reynaldo, investigan una serie de muertes extrañas. Se hace evidente que los asesinatos no son el mayor misterio dentro de esta selva cuando el cadáver de una joven en particular no muestra signos de envejecimiento. Simultáneamente, se encuentra la historia de Yua y Ushe, dos nativos a quienes todos llaman ‘Los Eternos’, y su batalla contra un extranjero, Joseph, quien cree que la población indígena esconde un secreto increíble.
Cerca de 50 locaciones diferentes de la Amazonía sirvieron como el paisaje perfecto para este nuevo lanzamiento, como lo fue el centro de Leticia, las comunidades ubicadas entre Leticia y Tarapaca, Tabatinga, barrio Victoria Regia y el río Amazonas.
Además, cuenta con seis actores indígenas locales y 30 actores profesionales, incluidas cuatro caras nuevas de la industria. Detrás de cámaras, el equipo de producción que hizo posible ‘Frontera Verde’ estuvo conformado por 150 personas; de estas, 30 eran parte de la comunidad local. También participaron 40 trabajadores y conductores independientes, con cerca de 25 toneladas de equipos.
ENTRE DIRECTORES
¿Cómo fue el trabajo de tres directores para realizar esta serie?
Laura Mora: Yo creo que había un diálogo muy fluido producto de muchos años de amistad, con unos intereses muy similares, lo que facilitó el trabajo, con mucha conversación sobre los temas que queríamos tocar y en un género que bien Ciro Guerra llamó el Amazonas Noir.
A partir de una visión muy clara y de unos códigos visuales que teníamos que manejar, cada quien le puso su voz a sus capítulos, pero repito que fue muy fácil y muy divertido hacerlo, con este experimento de estar los tres en un mismo proyecto.
¿Cómo fue el volver a la selva luego de haber hecho ‘El abrazo de la serpiente’?
Jacques Toulemonde: Para mí no fue tanto volver porque durante ‘El abrazo de la serpiente’ lo mío fue escribir y no fue el estar dentro de la selva, por lo que con ‘Frontera Verde’ fue cumplir un sueño. Más allá de la investigación y de las cosas que conocía, realmente el ir, estar allá casi cuatro meses fue una experiencia transformadora completamente, que me cambió la vida completamente al darme cuenta de que quien manda allá es la selva y eso se muestra en la serie de una manera muy certera y contundente.
Ciro Guerra: Yo había estado ya en Leticia evaluando la posibilidad de grabar ‘El Abrazo de la Serpiente’ allí, pero cada lugar en la selva es tan diferente, el espíritu de la película era mucho más cercano al Vaupés, y es lo bonito de todo esto, porque la selva no es solo una, son muchísimas en una, es un territorio gigante, con una identidad diferente, como es el caso de los ríos, con ríos rojos, verdes, marrones y blancos, que tienen unas características y un entorno diferente.
Esto mismo pasa con las comunidades indígenas que son muy diferentes entre sí, con su historia e identidad que han sido afianzadas durante decenas de miles de años.
Cada vez que uno va a un lugar, a cada punto del Amazonas, se encuentra con algo muy diferente entre sí, lo que la hace un poco inagotable abordarla.
– ¿Cómo fue el trabajo y la relación de las comunidades y el equipo de producción de la serie?
Laura Mora: Partimos del respeto. Un rodaje puede ser un acto muy invasivo, pero entre menos se sienta ese impacto, más honestidad se presentará en el relato y más se va abrir la selva hacia nosotros. Ellos tienen un especial entendimiento con la selva, que es su casa y debería ser la de todos, pero ellos están allí.
Desde lo ecológico y ambientalista era una prioridad para nosotros ser totalmente respetuosos con la selva, en cómo entrábamos. Ellos son increíblemente generosos y abiertos con su cultura y sus espacios. Me pareció que logramos una convivencia muy linda en este encuentro y al final nos volvimos una familia entre todos.
– ¿Cómo describirían la selva amazónica tras esta experiencia?
Ciro Guerra: Es un lugar que se escapa al entedimiento que nosotros tenemos del mundo, donde hay un permanente misterio y un permanente misterio para el espectador. Hay mucho por descubrir.
– ¿Qué es lo más difícil de grabar en medio de la selva?
Laura Mora: Sabíamos, desde el día uno, que sería todo un reto. Siempre insistimos que todo el rodaje fuera en el Amazonas, porque sabemos que siempre desde las producciones se buscan, a veces, otros lugares de mayor acceso de los equipos, pero para nosotros era claro que pese al reto de hacerlo en el Amazonas, dotaría a la serie de una mística fundamental, por el lugar y por las comunidades que viven allí.
El reto era diario, para terminar entendiendo que es la naturaleza la que allí manda, e incluso, ella es la que te dicta cómo y cuándo rodar.
– ¿Cómo fue el trabajo de encontrar el tono ideal para narrar esta historia?
Ciro Guerra: Con mi experiencia anterior en ‘El Abrazo de la Serpiente’ donde hablábamos de la Amazonía del pasado, tenía totalmente claro que la mejor manera de acercarme a la Amazonía de hoy era a través del género del cine negro. Esta triple frontera donde chocan las culturas y todo ese tipo de tráficos, era ideal para este género.
– Ustedes vienen del largometraje, ¿difícil pasar al género de la serie?
Ciro Guerra: Es un nuevo lenguaje. Lo interesante es que nos dieron total libertad a la hora de hacerla, por lo que era la oportunidad de trabajar una historia de largo aliento en la cual, para que funcione, se requiere más de un trabajo colaborativo que lo vuelve enriquecedor, donde uno pone la primera piedra y luego el otro continúa con esta forma de hacer una serie./COLPRENSA.